Nubosidad variable
El convaleciente observa con preocupaci¨®n y con ayuda de unos prism¨¢ticos el avance de la nube irritante, no t¨®xica, que se desplaza al norte de la ciudad. Tal ha sido la insistencia de los informadores de Telemadrid en el tema de la no toxicidad de esta nubosidad qu¨ªmica variable que el convalenciente no ha tenido m¨¢s remedio que alarmarse. Su alarma crece hasta la cota de alerta roja cuando el alcalde de Madrid aparece ante la c¨¢mara, amarillo de lividez y mediada la sonrisa habitual de su rostro lunar, para tranquilizar a la poblaci¨®n con fervientes declaraciones de "Aqu¨ª no ha pasado nada". Si aqu¨ª no ha pasado nada, se' pregunta el convaleciente, qu¨¦ pinta aqu¨ª el alcalde.En la autopista que pasa junto a la f¨¢brica humeante, los automovilistas vomitan sin bajar del coche, aparcados en el arc¨¦n entre la niebla no t¨®xica. Dos coches de la polic¨ªa no pueden acceder al barrio porque la nube irritante se ha espesado hasta el punto de impedir la visibilidad. Mientras, en las calles del barrio m¨¢s afectado, vecinas y vecinos, hipocondriacos probablemente, que no han o¨ªdo las, tranquilizadoras declaraciones de su alcalde y de los informadores se asfixian por su cuenta sin que nadie se lo mande y acuden en masa a los hospitales.
El convaleciente escucha ahora a la presentadora del informativo local cuando afirma que entre los ingresados en las urgencias hospitalarias por inhalaci¨®n de gases irritantes hay muchos casos de personas que ya sufr¨ªan anteriormente enfermedades del aparato respiratorio. De su tono podr¨ªa deducirse que la locutora en cuesti¨®n tiene algo que reprochar a estas personas.
El convaleciente, cada vez m¨¢s nervioso, ni siquiera puede echar mano del cigarrillo, pues convalece de una intervenci¨®n pulmonar. Millones de bacterias anaerobias, t¨®xicas y profundamente irritantes, acaban de ser expulsadas de su organismo. Aunque las susodichas bacterias no distingan entre fumadores y no fumadores a la hora de buscar hospedaje, el convaleciente, defensor habitual de los derechos de los fumadores activos, ha tenido que escuchar y leer bienintencionados comentarios, con su moraleja correspondiente, relacionando su h¨¢bito nicot¨ªnico con la enfermedad. Nunca dejes que la verdad te estropee una buena moraleja.
Ahora son otros humos los que le preocupan. El convaleciente tendr¨¢ que esperar a la ma?ana siguiente para tranquilizarse leyendo las mesuradas informaciones de los peri¨®dicos, gracias a ellos se entera de que la nube no era t¨®xica, sino simplemente "vistosa", t¨¦rmino que, seg¨²n la docta opini¨®n vertida en su diccionario por do?a Mar¨ªa Moliner se aplica a lo "que atrae la vista con sus colores y aspecto alegre y agradable". Todo un matiz que no supieron apreciar. los asustadizos espectadores de los edificios cercanos, que a los primeros indicios de asfixia salieron a la calle haciendo aspavientos, con l¨¢grimas en los ojos y picor en la garganta, s¨ªntomas que, como todo el mundo sabe, suelen acompa?ar a las exhibiciones pirot¨¦cnicas, sin que en estos casos se produzcan, quejas.
En cuanto al culpable de esta exhibici¨®n gratuita y alarmante, la responsabilidad queda claramente establecida. El personal puede seguir confiando ciegamente en la t¨¦cnica, ya que se trat¨® de un fallo humano, una negligencia cometida por el trabajador de una subcontrata con unas v¨¢lvulas, el lamentable lapsus de un operario eventual que a lo mejor en ese momento estaba pensando m¨¢s en la inseguridad de su subcontrato que en la seguridad de las instalaciones. Que la seguridad de una industria que maneja gases tan t¨®xicos como el cloro pueda quedar en manos de un operario des- istado es agua pasada, algo que ser¨¢ corregido sin duda en los pr¨®ximos meses o a?os con el fin de adecuarse a alguna normativa europea con¨ªraria a ' ubicar industrias peligrosas, t¨®xicas, irritantes y contaminantes, en la proximidad de n¨²cleos de poblaci¨®n y autopistas nacionales. Desde luego, los europeos est¨¢n en todo.
El convaleciente se tranquiliza seg¨²n va avanzando el d¨ªa contemplando c¨®mo la lluvia disuelve los ¨²ltimos vahos clorh¨ªdricos y la irritante nube se deshace en los espacios informativos sustituida por otras irritaciones e intoxicaciones de m¨¢s actualidad. Una nube tapa otra nube...
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