Cientos de miles de trabajadores exigen en Francia la jubilaci¨®n a los 55 a?os
La jubilaci¨®n a los 55 a?os hace furor en Francia. Aunque financiar las actuales pensiones se hace m¨¢s dif¨ªcil cada d¨ªa, y el actual sistema p¨²blico parece abocado a la quiebra en cuesti¨®n de 15 a?os, cientos de miles de trabajadores exigen jubilarse a los 55. Y, poco a poco, lo consiguen. Tras los camioneros, que alcanzaron el ¨¦xito hace dos semanas gracias al bloqueo de las carreteras, son los conductores de autobuses urbanos quienes tienen ya al alcance de los dedos una largu¨ªsima tercera edad inactiva.
El alto desempleo, el abuso de las prejubilaciones por parte de las empresas y el pesimismo ante el futuro empujan el fen¨®meno. Los trabajadores quieren hacerse hoy con una pensi¨®n, porque dudan que ma?ana siga siendo posible.En 1993, el entonces primer ministro Edouard Balladur cre¨® una ley para el sector privado (el sector p¨²blico franc¨¦s es siempre otra cosa) por la que s¨®lo cotizando un m¨ªnimo de 40 a?os se pod¨ªa acceder a la pensi¨®n completa.
Era una manera indirecta de retrasar la jubilaci¨®n, con vistas al 2015. Para esa fecha, hab¨ªa que situar en los 69 a?os el salto a la condici¨®n de pensionista. Si no, la quiebra estaba asegurada ya que por entonces un 25% de los franceses tendr¨¢ m¨¢s de 60 a?os. Esa reforma Balladur, t¨¢citamente aceptada por la sociedad, parec¨ªa marcar un camino sin retomo.
Y, sin embargo, las cosas evolucionan de otra forma. A finales de 1995, la huelga de los ferroviarios y el conjunto de los funcionarios marc¨® el punto de inflexi¨®n: el Gobierno cedi¨® en su prop¨®sito de retrasar tambi¨¦n la jubilaci¨®n en el sector p¨²blico. En la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) se qued¨® donde estaba, en los 55 a?os. Y para el resto se qued¨® en 60, con 37,5 a?os de cotizaci¨®n p ara merecer la pensi¨®n m¨¢xima. Este a?o han sido los camioneros, pertenecientes al sector privado en su mayor¨ªa (las dos mayores compa?¨ªas pertenecen a la SNCF), quienes han conseguido pasar de los 60 a los 55.
Casi inmediatamente despu¨¦s, los conductores de autobuses y tranv¨ªas urbanos: se da por seguro que el pr¨®ximo dia 17, cuando se re¨²na la confusi¨®n pantaria de la Uni¨®n de Transportes P¨²blicos, tambi¨¦n ellos obtendr¨¢n los 55. Por algo ha habido una huelga en Toulouse, la hay en Ru¨¢n y Aix en-Provence, y puede haberla en todas las capitales francesas.
Pero es enga?osa la impresi¨®n de que s¨®lo en el sector p¨²blico o en los transportes, con su capacidad de paralizar un pa¨ªs, se anticipa la jubilaci¨®n. IBM Francia ha creado su propio sistema de jubilaciones a los 52. Las cajas de ahorro tambi¨¦n han apostado por los 52 como edad l¨ªmite.
Renault y Peugeot-Citro?n han pedido autorizaci¨®n al Gobierno para prejubilar a todos los mayores de 50 a?os (39.000 personas en total) a cambio de emplear a 14.000 j¨®venes. En la petrolera Elf se ha ido a la huelga con los 55 como bandera. En los sectores en reconversi¨®n, como siderurgia y astilleros, no queda nadie con m¨¢s de 50 a?os. Y muchas firmas medianas optan, como las grandes, por la prejubilaci¨®n (que hasta los 60 es sufragada, normalmente a tercios, por la empresa, las mutuas y la Seguridad Social) como sistema para reducir plantilla de forma discreta.Actualmente, s¨®lo las profesiones liberales est¨¢n condenadas al trabajo hasta los 65. La realidad es que s¨®lo 38 de cada 100 trabajadores franceses siguen en activo tras los 55 a?os, frente al 70% de hace un cuarto de siglo.
Del otro lado est¨¢n las cifras, que empeoran cada a?o. Los distintos reg¨ªmenes de pensiones franceses acumulan hoy un d¨¦ficit de 28.000 millones de francos (700.000 millones de pesetas), y todas las proyecciones muestran que el desequilibrio crecer¨¢ a?o a a?o. Ante la situaci¨®n, el Gobierno de Alain Jupp¨¦ se ha limitado a poner en marcha, el mes pasado, los fondos de pensiones privados y aconseja a quienes puedan que se procuren una pensi¨®n complementaria.
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