El Gobierno dar¨¢ a los centros educativos m¨¢s poder para seleccionar a sus alumnos

La posibilidad de que las familias puedan solicitar una plaza para sus hijos en mayor n¨²mero de colegios o institutos vendr¨¢ acompa?ada de un amplio margen de maniobra para los centros p¨²blicos y privados concertados, que el pr¨®ximo curso ver¨¢n reforzadas sus competencias para admitir o rechazar alumnos. El Ministerio de Educaci¨®n y Cultura (MEC) tiene pr¨¢cticamente ultimado un real decreto que modifica el sistema de admisi¨®n en ense?anza infantil, primaria y secundaria en las 10 comunidades que gestiona.La cercan¨ªa del domicilio ya no ser¨¢ determinante para la puntuaci¨®n de los aspirantes, porque se ampliar¨¢n las denominadas "zonas de influencia" de los colegios e institutos. Adem¨¢s, el centro podr¨¢ otorgar 1,5 puntos complementarios por cualquier "circunstancia libremente apreciada", eso s¨ª, aplicando criterios "p¨²blicos y objetivos".

En a?os anteriores se produc¨ªan numerosos empates en el baremo de m¨¦ritos. Teniendo en cuenta esa experiencia, este punto y medio permitir¨ªa beneficiar a los hijos de antiguos alumnos, captar a estudiantes de secundaria procedentes de centros afines o, en su caso, abastecerse tan s¨®lo de buenos expedientes.

Una de las principales aspiraciones de los centros privados concertados, que ahora puede verse colmada, es la posibilidad de conceder esa puntuaci¨®n complementaria a los ni?os de su propia cantera, aquellos que cursan en sus colegios la educaci¨®n infantil (3-6 a?os), una etapa que los padres deben pagar de su bolsillo porque es un tramo no subvencionado en la ense?anza privada.

El Gobierno considera que el real decreto fomentar¨¢ la calidad y la competencia entre los centros, supondr¨¢ un factor decisivo de modernizaci¨®n y no discriminar¨¢ a la ense?anza p¨²blica. La respuesta de la izquierda es que, si a la red p¨²blica se le escatiman medios y a los centros concertados se les exime de atender a todo tipo de alumnos, incluidos los de minor¨ªas marginadas o con necesidades especiales, lo que en realidad est¨¢ desencadenando el PP es una batalla desigual en la que la ense?anza p¨²blica lleva las de perder.

Vivir en el barrio del colegio, que hasta ahora era fundamental para obtener plaza, perder¨¢ importancia por una triple v¨ªa: las zonas de influencia se ampl¨ªan, especialmente en secundaria; su puntuaci¨®n se reduce (de 5 a 4 puntos en la ense?anza infantil y obligatoria, y a 3 en la no obligatoria), y se valoran tambi¨¦n las zonas lim¨ªtrofes (2 puntos), igualmente ampliadas.

Pero todo podr¨ªa quedar en papel mojado si el decreto no llega al BOE antes del periodo de admisi¨®n, normalmente a mediados de abril. Para curarse en salud, en el texto se estipula que, si las zonas no cambian a tiempo en algunas localidades, "continuar¨¢n aplic¨¢ndose las delimitaciones que estuvieren vigentes en el inicio del plazo oficial de presentaci¨®n de solicitudes". Ser¨ªa una contrariedad para el ministerio, ya que en el curso 1998-99 las competencias educativas estar¨¢n transferidas a las 10 comunidades que a¨²n no las tienen.

Cuanto m¨¢s amplias sean las zonas, m¨¢s se reduce el peso del domicilio en el baremo de admisi¨®n y, por tanto, m¨¢s importancia cobran los dem¨¢s criterios, que en muchos casos pueden ser decisivos. La existencia de hermanos en el centro incrementa su valor: por ejemplo, tener dos hermanos val¨ªa antes 4 puntos y ahora valdr¨¢ 7. Ser¨¢ una modificaci¨®n generalmente aceptada en la comunidad educativa. Junto a la proximidad y los hermanos en el centro, hay un tercer criterio prioritario, el de la renta familiar, cuyo peso (un m¨¢ximo de 2 puntos) no cambia.

El PP rescata de un real decreto aprobado en 1985 por el PSOE los criterios complementarios, que los socialistas suprimieron en 1993. Son la familia numerosa, la proximidad del domicilio profesional de los padres (s¨®lo en educaci¨®n infantil y obligatoria), la minusval¨ªa y "cualquier otra circunstancia libremente apreciada por el ¨®rgano competente del centro de acuerdo con criterios p¨²blicos y objetivos". Cada uno de los cuatro vale 1,5 puntos.

Prescindiendo de la "circunstancia libremente elegida", que permitir¨¢ al centro resolver casos sin necesidad de llegar al desempate, los criterios para deshacer la igualdad de puntos son el n¨²mero de hermanos matriculados y la proximidad del domicilio, por ese orden, justo el contrario que el establecido por los socialistas. El PP introduce una novedad como tercer criterio de desempate: la renta familiar per c¨¢pita. La ¨²ltima forma de desequilibrar la balanza y asignar plaza seguir¨¢ siendo el sorteo.

"Adscripci¨®n m¨²ltiple"

Otra modificaci¨®n relevante es la denominada "adscripci¨®n m¨²ltiple" de un centro de primaria a varios de secundaria. Al terminar primaria, los alumnos tienen derecho preferente a continuar sus estudios de secundaria en uno de los institutos adscritos, siempre que haya plazas. Actualmente, cada colegio est¨¢ vinculado a un solo instituto. La Administraci¨®n socialista implant¨® en Getafe (Madrid) una experiencia de adscripci¨®n m¨²ltiple que fue bien acogida por las familias por la posibilidad de elecci¨®n y los efectos de la competencia entre los centros.Con la nueva normativa, quienes prefieran solicitar un centro ajeno ya no perder¨¢n, como suced¨ªa antes, su derecho natural a seguir en uno de los adscritos si es que cambian de opini¨®n o no encuentran plazas. Es previsible que esta flexibilizaci¨®n conlleve complicaciones administrativas para cuadrar solicitudes y plazas, adem¨¢s de las dificultades propias de la coordinaci¨®n acad¨¦mica a varias bandas.