Bienvenidos al futuro

Sin menosprecio del mont¨®n de grupos que actuaron ayer, sin duda lo m¨¢s impactante corri¨® a cargo de dos estrellas procedentes del peculiar universo de Los ?ngeles. Un negro furibundo y un blanco iluminado ofrecieron los puntos ¨¢lgidos de la noche y situaron de paso a una concurrencia que se lo est¨¢ pasando en grande a las puertas del siglo que comienza. Por la tarde y a¨²n con luz hac¨ªa su aparici¨®n Body Count, el veh¨ªculo hard rockero del rapero Ice-T. Esta megaestrella de la negritud musical estadounidense acud¨ªa a Festimad a presentar su ¨²ltimo ¨¢lbum, Violent demise, y a dar una buena descarga de m¨²sica nacida al calor de una de las ciudades en las que la violencia y la injusticia conviven con poblaci¨®n de diversas razas. El discurso de Ice-T est¨¢ plagado de provocaciones que en los Estados Unidos pueden ser bastante violentas, pero que en Espa?a, al no saber ingl¨¦s buena parte del p¨²blico, se quedan s¨®lo en parte del espect¨¢culo.No obstante, el rapero apareci¨® junto a una solid¨ªsima banda que practica un punk-rock sin contemplaciones, macizo y en el que las guitarras pueden considerarse realmente asesinas Ayudado por dos cantantes, Ice-T desgran¨® lo m¨¢s exaltado de su repertorio, del que destacan t¨ªtulos como Kkk bitch, Bring it to pain y un tremendo Cop killa, que como su propio nombre indica es una canci¨®n de aviesas intenciones. Mr. T. pod¨ªa haberse ahorrado gran parte de la charla que ofreci¨® al p¨²blico, m¨¢s preocupado en divertirse y bailar. No obstante, tuvo un punto cuando sac¨® a su hijo de cinco a?os al escenario y record¨® a alguna que otra folcl¨®rica espa?ola.

El plato fuerte de la noche lo ofreci¨® uno de los mozart que ha dado la m¨²sica pop. El tambi¨¦n angelino Beck se sent¨ªa extra?ado de que, en anteriores actuaciones, en nuestro pa¨ªs, no hubiera entusiasmado. De tal modo, en esta ocasi¨®n ofreci¨® un pedazo de concierto que ya le acerca a cl¨¢sicos tales como Elvis Presley o James Brown. Tal fuera la concepci¨®n de espect¨¢culo que este individuo bajito y malvestido fue capaz de construir con una banda impresionante, en la que destac¨® en un solo incre¨ªble el disc jockey Swamp en un no muy largo concierto, Beck conect¨® de inmediato con su p¨²blico, al que regal¨® los mejores momentos de toda su discograf¨ªa, haciendo especial hincapi¨¦ en su ¨²ltimo disco, Odelay.

En este caso, hab¨ªa optado por conceder m¨¢s valor a los sampler y otros avances tecnol¨®gicos, en detrimento de la crudeza de guitarras. Su concierto fue un ejemplo de eclecticismo admirable, en el que cupo desde el blues con arm¨®nica de 1 ft. in the grave hasta el m¨¢s rabioso punk de Burnt o. -peer, pasando por su mejor creaci¨®n, aquella que hab¨ªa negado siempre al p¨²blico espa?ol en sus, anteriores visitas y que supone lo mejor de toda su obra: Loser.

Beck encant¨® a los presentes, les hizo bailar, mover los brazos y cantar estribillos que, la verdad, es dif¨ªcil aprenderse si uno no est¨¢ familiarizado con los vericuetos del hip hop. ?l, as¨ª como Body Count, se?alan la senda de lo que es ya el rock del presente y del inminente siglo que comienza. Ambos son un paso hacia el futuro. Bienvenidos a ¨¦l.