La crisis de los rehenes de Per¨² entra en una fase de peligrosa rutina

La crisis desencadenada el pasado 17 de diciembre, fecha del asalto a la sede diplom¨¢tica japonesa en Per¨², ha entrado en una fase de desgaste y de peligrosa rutina: el presidente Alberto Fujimori se niega a discutir las exigencias fundamentales del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), que aunque insiste en la excarcelaci¨®n de los 458 emerretistas presos como el objetivo final del secuestro, se manifest¨® dispuesto a liberar a un n¨²mero "significativo" de rehenes si el Ejecutivo le facilita una comunicaci¨®n telef¨®nica con sus l¨ªderes encarcelados en la base naval del Callao.

La animosa coral de cautivos, con el ex presidente del Consejo de Ministros peruano Dante Cordova como primera voz, se arranc¨® con Perfidia, destroz¨® El ¨²ltimo beso de los Doltons, y atac¨®, con especial denuedo yentra?ables gallos, la ranchera Y volver, volver, volver a mi casa otra vez. Pero desde hace cinco d¨ªas, ninguno de los 74 rehenes del MRTA en la residencia del embajador japon¨¦s en Lima ha vuelto a casa porque no se registran avances en las complejas negociaciones entre el Gobierno y el comando secuestrador.

La Cruz Roja Internacional, por su parte, no puede visitar a la direcci¨®n del MRTA encarcelada en la base naval del Callao, una de las demandas del comando, al haberse suspendido desde hace d¨ªas las habituales visitas del organismo humanitario a los penales. Seg¨²n su mediad¨®r, Michel Minnig, la situaci¨®n es extremadamente vol¨¢til y un paso en falso puede acabar entragedia. En esa direcci¨®n se pronunci¨® el primer ministro japon¨¦s, Ryutaro Hashimoto: "Me preocupa que ocurra algo imprevisible".

Fujimori y el MRTA se observan, miden fuerzas, y no quieren ceder. En ese contexto, el alto volumen de las voces y guitarras de la coral cautiva, perfectamente audibles, y grabadas la noche del domingo por el ret¨¦n period¨ªstico, adem¨¢s de permitir el desahogo de los secuestrados pudo haber tenido otra intenci¨®n. El comandante Evaristo tratar¨ªa de demostrar que controla la embajada, los rehenes no le crean problema y sin una quinta columna en la chepa, aguantar¨¢. Mientras, el ministro de Exteriores boliviano, Antonio Aranibar, se entrevistaba con Fujimori y remov¨ªa cielo y tierra para lograr la liberaci¨®n de su embajador, Jorge Gumucio. A su vez, el diario oficialista Expreso, cuyas portadas nunca defraudan, tranquilizaba ayer a cinco columnas: "Vigilan embajada por sat¨¦lite. Percepci¨®n remota de im¨¢genes permite saber, minuto a m¨ªnuto, como se hayan distribuidos emerretistas y rehenes en el interior".