Los 150 detenidos en La Guindalera presentan denuncia por malos tratos

Los 158 okupas detenidos y puestos en libertad provisional tras el desalojo el lunes de una f¨¢brica abandonada en el barrio de La Guindalera se personaron ayer todos juntos a fichar en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Madrid, muchos de ellos con sus padres. Endika Zulueta, abogado de la mayor¨ªa de los de tenidos -a los que se acusa de usurpaci¨®n de vivienda, des¨®rdenes y resistencia a la autoridad-, manifest¨® a Efe que los j¨®venes han interpuesto una denuncia por los malos tratos que sufrieron en las comisar¨ªas de Ventas y Moratalaz.Zulueta agreg¨® que est¨¢ pendiente otra denuncia por injurias contra el concejal de Salamanca, Fernando Mart¨ªnez Vidal, quien acus¨® a los detenidos de tr¨¢fico de drogas y de ser delincuentes. El ahogado declar¨® que los j¨®venes fueron sometidos a un trato vejatorio, que fueron cacheados, desnudados e introducidos en celdas donde no se les permit¨ªa salir al servicio. Las mujeres, seg¨²n Zulueta, fueron desnudadas por polic¨ªas masculinos.

Fuentes policiales negaron ayer rotundamente las acusaciones de malos tratos y recordaron que durante las detenciones 26 j¨®venes solicitaron el habeas corpus (derecho a comparecer inmediatamente ante el juez), pero que los magistrados se lo denegaron por haberse cumplido la legalidad en el arresto. Por su parte, el delegado del Gobierno, Pedro N¨²?ez Morgades, pidi¨® al movimiento okupa que no se deje utilizar, y se pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªa dejado de ser pac¨ªfico.

Historia de la f¨¢brica

El centro de La Guindalera naci¨® hace un a?o en lo que fue la antigua f¨¢brica de Confecciones Almudena, cerrada hace quince anos y propiedad del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Se trata de un edificio de cuatro plantas en el n¨²mero 7 de la calle del Marqu¨¦s de Ahumada.En ¨¦l no viv¨ªa nadie. Se celebraban conciertos y fiestas con grupos de m¨²sica ca?era. Tambi¨¦n hab¨ªa reuniones sobre temas como la legalizaci¨®n de la marihuana o la central nuclear de Almaraz, y talleres de cer¨¢mica, telares y pintura. Y ten¨ªan habilitado un rinc¨®n como teter¨ªa. "Un d¨ªa vinieron unos jubilados y nos confesaron que les daba miedo entrar; se quedaron alucinados cuando les invitamos a merendar chocolate", explican varias chicas.

Pero los conciertos, que provocaban ruido y suciedad en la calle durante toda la noche, se convirtieron en la pesadilla de muchos vecinos, que se quejaron al concejal Mart¨ªnez Vidal quien les acus¨® de "hacer negocio con fiestas sat¨¢nicas y antifascistas". Desde entonces, en cada protesta, los okupas van ataviados de diablos.