La renuncia de Lorin Maazel a dirigir en el Real crea el temor a que otros artistas cancelen

E. F.-S. Tras la renuncia de Lorin Maazel para dirigir Parsifal el 18 de octubre, uno de los platos fuertes de la programaci¨®n, en el a?o de apertura del Teatro Real, agentes art¨ªsticos y profesionales de la m¨²sica temen la cancelaci¨®n de otros artistas contratados por Lissner -en cuya programaci¨®n aparecen nombres como Ren¨¦ Jacobs o Herbert Wernicke- antes de di n¨²tir como director art¨ªstico, del Real a principios de febrero. Cultura asegur¨® ayer que no hay motivos para ese temor y que el caso de Maazel es aislado.

Sin embargo, el nuevo gerente, Juan Cambreleng, que visit¨® el martes el Real, ha manifestado que, es posible que por cuestiones personales alg¨²n artista vinculado a Lissner suspenda su colaboraci¨®n con el teatro. La cancelaci¨®n de Maazel abre una inc¨®gnita sobre qui¨¦n lo sustituir¨¢ en la, direcci¨®n del Parsifal.

El director francoamericano escribi¨® su carta de renuncia el 3 de febrero y, remitida a Lissner, lleg¨® a Madrid el d¨ªa 11. En ella el director norteamericano indicaba que, al no. poder contar para la ¨®pera con la orquesta de la que es titular, la de la Radio de Baviera, no ten¨ªa, tiempo para los ensayos con una nueva. "Estoy muy ocupado poniendo", afirma el director en su carta de renuncia.

La dimisi¨®n de St¨¦pahne Lissner implica, por otra parte, la marcha de las dos personas que trajo para trabajar con ¨¦l: Eva Wagner, contratada. como asesora en producciones y artistas y F¨¦liz Lefebre, asesor para preparar pro ducciones. La indemnizaci¨®n que cobrar¨¢ Lissner al abandonar la Fundaci¨®n Teatro L¨ªrico ser¨¢ de quince millones de pesetas. Sus dos colaboradores cobrar¨¢n dos millones y medio cada uno.

Por otra parte, Tom¨¢s Marco, director general del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM) y ex miembro de la comisi¨®n ejecutiva del Real, se?al¨® ayer en la presentaci¨®n de la d¨¦cima y ¨²ltima edici¨®n del Festival Mozart que la apertura del Real supone una amenaza para los otros espect¨¢culos musicales de Madrid. "La apertura del Real replantea todo y hay que evitar que se convierta en el agujero negro de la m¨²sica espa?ola y acabe desplazando a otras cosas", afirm¨® Marco.