El viaje sin rumbo de Gonz¨¢lez de Caldas

La ¨²nica Liga que gan¨® el Sevilla data de 1946. Partido vibrante en el campo de Les Corts frente al Barcelona. Ese mismo a?o, un joven historiador llamado Antonio Dom¨ªnguez Ortiz publicaba su ensayo Orto y ocaso de Sevilla, enunciado que medio siglo despu¨¦s refleja fidedignamente lo que est¨¢ ocurriendo en uno de los equipos, con m¨¢s solera de todo el f¨²tbol espa?ol. M¨¢s que la historiograf¨ªa, encaja mejor el g¨¦nero de la picaresca para describir a algunos de los personajes que han llevado el club a un callej¨®n sin salida, a las puertas de una categor¨ªa, la Segunda Divisi¨®n, en la que el Sevilla no militaba desde hace un cuarto de siglo. Guzm¨¢n de Alfarache ser¨ªa hoy cronista deportivo del Sevilla F¨²tbol Club.V¨ªspera de san Blas

(2 de febrero de 1997)

Sevilla-Real Sociedad. Va a ser el ¨²ltimo partido de Jos¨¦ Antonio Camacho como entrenador del Sevilla. Dos del dos. Jornada 22. Inicio de la segunda vuelta. Desastre en la segunda parte. Huele a Segunda que apesta en Nervi¨®n. El equipo de Irureta hab¨ªa remontado los dos goles del Sevilla. De Pedro consigue el triunfo con un disparo espectacular. Hace falta un santero, y en el Sevilla se acuerdan de Carlos Salvador Bilardo. Hace cuatro temporadas dej¨® al equipo en puertas de la UEFA Rosendo Cabezas, manager general del Sevilla, se comunica telef¨®nicamente con Bilardo en Buenos Aires. El argentino se resiste. "Si gan¨¢s, sos Gardel, pero si no se te da, qued¨¢s crucificado", le responde al amigo que le hace la oferta.

Bilardo se decide

Todo un campe¨®n del mundo: M¨¦xico 86. Entrenaba a la Argentina que venci¨® a Alemania. Tres-dos. Uno de los goles, con la firma de Jorge Valdano. Otro campe¨®n del mundo tambi¨¦n hab¨ªa venido desde Am¨¦rica y se hab¨ªa vuelto a su lugar de procedencia. Roberto Gama de Oliveira, Bebeto. Campe¨®n del mundo con Brasil en el Mundial de Estados Unidos 94. Pichichi de la Liga espa?ola con el Deportivo. En el Sevilla s¨®lo jugar¨¢ seis partidos, sin marcar un solo gol. Nula renta para un fichaje por el que la directiva de Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez de Caldas pag¨® 500 millones de pesetas.

Es el sino de este equipo

Bilardo va a durar todav¨ªa menos que Bebeto. Es recibido como un h¨¦roe, como si Sevilla fuera Canudos y el narig¨®n viniera a disputar una reedici¨®n de, La guerra del fin del mundo. Quer¨ªan un milagro, pero Bilardo no hizo otra cosa que visitar a la Virgen del Pilar (derrota por 2-1 frente al Zaragoza) y al ap¨®stol Santiago (derrota por 2-0 frente al Compostela). Una victoria y tres derrotas. Triste despedida frente al Logro?¨¦s. Decide regresar a su pa¨ªs antes de que, en su propio refranero, lo crucifiquen.

Un cuarto de siglo sin padecer la Segunda

En realidad, el Sevilla pas¨® varios d¨ªas m¨¢s abajo a¨²n, descendido federativamente por decreto a Segunda B en el verano de 1995. La noticia como como la p¨®lvora el 1 de agosto de ese a?o y cay¨® como una bomba en la concentraci¨®n del equipo en el vergel gaditano de Sancti-Petri. Al Sevilla lo hab¨ªa dejado Luis Aragon¨¦s clasificado para la UEFA, pero el de Hortaleza fich¨® por el Valencia. Luis Cuervas, empresario dedicado al sector del juguete, contrat¨® para el banquillo a Antonio Oliveira, Toni, un portugu¨¦s culto, lector de Pessoa, estudiante de Derecho en Coimbra, toda su vida vinculado al Benfica, salvo un breve periodo entrenando al Girondins de Burdeos.

La bomba federativa acab¨® con Cuervas

El sevillismo se amotin¨®, pidi¨® cabezas y la pantomima de los presidentes lo salv¨® del quinario.

Deportivamente, el equipo empez¨® muy mal la temporada. A la octava jornada despidieron a Toni. El Sevilla perd¨ªa 0-3 con el Espanyol, entrenado por Camacho. El mismo domingo que se conmemoraban los 90 a?os de historia del club. Ya no estaba Cuervas. Se iniciaba un proceso sucesorio digno de ser novelado por un disc¨ªpulo de Robert Graves, o por Santiago del Campo, pintor, sevillista, autor del mural que preside la entrada al estadio -aparecen los escudos de equipos nacionales y extranjeros: el del Betis est¨¢ semioculto por el del Stade de Reims-, un artista que vivi¨® en Roma y conoce muy bien la fase de la descomposici¨®n del imperio. Yo, Claudio; t¨², Caldas.

Cuervas. Del Nido. Escobar. De Caldas

Cuatro nombres para una presidencia y un conde-duque de Olivares llamado Herminio Mern¨¦ndez, 43 a?os, antiguo medallista ol¨ªmpico -dos oros en pirag¨¹ismo- que se pone al frente de una nave que zozobra y va a la deriva. Ni en remo le han ganado al Betis, pese a que los remeros b¨¦ticos se quedaron sin el apoyo de Lopera. Bebeto debut¨® contra el Madrid. V¨ªsperas de fiesta. El brasile?o acab¨® cronol¨®gicamente con la ¨²nica racha positiva del Sevilla, tres victorias consecutivas (Valladolid, Bilbao, Extremadura). Robert Prosinecki debut¨® en el derby local contra el Betis. Cero-tres en Nervi¨®n para despedir el 96. El Sevilla tambi¨¦n fich¨® a un contrastado futbolista griego, Varsilis Tsartas, y al internacional argentino Almeyda, el fichaje m¨¢s caro en la historia de su pa¨ªs. El pobre hombre no ocultaba su perplejidad ante tanto dinero -1.200 millones de pesetas-, pero los directivos sevillistas se frotaban las manos porque hab¨ªan pujado por encima del Madrid.

Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, joven abogado que siempre fue el valido de Cuervas, su complemento jur¨ªdico, estaba en Eurodisney, el consulado parisiense del Pato Donald, cuando se conoci¨® el descenso a Segunda B. Francisco Escobar, ex presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, ocup¨® brevemente el sill¨®n presidencial en el palco de Nervi¨®n. Como ha ocurrido ahora con el relevo de Bilardo por Juli¨¢n Rubio, la temporada anterior confiaron en un hombre de la cantera, Juan Carlos ?lvarez, para enmendar la situaci¨®n del equipo.

Las cifras del Sevilla de Gonz¨¢lez de Caldas son catastr¨®ficas. Es uno de los equipos que m¨¢s dinero ha gastado en fichajes. En 21 de las 26 jornadas disputadas el Sevilla ha ocupado puestos de descenso directo. Y paralelamente a la situaci¨®n deportiva se han desarrollado una serie de historias adyacentes, desubtramas en la jerga de los autores venezolanos de culebrones. A Gonz¨¢lez de Caldas, personaje que se escapa a los clich¨¦s tradicionales del empresario sevillano, lo acusan sus detractores de enga?arlos y de haberse dejado enga?ar. Cuatro procesos judiciales se han puesto en marcha contra el en¨¦simo presidente sevillista relacionados con una cantidad de dinero -63 millones- no justificada, con una serie de irregularidades en la contrataci¨®n del futbolista argentino Colusso, procedente del Rosario Central y cedido al Cruz Azul mexicano, con una querella por injurias interpuesta por Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido y finalmente con el asunto del Mercedes y la miss.

Gonz¨¢lez de Caldas, de 44 a?os, tiene previsto casarse el pr¨®ximo martes con Sof¨ªa Mazagatos, 22 a?os, modelo que fuera Miss Espa?a. Se celebrar¨¢ en la m¨¢s estricta intimidad y fuera de Sevilla. No es s¨®lo un imperativo sentimental. Un portavoz del Foro Sevillista llam¨® a una emisora de radio y dijo que si se casaban en Sevilla acudir¨ªan a la ceremonia diez mil sevillistas, y no precisamente para echarle arroz a los novios y tararear la partitura nupcial de Mendelssohn. El juzgado que sigue una de las causas contra Gonz¨¢lez de Caldas estudiar¨¢ con qu¨¦ dinero le compr¨® el presidente sevillista a su novia un Mercedes adquirido en D¨¹sseldorf, la patria de otra modelo, Claudia Schiffer.

Caldas tiene fama de astucia en lo relativo a los asuntos econ¨®micos. El presidente del Sevilla lleg¨® a hipotecar el futuro del Betis cuando la inmobiliaria que presid¨ªa, Proinsur, estuvo a punto de comprar los terrenos en los que se ubica el estadio Benito Villamar¨ªn. Adelant¨® un dinero -300 millones- al eterno rival, que entonces presid¨ªa Gerardo Mart¨ªnez Retamero. "No sab¨ªamos que Caldas fuera sevillista, y tampoco era un dato relevante", dice un componente de la directiva b¨¦tica que realiz¨® la frustrada operaci¨®n de venta de los terrenos. "Entre otras cosas, porque el director general de Proinsur era muy b¨¦tico".

Este hombre siempre roza los descensos. El Betis de entonces se salv¨® en la ¨²ltima jornada -partido en Las Palmas- de descender a Segunda, pero un a?o m¨¢s tarde baj¨® de categor¨ªa en la promoci¨®n que disput¨® contra el Tenerife. "El dinero de Proinsur le vino muy bien al Betis en aquellos momentos, pero lo devolvi¨® religiosamente". Ahora se da la situaci¨®n inversa. Hay quien apunta que Ruiz de Lopera, presidente todopoderoso del Betis, el orto del ocaso sevillista, pod¨ªa hacerse con los destinos del Sevilla.

Un ex presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, pretende llevar a los tribunales por injurias a Gonz¨¢lez de Caldas. Otro ex presidente, Francisco Escobar, sigue siendo el accionista mayoritario, un 30% del total, casi el doble de las que posee el propio Gonz¨¢lez de Caldas. En cuanto a Cuervas, el ¨²ltimo presidente que llev¨® al Sevilla a la UEFA, seguramente esbozar¨¢ una sonrisa ante el curso actual de los acontecimientos.

Bebeto y Bilardo volaron a Am¨¦rica

Dos campeones del mundo. Los amantes del morbo se han perdido por una semana el duelo Valdano-Bilardo, un Valencia-Sevilla descafeinado con el relevo del banquillo. El entrenador m¨¢s cotizado en el panorama nacional, Jos¨¦ Antonio Camacho, sufri¨® un duro rev¨¦s en su palmar¨¦s. Prosinecki, campe¨®n de la Copa de Europa con el Estrella Roja, todav¨ªa se pregunta d¨®nde diablos se ha metido. Manuel Jim¨¦nez, mundialista en Italia, el m¨¢s veterano de la plantilla, est¨¢ a punto de convertirse en el futbolista que m¨¢s partidos ha jugado en la historia del Sevilla. Mal momento para celebraciones. Con 348, encuentros oficiales en la Liga, est¨¢ a un partido de Campanal II y a dos de Juan Arza para alcanzar esa marca personal.

Hay un complemento obvio en esta historia: la situaci¨®n del Betis, tercero en la Liga y en puertas de semifinales en la Copa del Rey. Esplendor y declive. Los b¨¦ticos tienen m¨¢s reciente la prueba del descenso. No hace sino dos a?os y medio que recuperaron la categor¨ªa a orillas del Arlanz¨®n tras ganarle al Burgos en El Plant¨ªo. El Sevilla tiene que hacer m¨¢s memoria. Hay un par de generaciones que siempre lo vieron en Primera. Y se preparan para lo peor el a?o que m¨¢s campeones del mundo han tenido en sus filas. Y m¨¢s de todo: fichajes, entrenadores (seis), presidentes (cuatro) y dentro de nada hasta presidenta.

El milagro cada d¨ªa se pone m¨¢s dif¨ªcil

Otros a?os siempre estaban pendientes de que los idus de mayo les resultaran propicios. Tuvieron que esperar a que el Deportivo venciera al Valencia en la final de Copa para asegurarse la presencia en la UEFA; debieron remover Roma con Santiago para que un a?o despu¨¦s Davor Suker volara en avioneta desde Croacia, donde se concentraba con su selecci¨®n, hasta Sevilla y pudiera jugar contra el temible... Salamanca el partido decisivo para la salvaci¨®n definitiva. Este a?o parece m¨¢s complicado. S¨®lo les queda rezar, pero el hist¨®rico capell¨¢n, Federico P¨¦rez Estudillo, se muri¨® en los inicios de la temporada.

A falta de 16 jornadas, el Sevilla tiene que torear a todo un miura. La met¨¢fora le resultar¨¢ familiar a Gonz¨¢lez de Caldas, que en una ¨¦poca lleg¨® a representar a Curro Romero. Dicen que le prepar¨® una retirada fara¨®nica, pero el temple del diestro de Camas fren¨® tanta osad¨ªa. Tambi¨¦n ha sido propietario de caballos y convive profesionalmente con el riesgo. Este a?o le han metido m¨¢s goles que a Monchi. Y sus goleadores se le escapan. En 26 jornadas, el Sevilla ha marcado 21 goles, s¨®lo dos m¨¢s que Davor Suker en el Madrid. Desech¨® algunos valores de su cantera que triunfan fuera: Carlos, el Carlitos aupado al primer equipo por el portugu¨¦s Toni, triunfa en el Mallorca y Yordi ya ha marcado 11 goles en el Atl¨¦tico de Madrid B que entrena Lobo Diarte, antiguo futbolista del Betis.

Vuelta a empezar

Sexto proyecto del segundo a?o. F¨®rmula casera contra el milagro for¨¢neo. Bilardo, no s¨®s como Gardel. S¨®s como Fittipaldi. El d¨ªa que perdi¨® contra el Logro?¨¦s y que el dan¨¦s Rytter dio en el banquillo una clase de tacos e improperios para perfeccionar su espa?ol, se disput¨® en Sevilla el marat¨®n. Bilardo, ?viste?, aprovech¨® la inercia y se fue corriendo.