Rico: "Se te va a pedir que des la medida de la casa"

Con sus flamantes chaleco y corbata blancos, con voz clara y firme, Francisco Rico recibi¨® con alborozo a su nuevo colega y amig¨®. Un amigo, precis¨®, utilizando palabras del poeta Gil de Biedina, de "alma naturalmente literaria".De Yndur¨¢in el mozo -para diferenciarlo de su padre, Francisco Yndur¨¢in, ya fallecido, y recordado en el acto de ayer, pues "en el oscuro caser¨®n de la universidad espa?ola de la posguerra pocos hombres hicieron m¨¢s que Yndur¨¢in padre por mantener el brillo..."-, del joven Yndur¨¢in, resumi¨® Rico saberes y honores, vocaciones y bibliograf¨ªas, esbozando as¨ª el perfil del nuevo acad¨¦mico: "Los saberes, las actitudes, la disciplina filol¨®gica que bebi¨® en tan copiosas fuentes, no le han hecho convertirse jam¨¢s en un profesional a costa de perder la envidiable condici¨®n de aficionado ".

Y es que, aclar¨® Rico, "Yndur¨¢in es el reverso exacto de esa caricatura del profesional: aficionado de pies a cabeza, de la ma?ana a la noche, con las herramientas del especialista cuando le conven¨ªa, pero con la pasi¨®n, la tenacidad, el gusto fecundamente caprichoso del aficionado". Y as¨ª, en el teatro, en la poes¨ªa, en la prosa "ha andado todas las sendas y veredas de las lenguas y de las letras espa?olas".

Pero aunque la ocasi¨®n requer¨ªa que las palabras de Rico fueren elogiosas, quiso ¨¦ste recordarle que a la Academia se ven¨ªa a trabajar. "La casa, bien se ve, es a tu medida, pero tambi¨¦n te va a pedir que des la medida de la casa. Del diccionario hist¨®rico al escolar, de las publicaciones tradicionales a los nuevos soportes y veh¨ªculos de la informaci¨®n, hay aqu¨ª mucho que hacer, y puedo asegurarte que vale la pena. La Academia pone en t¨ª la m¨¢s cierta esperanza y te acoge, de verdad, con los brazos abiertos".