El metro usar¨¢ 800 c¨¢maras para grabar a los usuarios y evitar actos delictivos

, El metro estrenar¨¢ a partir del 1 de marzo un nuevo plan de seguridad. La medida, dise?ada por la Consejer¨ªa de Transportes, se basa en doblar la cifra de vigilantes privados -pasan de 140 a 292- y en aumentar la cifra de c¨¢maras de v¨ªdeo de 1.374 a 2.000. En breve, un 15% de estas c¨¢maras grabar¨¢ lo que suceda en el subsuelo. A final de a?o ser¨¢ el 40% (unas 800), seg¨²n fuentes de la comunidad."Es un avance de la ciencia. Se trata de un sistema parecido al que tienen los cajeros autom¨¢ticos o los bancos para disuadir a las personas con intenciones aviesas. No vamos a hacer p¨²blico qu¨¦ terminales graban, porque no queremos ayudar a los delincuentes", afirm¨® el consejero de Transportes, Luis Eduardo Cort¨¦s.

La instalaci¨®n de c¨¢maras para vigilar lugares p¨²blicos ha sido objeto de frecuentes pol¨¦micas. El alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, del PP, lanz¨® en 1994 la idea de colocar c¨¢maras en las calles, de la capital donde se registrasen m¨¢s delitos. El proyecto fue abandonado despu¨¦s de las cr¨ªticas lanzadas por el Gobierno central, entonces del PSOE.

La misma medida, sin embargo, parece menos controvertida si se aplica al subterr¨¢neo. "La grabaci¨®n implica una captaci¨®n de datos de car¨¢cter personal. Esto no est¨¢ prohibido en tanto que se realiza en un, espacio p¨²blico y su fin es la seguridad. Pero el destino, la difusi¨®n y el almacenamiento de estas grabaciones han de ser objeto de alg¨²n control especial, posiblemente a cargo de la Agencia de Protecci¨®n de Datos. Con eso bastar¨ªa", se?al¨® un magistrado del Tribunal Supremo a EL PA?S. "No es lo mismo tener c¨¢maras en la calle que en el metro. Si hici¨¦semos un refer¨¦ndum entre los usuarios, estoy seguro de que estar¨ªan encantados. No podemos dar marcha atr¨¢s", matiz¨® Cortes.

El incremento en la seguridad privada, cuyo coste ronda los 600 millones de pesetas (Metro dedica ahora 1.000 millones a este apartado), responde, en opini¨®n del consejero, a un intento de reducir la "inseguridad subjetiva". "Estamos cerca otra vez de una situaci¨®n psicol¨®gicamente mala, que va m¨¢s all¨¢ de la realidad. Pero, a diferencia de las medidas especiales que desplegamos de diciembre de 1995 a enero de 1996 [se aument¨® a 140 la dotaci¨®n de vigilantes privados], ahora vamos a poner en marcha un plan ordinario y permanente, cuyos primeros resultados conoceremos en abril y mayo. Los vigilantes tienen como misi¨®n facilitar la labor policial y reforzar la seguridad en esa aut¨¦ntica ciudad subterr¨¢nea de 120 kil¨®metros y un mill¨®n y medio de viajeros diarios", se?al¨® Cort¨¦s.

El trabajo de los nuevos vigilantes se dividir¨¢ en tres turnos. Sin armas de fuego, vestir¨¢n s¨®lo traje de faena -considerado m¨¢s marcial por los responsables de Metro- y llevar¨¢n porra, esposas y un radiotel¨¦fono.

PASA A LA P?GINA 3