Un historiador con biograf¨ªa
Lo habitual es que los historiadores, hombres de reflexi¨®n y estudio, escriban biograf¨ªas de pol¨ªticos y estadistas, hombres de acci¨®n; no que ellos mismos sean objeto de an¨¢lisis. Su mejor biograf¨ªa es siempre su propia obra. Pero Manuel Tu?¨®n de Lara ha sido excepcional: un historiador con biograf¨ªa, como le denomin¨® el profesor Miguel Artola con motivo de la presentaci¨®n en Madrid del libro homenaje Manuel Tu?¨®n de Lara. El compromiso con la Historia. Su vida y su obra, que publicamos en la Universidad del Pa¨ªs Vasco en 1993. En su pr¨®logo, Pedro La¨ªn Entralgo le compar¨® con historiadores de la talla de Men¨¦ndez Pidal, Am¨¦rico Castro y S¨¢nchez Albornoz.Su fallecimiento deja un enorme vac¨ªo en la historiograf¨ªa espa?ola contempor¨¢nea, hueco que ¨¦l supo llenar con su rebosante personalidad y singular magisterio a lo largo de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, hasta el punto de ser el historiador espa?ol m¨¢s influyente desde la muerte de Jaume Vicens Vives en 1960 hasta la actualidad. Tu?¨®n de Lara no s¨®lo ha creado escuela, sino que son muy numerosos sus disc¨ªpulos y amigos, gracias a su destacada capacidad de creador de encuentros, seg¨²n le calific¨® su principal maestro, el eminente hispanista Pierre Vilar. Encuentros y coloquios enriquecedores, y no mon¨®logos est¨¦riles.
Su rica y polifac¨¦tica obra es inexplicable sin tener en cuenta su vida. Una existencia que qued¨® marcada por el tajo fuerte de la guerra, en expresi¨®n de Antonio Machado. A partir de entonces vivi¨® con intensidad las seis ¨²ltimas d¨¦cadas de la historia de Espa?a y del mundo, primero como testigo y protagonista, despu¨¦s como historiador comprometido con su tiempo y su pa¨ªs.
Manuel Tu?¨®n es uno de los m¨¢s significativos representantes de la generaci¨®n rota de 1936. Aquel 18 de julio de triste recuerdo, era un joven de veinte a?os, reci¨¦n licenciado en Derecho por la Universidad Central de Madrid, pleno de ilusiones y proyectos e identificado con la II Rep¨²blica, que recibi¨® con j¨²bilo en la Puerta del Sol el 14 de abril de 1931. Pero la guerra civil lo trastoc¨® todo. Convertido en ef¨ªmero miliciano del famoso Quinto Regimiento, el 7 de noviembre se vio obligado a disparar con un fusil que apenas sab¨ªa manejar, en el Puente de Toledo, para evitar que Madrid cayera en manos de los militares sublevados. Sin embargo, nunca fue un hombre de armas, sino de letras; de ah¨ª que su principal actividad en la contienda fratricida fuese de car¨¢cter cultural y educativo, como secretario de la Federaci¨®n Universitaria Escolar y director de la escuela de cuadros de las Juventudes Socialistas Unificadas. All¨ª daba clases de Historia del movimiento, obrero, porque su vocaci¨®n de historiador fue muy temprana, aunque los dram¨¢ticos acontecimientos de la ¨¦poca le impidieron realizarla hasta d¨¦cadas m¨¢s tarde.
Diez a?os despu¨¦s, en 1946, tras haber sido encarcelado al t¨¦rmino de la guerra y sufrir persecuci¨®n policial, otro 7 de noviembre, Manuel Tu?¨®n, con documentaci¨®n falsa a nombre del falangista Luis Arteaga, toma el expreso Madrid-Ir¨²n sin saber que le conducir¨ªa a un dilatado exilio en Francia, donde residi¨® durante 35 a?os, 27 de ellos sin poder pisar siquiera su patria. Instalado en Par¨ªs, realiza estudios superiores de Derecho Constitucional y de Historia Econ¨®mica y Social en la Sorbona, subsiste escribiendo centenares de art¨ªculos para la prensa francesa y americana, y mantiene constante su compromiso pol¨ªtico e intelectual luchando por la recuperaci¨®n de la democracia en Espa?a.
En 1956, cuando las posibilidades de reincorporarse de nuevo a su pa¨ªs se han esfumado, publica su primer libro, titulado significativamente Espagne. En ¨¦l escribe su primera s¨ªntesis hist¨®rica de la Espa?a contempor¨¢nea, que ser¨¢ su tema recurrente de investigaci¨®n y divulgaci¨®n a lo largo de la segunda mitad de su vida.
En Par¨ªs alterna su intensa dedicaci¨®n al periodismo con la gestaci¨®n de sus dos obras m¨¢s se?eras, La Espa?a del siglo XIX y La Espa?a del siglo XX. Esta ¨²ltima ve la luz en 1966, cuando ya ha empezado a ense?ar como profesor en la Universidad de Pau, ese hermoso balc¨®n sobre los Pirineos, con la mirada puesta en su a?orada Espa?a. En los tres lustros siguientes va desgranando sus obras fundamentales, como Historia y realidad del poder, Medio siglo de cultura espa?ola o El movimiento obrero en la historia de Espa?a. Se ha convertido ya en un referente intelectual para muchos j¨®venes historiadores y cient¨ªficos sociales espa?oles que peregrinan a Pau a participar en sus c¨¦lebres coloquios de historia contempor¨¢nea, caso ¨²nico en la historiografia espa?ola.
A partir de 1973 y sobre todo desde la muerte del dictador, Tu?¨®n de Lara viaja continuamente a Espa?a y da conferencias en universidades y centros culturales en medio del entusiasmo de los estudiantes en los inicios de la transici¨®n, Al mismo tiempo, colabora en diversas revistas cient¨ªficas y no cesa de publicar nuevos libros. Entre ellos sobresale La II Rep¨²blica, en 1976, su historia de la anterior experiencia democr¨¢tica. Pese a ello, la Universidad espa?ola no incorpora todav¨ªa al profesor exiliado, que contin¨²a su magisterio en Pau como catedr¨¢tico de Historia y Literatura Espa?ola hasta su jubilaci¨®n, en 1981, a los 65 a?os.
Al fin le lleg¨® la hora del regreso a su pa¨ªs y su plena integraci¨®n en la vida acad¨¦mica espa?ola. Pero no le result¨® f¨¢cil e incluso padeci¨® alg¨²n desaire universitario, hasta recalar en 1983 en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, de la cual ha sido catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea y profesor em¨¦rito. As¨ª, aunque con retraso, su trabajo obtuvo el reconocimiento p¨²blico en forma de homenajes, distinciones y doctorados honoris causa por varias universidades, cuando en 1986 se cumpl¨ªa el cincuentenario de la guerra y con ese motivo public¨® otra de sus mejores obras: La guerra civil espa?ola 50 a?os despu¨¦s, en colaboraci¨®n con otros destacados especialistas. Su actividad intelectual continuaba siendo incesante como organizador de coloquios y encuentros tanto en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo como en la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
Imparte su ¨²ltima clase en junio de 1991, a punto de cumplir 76 a?os. Es su segunda jubilaci¨®n, pero tampoco es la definitiva esta vez, pues seguir¨¢ escribiendo en diversos medios y dirigiendo la revista Historia Contempor¨¢nea, de Bilbao, considerada como la mejor de esta disciplina en Espa?a, hasta finales de 1996. Pese a que sus fuerzas se van agotando, con 80 a?os publica su ¨²ltimo libro, una biograf¨ªa pol¨ªtica del doctor Juan Negr¨ªn, jefe del Gobierno republicano en la guerra civil y una de las figuras hist¨®ricas que m¨¢s le han interesado, junto con el presidente Manuel Aza?a.
Y es que Manuel Tu?¨®n de Lara siempre acababa volviendo a la II Rep¨²blica y a la guerra civil, a los a?os de su juvenil entusiasmo y de sus esperanzas truncadas por la tragedia de 1936. A comprenderla, analizando sus causas y sus consecuencias, consagr¨® su vida y lo mejor de su ingente obra historiogr¨¢fica, toda ella centrada en la Espa?a contempor¨¢nea. Porque Espa?a fue su pasi¨®n y su raz¨®n de ser, pasi¨®n y raz¨®n que supo transmitir con su natural generosidad a varias generaciones de espa?oles coincidentes en un doble y un¨ªvoco sentido: Nunca m¨¢s la guerra civil y Libertad sin ira.
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