El lugar del siniestro se convirti¨® en un "infierno de sangre, gritos y chatarra"

Un "espect¨¢culo horroroso", un "infierno" de "sangre, gritos y chatarra", un "terremoto"... Con frases como ¨¦stas describ¨ªan anoche los pasajeros del Miguel de Unamuno y los vecinos de Uharte-Arakil que se trasladaron, antes incluso de que llegaran los equipos de rescate, a socorrer a los accidentados el lugar del siniestro. Un camionero que se dispon¨ªa a salir de un bar cercano salv¨® la vida por los pelos. Uno de los vagones se empotr¨® en la cabina del cami¨®n que hab¨ªa dejado cerca para jugar una partida de mus en un bar cercano.

El cami¨®n estaba aparcado en una explanada enfrente del lugar donde descarril¨® el tren y uno de los vagones se empotr¨® contra la cabina. El conductor hab¨ªa terminado su partida de mus en un bar a pocos metros del lugar del siniestro. Se dispon¨ªa a abandonar el local cuando se oy¨® "un impacto muy fuerte". "Salimos a la calle y vimos una humareda terrible", coment¨® la due?a del bar. "Estamos vivos de milagro", a?adi¨® impresionada.La navarra Maribel Burgui, que hab¨ªa subido al tren poco antes, en Castej¨®n, con su marido y su hijo, relat¨® que el primer impacto la "despidi¨® del asiento". "V¨ª a mi hijo dando botes mientras las maletas volaban por el aire". Susana Acera, de Ir¨²n, ven¨ªa de Pe?¨ªscola de pasar las vacaciones. Sinti¨® "como un terremoto", pero no tuvo la sensaci¨®n de que el tren fuera a excesiva velocidad. Idurre Mosquera, de Zarauz (Guip¨²zcoa), que viajaba con su hermana, s¨ª sinti¨® que "el tren iba a gran velocidad". "Desde hace tiempo ven¨ªamos dando saltos. De repente, se cayeron las maletas y se rompieron los cristales. La gente chillaba, ca¨ªdos unos encima de otros", agreg¨® la joven, que viajaba en el primer vag¨®n; "el que mejor qued¨®, dentro de lo que cabe". Volcaron tres vagones y el cuarto se atraves¨® en la v¨ªa.

Los pasajeros que lograron salir por su propio pie intentaron socorrer a los heridos. Pocas horas despu¨¦s, a un lado de la v¨ªa empezaron a alinear los cad¨¢veres, que hoy ser¨¢n trasladados a Pamplona.