Un matrimonio agrio
, Rara es la vez que el viejo rey Hussein de Jordania no sucumbe a la nostalgia cada vez que habla acerca del primer ministro israel¨ª Isaac Rabin. Evoca su memoria con una emoci¨®n que es genuina. Rabin era su amigo. Se confundieron en un abrazo en el desierto de Arava en el oto?o de 1994. All¨ª se comprometieron a desterrar el odio y, en palabras que hoy suenan a quimera, a transformar la aridez del paisaje com¨²n en un vergel de amistad y prosperidad mutuas. Cuando a Rabin lo mat¨® un jud¨ªo, el rey no escondi¨® las l¨¢grimas y sab¨ªa perfectamente que le estaban grabando para la televisi¨®n de todo el mundo.Pero no fue ni el triunfo de la derecha israel¨ª ni el inesperado advenimiento del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, en junio del ano pasado, lo que cambi¨® la percepci¨®n neopacifista del monarca. El rey ha estado librando una batalla pol¨ªtica con sus s¨²bditos, un 70% de los cuales son de origen palestino, para tratar de desdemonizar a Israel. Contra el rencor no hay ant¨ªdoto, es una frase que se atribuye a los cronistas de Oriente Pr¨®ximo desde la era de las Cruzadas. Convencer a los jordanos de que no todos los israel¨ªes personifican la causa del gran desastre ¨¢rabe ha sido una de las prioridades del rey y no le ha ido bien.
Poco despu¨¦s del pacto de paz firmado bajo la grata mirada de Bill Clinton en Arava, a Hussein le esperaba una sorpresa de origen un tanto sui generis: el sindicato de dentistas de Jordania aprob¨® un decreto prohibiendo el tratamiento de clientes jud¨ªos. Los dentistas se convirtieron as¨ª en la vanguardia de un rechazo a Israel.
El rechazo de los dentistas
"Curar las caries a un jud¨ªo es una traici¨®n a la causa ¨¢rabe", fue la explicaci¨®n que un odont¨®logo de izquierdas con vocaci¨®n islamista dio a EL PA?S en una curiosa entrevista en Anm¨¢n. Se sumaron los ingenieros, los banqueros, los acad¨¦micos y hasta los due?os de restaurantes, que forman un colectivo bastante expresivo en el Parlamento jordano.
Los agentes del turismo a?adieron diligentemente tinta al caso denunciando abusos como el robo de toallas de hoteles de Jordania y la profanaci¨®n de monumentos isl¨¢micos por gamberros jud¨ªos empe?ados en dejar iniciales y mensajes en hebreo. El turista israel¨ª, ilusionado por ver la magn¨ªfica ciudad de Petra, tuvo que cambiar de itinerarios ante la hostilidad de la calle jordana.
Esfuerzos por salvar la situaci¨®n no faltan. El rey Hussein, desde la inauguraci¨®n de los vuelos entre Israel y Jordania, ha Intentado mandar saludos a la torre de control central de Tel Aviv y, por su intermedio, "al pueblo hermano de Israel". Gestos como ¨¦sos no han cambiado el sentimiento general en Jordania, donde el afecto del trono a los antiguos enemigos es visto como un signo de debilidad y claudicaci¨®n. El Parlamento, donde existe fuerte presencia de los islamistas palestinos, le ha estado exigiendo al rey una revisi¨®n de tanta cordialidad hac¨ªa Israel. Incluso la televisi¨®n jordana transmite en directo las largas objeciones de la oposici¨®n a tanto af¨¢n de amistad con Israel.
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