Divorciarse a los 60

Los divorcios entre personas de m¨¢s de 60 a?os han aumentado. En 1986 hab¨ªa en Espa?a 7.672 personas divorciadas con edades comprendidas entre los 60 y los 70 a?os. En 1991 sumaban 12.344, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), los ¨²ltimos de que se dispone.Luis Zarraluqui, abogado y presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abogados de Familia, lo explica de esta manera: "Es consecuencia de la mejora de la salud, de la prolongaci¨®n de la vida y de la anticipaci¨®n de las jubilaciones. Se ha creado un estatus nuevo que antes no se daba".

En todos los tramos de edades ha aumentado en Espa?a el n¨²mero de personas divorciadas. De 81.378 en el censo de 1986 se pas¨® a 156.311 divorciados cinco a?os m¨¢s tarde, aunque no hay datos de a qu¨¦ edad se han ido divorciando las parejas, los expertos como Zarraluqui lo han detectado como un fen¨®meno nuevo el hecho que de que las parejas se separan incluso despu¨¦s de la jubilaci¨®n. Los conflictos en la edad madura, una vez perdido el v¨ªnculo laboral, son considerados por los expertos como un fen¨®meno nuevo estrechamente relacionado con el aumento de la media de esperanza de vida, que en Espa?a alcanza los 76 a?os, una de las m¨¢s altas del mundo.

Jubilado de 62 a?os, fuerte como un roble, con la cabeza limpia, con energ¨ªas, pero sin un hobby o un grupo de amigos, y que en vez de irse a la oficina, pasa 10 horas dentro de casa. As¨ª describe el modelo de esta situaci¨®n Luis Zarraluqui. Y a?ade: "Antes la gente de 60 a?os ya estaba f¨ªsicamente mal, las expectativas de vida eran cortas y la jubilaci¨®n no llegaba hasta los 70 a?os. Ahora nos encontramos con que hemos creado una situaci¨®n nueva".

Francisco Guill¨¦n, jefe de geriatr¨ªa del hospital de Getafe (Madrid) y presidente de la Comisi¨®n Nacional de la Especialidad de Geriatr¨ªa, comenta: "Los conflictos en las parejas se dan porque la forma de vida cambia. Aunque la jubilaci¨®n deber¨ªa contribuir a aumentar la solidez en las parejas ya s¨®lidamente formadas, puede ocurrir que aparezcan tensiones dormidas entre ambos c¨®nyuges, que el ajetreo diario no dejaba ver. Los conflictos latentes y tapados por la actividad extramatrimonial aparecen".

Cambio brusco

"La jubilaci¨®n supone un cambio brusco en el modo de vida. Se pierde uno de los v¨ªnculos m¨¢s fuertes, el trabajo", afirma Guill¨¦n. Seg¨²n explica, "la jubilaci¨®n es un momento delicado, m¨¢s para el hombre que para la mujer. Sobre todo en las generaciones anteriores". Y aclara: "La mujer no se jubila nunca, nunca deja de ser ama de casa. Tiene unos roles muy def¨ªnidos".

Las energ¨ªas vitales son depositadas por el jubilado en lo que ¨¦l piensa que es una actitud bienintencionada: ayudar a la mujer. "En realidad lo que hace es estorbar. No le deja ver la telenovela, ir una horita al bingo o hablar mucho por tel¨¦fono", ejernplif¨ªca Zarraluqui.