Una coincidencia casual

El Tribunal Militar Central orden¨® la puesta en libertad de Perote el mismo d¨ªa en que la Sala Tercera del Tribunal Supremo deliberaba sobre la desclasificaci¨®n de los documentos que el antiguo esp¨ªa se llev¨® del Cesid. Esta coincidencia en el tiempo es puramente casual, ya que ambos procedimientos tienen su propio ritmo y obedecen a l¨®gicas distintas. Al final, sin embargo, ser¨¢ inevitable que se influyan mutuamente.No en vano, los papeles cuya desclasificaci¨®n estudia el Supremo son los mismos que el juez Baltasar Garz¨®n incaut¨® el 8 de febrero de 1996 en la celda que el coronel Perote ocupaba hasta ayer en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid).

Los magistrados de la Sala Tercera ya han comprobado que estos documentos se corresponden, salvo diferencias poco significativas, con los guardados en los archivos del servicio secreto.

La deliberaci¨®n de ayer ten¨ªa por objeto determinar si el contenido de los llamados papeles del Cesid afecta o no a la seguridad del Estado. En el primer caso, el Consejo de Ministros habr¨ªa hecho bien cuando, el pasado 2 de agosto, se neg¨® a entreg¨¢rselos a los tres jueces que investigan la guerra sucia contra ETA. En el segundo caso, dicha negativa carecer¨ªa de base legal.

Pero si la Sala Tercera decide que los documentos que sustrajo Perote no afectan a la seguridad y defensa del Estado, no s¨®lo habr¨¢ que desclasificarlos, si no que dif¨ªcilmente podr¨¢ mantenerse en los mismos t¨¦rminos que ahora la acusaci¨®n que pesa contra el coronel.

El delito que se imputa al antiguo esp¨ªa, por el que el fiscal le pide 10 a?os de c¨¢rcel, es precisamente el de revelaci¨®n de secretos e informaciones relativas a la seguridad y defensa nacional, seg¨²n el C¨®digo Penal Militar.