El Sporting derrota al Valencia con justicia
El Sporting y el Valencia andan apremiados por las urgencias. El resultado de su clasificaci¨®n, remando unos contra corriente hacia Europa y viviendo otros en la frontera de los sustos, fue un partido atropellado, lleno de prisas y falto de esos jugadores con mando, imprescindibles para ordenar ideas y practicarlas.El Valencia, con toda la atenci¨®n ajena puesta en Ortega, ech¨® de menos un hombre de batuta. Cuando pudo sorprender al contraataque, la conexi¨®n no funcion¨®. Fue muy contado el peligro que origin¨®, mientras que el Sporting al que tambi¨¦n le cuesta conectar, sobre todo sin Lediakhov, tuvo las ¨²nicas ocasiones de gol en jugadas elaboradas.
Por dos veces, el ruso Cherischev prob¨® a Zubizarreta, antes de que Tom¨¢s dejara helado al guardameta vasco al filo del descanso. Su remate, un zurdazo inapelable prendido de un rechace en el ¨¢rea visitante, sac¨® el partido del atolladero y prepar¨® una segunda parte con los papeles bien definidos en el campo. No hubo tiempo a representarlos, porque el partido se decant¨® tras el descanso en apenas dos minutos. Primero, el Valencia tuvo el empate por dos veces en la jugada inicial, a manos de un remiso G¨¢lvez, y a rengl¨®n seguido, en el contraataque rojiblanco, Cherischev se consagr¨® rememorando el estilo de aquellos extremos de anta?o. Libr¨® el fuera de juego, sac¨® cuatro metros en carrera a sus rivales y le sirvi¨® a Luna el remate a gol.
El Valencia ten¨ªa por delante medio partido para echarle un remiendo al marcador. Fue entonces cuando el equipo de Valdano se puso en evidencia. Cay¨® presa de las prisas y de su propia falta de criterio. El Valencia se rindi¨® tras despreciar VIaovic un colosal regalo de Nikiforov. Acab¨® siendo el equipo valenciano Ortega y 10 m¨¢s. En realidad, eran s¨®lo el argentino y nueve cuando VIaovic no tuvo m¨¢s remedio que aprovechar otro regalo, ¨¦ste de Villarroya, para dar emoci¨®n a los ¨²ltimos minutos.
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