"Tenemos relaciones con m¨¢s de cien clubes de todo el mundo"
"Mi objetivo es que el Casino de Madrid vuelva a formar parte de la vida social y cultural de la capital. Y lo estamos consiguiendo", afirma satisfecho el diplom¨¢tico Manuel Garc¨ªa Miranda, presidente desde 1994 de esta veterana instituci¨®n que acaba de cumplir 160 a?os y que ha asentado su personalidad y singularidad en un hist¨®rico edificio situado en la calle de Alcal¨¢, 15, su sede desde 1913.Nieto de Natalio Rivas, el que fuera tambi¨¦n presidente del Casino en 1922, Garc¨ªa-Miranda, de 74 a?os, no ha dudado en aplicar la arriesgada fil¨®sofia de renovarse o morir. Con ella ha logrado sacar a este centro social cultural y recreativo del letargo en el que estaba sumido desde hace d¨¦cadas. Su antepasado se revolver¨ªa en la tumba si supiera que muchos casinistas practican culturismo en el moderno gimnasio del que disponen o que ha sido su sucesor quien ha inaugurado la peluquer¨ªa de se?oras, un detalle osado si se tiene en cuenta que la entrada de mujeres estuvo vetada hasta finales de los a?os setenta.
Pregunta. Su llegada a la presidencia ha revolucionado el ambiente del Casino, ?c¨®mo se lo han tomado los socios veteranos?
Respuesta. Hemos perdido una parte de la esencia casinista, que es la privacidad, porque realizamos numerosas actividades sociales para explotar las instalaciones con las que contamos. Para compensar a los socios veteranos hemos rehabilitado una planta, la de la biblioteca, para dar refugio a quienes no quieran participar del movimiento multitudinario de otros salones del Casino. Y lo han aceptado bien. Aman esta instituci¨®n y quieren que sobreviva aunque haya que hacer sacrificios.
P. ?Qu¨¦ actividades culturales oferta el Casino?
R. Hemos puesto en marcha un foro de opini¨®n en el que participan intelectuales y pol¨ªticos para debatir los temas que m¨¢s preocupan a la sociedad. y organizamos conciertos-cena en nuestros espl¨¦ndidos salones.
P. ?Y los proyectos futuros?
R. Nos estamos preparando para el siglo XXI. Estamos en una sociedad viajera y hemos establecido relaciones con m¨¢s de cien clubes en todo el mundo para que cuando nuestros socios viajen puedan utilizar sus instalaciones. Dentro de poco dispondremos de un club de campo para que los casinistas puedan practicar deporte.
P. ?Ha notado si los madrile?os, los que no son socios, se interesan por el Casino?
R. S¨ª, sobre todo en el ¨²ltimo a?o. Recibimos infinidad de solicitudes de inscripci¨®n.
P. ?Hay reticencias por la participaci¨®n femenina?
R. Queremos que su presencia sea cada vez mayor. Curiosamente, los problemas han surgido con clubes extranjeros, sobre todo los de tradici¨®n inglesa. No hemos podido llegar a un acuerdo porque ellos no permiten de ninguna manera el acceso femenino.
P. ?Qu¨¦ ofrece el Casino a los madrile?os que no puedan encontrar en otros clubes?
R. La sociabilidad. La discusi¨®n de las ideas m¨¢s enfrentadas aqu¨ª no ha afectado a la amistad de los casinistas.
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