'El gambito filipino'
Como capit¨¢n del equipo ruso, Kasp¨¢rov sab¨ªa muy bien lo que hac¨ªa en la primavera de 1992, cuando se pele¨® con las autoridades deportivas de su pa¨ªs para que le permitiesen jugar el gambito filipino: incluir en la selecci¨®n a un tierno aprendiz de 16 a?os en detrimento de grandes maestros consagrados. Tras la destrucci¨®n de la URSS, era la primera vez que Rusia jugaba con ese nombre. Kr¨¢mnik no defraud¨®; su brillante actuaci¨®n contribuy¨® de manera importante a la medalla de oro.Dos a?os m¨¢s tarde, Kasp¨¢rov siempre citaba a Kr¨¢mnik -junto al indio Anand- entre sus m¨¢s probables sucesores. Y en 1995 tom¨® una decisi¨®n de la que s¨®lo ¨¦l sabe si se ha arrepentido: contrat¨® a su disc¨ªpulo como analista para el Mundial contra Anand que se disput¨® en Nueva York.
Eso implicaba ense?ar a Kr¨¢minik muchos secretos del arsenal que Kasp¨¢rov s¨®lo hab¨ªa mostrado a sus m¨¢s ¨ªntimos colaboradores. Ambos se declararon despu¨¦s muy satisfechos de la experiencia conjunta.
Para entonces, el alumno ya le hab¨ªa dado a su antiguo maestro los disgustos suficientes para que ¨¦ste comprobase cu¨¢nta raz¨®n ten¨ªa en sus designios sobre aqu¨¦l.
Por ejemplo, en el torneo Estrellas del Kremlin de 1994: Kr¨¢mnik derrot¨® a Kasp¨¢rov de forma contundente en una bell¨ªsima partida que los espectadores, de pie, aplaudieron durante varios minutos.
E n mayo de 1996, Kr¨¢mnik volvi¨® a vencer a Kasp¨¢rov de forma inapelable en el torneo de Dos Hermanas, donde adem¨¢s se llev¨® el primer premio.
Kasp¨¢rov dice que quiere ser campe¨®n hasta el a?o 2000; Kr¨¢mnik asegur¨® en 1992 que estar¨¢ maduro para el t¨ªtulo hacia el a?o 1999. En sus momentos de debilidad, es probable que Kasp¨¢rov se arrepienta del gambito filipino.
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