Palabras de un inocente

El sectarismo y el manique¨ªsmo han determinado durante muchos a?os la suerte cr¨ªtica de Gast¨®n Baquero. En los ¨²ltimos tiempos las cosas parec¨ªan haber cambiado, aunque no lleg¨® a traducirse en ning¨²n reconocimiento digno del autor. Porque Baquero (1918) ha sido uno de los grandes poetas cubanos de este siglo, un poeta imprescindible de la lengua, que ha sabido alcanzar una visi¨®n propia del mundo y un sistema expresivo espec¨ªfico, muy personal.Su obra es grandiosa en sus mejores momentos -y eso puede decirse de pocos discursos po¨¦ticos actuales-, omnicomprensiva, misericordiosa en lo amplio y generoso de su abrazo a lo real. Esta voz se apropia lo mismo de los mitos b¨ªblicos que de los egipcios, de los mitos griegos y de los arquetipos, pasados y presentes, de la historia de Europa. Resuena esta voz con acentos negros y africanos, pero sabe incorporar tambi¨¦n los timbres de la liturgia cat¨®lica. Dialoga con la reina Nefertiti y con Felipe II, con la profetisa Casandra y con los profetas del Antiguo Testamento, con Oscar Wilde y con los bailaores flamencos de Sevilla. Re¨²ne en el espacio del poema a Agamen¨®n y a Juliano el Ap¨®stata, a Anaximandro y a Marcel Proust. Poes¨ªa de la cultura, s¨ª, pero no de la erudici¨®n, que se asoma tambi¨¦n a otros territorios; donde una rosa entrevista en Villalba se convierte en todas las rosas, donde las mariposas velan el sue?o de los muertos, donde el viento de Trieste canta "la pena de las estrellas", su "guerra incesante".

Como dice el gran poema Memorial de un testigo, el poeta es el ser que tiene toda la memoria del mundo y todo lo registra. y lo graba desde la inocencia esencial del ni?o, f¨®rmula ¨¦sta deudora de la sensibilidad de las vanguardias (dada¨ªsmo, surrealismo), a la que Baquero da cumplida expresi¨®n en el enorme poema Palabras escritas en la arena por un inocente. Memoria e inocencia: dos perspectivas, dos temas, dos visiones. Desde ellas se explica en buena medida, y en lo que es explicable, esta poes¨ªa fraternal y solidaria con todo lo existente y con todo lo que ha existido.

Baquero tiene la facultad, que s¨®lo tienen los poetas verdaderos, de unir lo pr¨®ximo y lo remoto, lo distante y lo cercano, lo alto y lo bajo. Eso lo consigue, sobre todo, en sus poemas de m¨¢s amplio aliento versicular. Se dir¨ªa a veces que su vers¨ªculo es una mezcla de Claudel y Neruda. No cabe desconocer el ascendiente de Lezama sobre esta poes¨ªa, pero su m¨²sica es propia, personal, definida como est¨¢ por un sentido ritual, incantatorio, m¨¢gico, s¨ª, que mece las palabras y los ritmos en fusi¨®n felizmente consoladora.