"Milosevic esta sentado sobre un barril de p¨®lvora"
Zoran Djindjic se considera "moralmente" alcalde de Belgrado, tras su triunfo electoral invalidado, y espera serlo muy pronto en la pr¨¢ctica. Nacionalista moderado ahora, afirmaba hace dos a?os en este mismo despacho que los serbobosnios constitu¨ªan una "democracia militar", y que su l¨ªder, Radovan Karadzic, era un pol¨ªtico "capaz y pragm¨¢tico". Para Djindjic estaba claro entonces que hab¨ªa que dividir Sarajevo y que Bosnia no deb¨ªa sobrevivir como un Estado unitario. Pero en Dayton se decidi¨® hace un a?o que no a lo primero y que s¨ª a lo segundo, y el principal y teleg¨¦nico l¨ªder opositor serbio se ve a s¨ª mismo ya como uno de los garantes de este compromiso.El hombre probablemente destinado a reemplazar a Milosevic si el cambio se produce en Serbia, tiene un discurso fluido y abierto -propio de sus estudios de filosof¨ªa en Heidelberg- y unas maneras urbanas y desenvueltas que inspiran confianza. Lo contrario de su m¨¢ximo antagonista, aunque para sus cr¨ªticos Zoran Djindjic, 44 a?os, componga el mismo modelo calculador y ¨¢vido de poder acreditado por Slobodan Milosevic a lo largo de los a?os. Viste a la moda, y su Popularidad, por debajo de la del presidente serbio, es con mucho la m¨¢s alta entre los l¨ªderes de la coalici¨®n opositora Unidos. "La gente nos ve, al Partido Democr¨¢tico, como el aut¨¦ntico motor del cambio, de la modernizaci¨®n de Serbia", asegura.
Pregunta. ?Est¨¢n listos para un compromiso con Milosevic?
Respuesta. Estamos preparados sobre la base de que reconozca nuestro triunfo electoral. Queremos que Milosevic se vaya, pero legalmente, es decir a trav¨¦s de las elecciones del a?o pr¨®ximo. Si no nos da lo que nos pertenece se mantendr¨¢n y ampliar¨¢n las manifestaciones actuales. Milosevic est¨¢ sentado sobre un barril de p¨®lvora y vamos a esperar hasta que le estalle bajo el culo. Ya est¨¢ fuera de juego, pero espero que lo estar¨¢ definitivamente en 1997.
P. ?Cu¨¢les son precisamente sus exigencias para un acuerdo?
R. B¨¢sicamente, que se reconozca nuestra victoria en Belgrado, Nis y Kraljevo. A partir de aqu¨ª comenzaremos a hablar sobre las elecciones de diciembre del a?o pr¨®ximo.
P. ?Qu¨¦ espera de la inminente resoluci¨®n del Supremo sobre la validez de las elecciones muncipales?
R. Creo que no decidir¨¢n nada importante. Y que, como siempre, ser¨¢ el propio Milosevic el que resuelva en el ¨²ltimo momento. La decisi¨®n de reconocer los resultados, si se produce, ser¨¢ pol¨ªtica, como lo ha sido la de arrebatarnos la victor¨ªa el 17 de noviembre.
P. ?Cesar¨¢n inmediatamente las movilizaciones si se reconoce su victoria?
R. S¨ª, pero el final de las manifestaciones masivas es s¨®lo uno de los aspectos de la cuesti¨®n. Exigiremos inmediatamente, a lo largo de enero, la covocatoria de una mesa redonda con presencia de observadores internacionales para discutir con Milosevic sobre las elecciones parlamentarias del a?o pr¨®ximo y la total libertad de los medios informativos en Serbia.
P. La coalici¨®n de la que forma parte, Unidos, parece cualquier cosa menos un bloque af¨ªn.
R. En las actuales condiciones de monopolio informativo del partido gobernante ning¨²n partido ten¨ªa posibilidades compitiendo individualmente. Por eso estamos juntos. Cuando las condiciones cambien, decidiremos si formamos un solo partido o si nos separamos amistosamente.
P. Da la impresi¨®n de que los intereses de los cuatro integrantes son muy diferentes. ?Se f¨ªa usted de Draskovic, por ejemplo?
R. Efectivamente, tienen poco que ver. Mi Partido Democr¨¢tico tiene apoyo principalmente entre universitarios, profesionales y clases ilustradas. El de Vuk Draskovic, [Movimiento Serbio de Renovaci¨®n], que es promon¨¢rquico, tiene m¨¢s respaldo en los medios rurales, donde nosotros no podr¨ªamos competir incluso si no existiera Draskovic, en el que conf¨ªo.
P. La coalici¨®n opositora no ha conseguido hasta ahora el apoyo de los trabajadores.
R. El lunes comenzar¨¢n huelgas en algunas f¨¢bricas del cintur¨®n de Belgrado. Tenga en cuenta que en los ¨²ltimos tres anos muchos de ellos se han visto arrojados por la situaci¨®n econ¨®mica hacia modos de vida marginales. Trabajadores son muchos de los que venden cigarrillos o refrescos en las calles, que se unen diariamente a nuestas marchas.
P. ?Qu¨¦ opina de la actitud de EE UU y Europa en esta crisis?
R. Creo que ya no apoyan a Milosevic. Los partidos democr¨¢ticos suponemos una mejor garant¨ªa para la estabilidad y para el cumplimiento de los acuerdos de de Dayton.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.