La sanidad catalana, al borde de la par¨¢lisis

MILAGROS P. OLIVA Converg¨¨ncia i Uni¨® necesita incrementar el presupuesto sanitario de la Generalitat de Catalu?a por lo menos en 50.000 millones de pesetas anuales. Mejorar la financiaci¨®n de la sanidad figuraba entre los objetivos prioritarios de la coalici¨®n en la negociaci¨®n que mantuvo con el PP para la investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar como presidente del Gobierno, pero ¨¦ste es el punto en que la coalici¨®n nacionalista ha cosechado su mayor fracaso.

El d¨¦ficit que viene acumulando Catalu?a ha colocado al departamento de Sanidad al borde de la par¨¢lisis. En 1996 tuvo que aplazar hasta enero el pago de los ¨²ltimos dos meses por falta de liquidez. La carga financiera se ha comido en los ¨²ltimos a?os buena parte de los recursos previstos para inversiones, y los proveedores cobran con 367 d¨ªas de retraso.Ni el presidente Jordi Pujol ni el consejero Eduard Rius han querido revelar nunca la cuant¨ªa del d¨¦ficit. Sin embargo, un informe realizado por el Grupo Parlamentario Socialista a partir de los datos confidenciales de la Central de Balances, un organismo en el que depositan sus cuentas los centros sanitarios, indica que a finales de 1995 el d¨¦ficit del departamento de Sanidad ascend¨ªa ya a 190.000 millones, al que hab¨ªa que a?adir otros 96.000 millones acumulados por los hospitales concertados porque Sanidad les paga tarifas inferiores al coste real de la asistencia.

Si se tiene en cuenta que la sanidad representa el 33% del presupuesto total de la Generalitat, se comprende que ¨¦ste sea un objetivo prioritario de CiU, aunque en esta reivindicaci¨®n no est¨¢ sola. Andaluc¨ªa arrastra un d¨¦ficit de proporciones similares, si no mayores, y otras comunidades que asumieron competencias m¨¢s tard¨ªamente van por el mismo camino. La estricta contenci¨®n del gasto mantenida por la ministra ?ngeles Amador en los dos ¨²ltimos a?os de la legislatura socialista coloc¨® al Insalud en mejor posici¨®n en cuanto a d¨¦ficit, pero tambi¨¦n lo descapitaliz¨® m¨¢s.

En diciembre de este a?o concluye la vigencia del actual modelo de financiaci¨®n, y el ministro de Sanidad no ha formulado a¨²n ninguna propuesta global. S¨®lo ha avanzado que el actual sistema de reparto, basado s¨®lo en el porcentaje de poblaci¨®n, se corregir¨¢ con tres nuevos criterios: envejecimiento de la poblaci¨®n, docencia y atenci¨®n de los desplazados.

Un estudio realizado por el economista Guillem L¨®pez calcula que la aplicaci¨®n de estos correctivos significar¨¢ para Catalu?a apenas un incremento de 18.000 millones anuales. Hasta los 50.000 que, seg¨²n CiU, Catalu?a necesita queda un largo trecho. Parece dif¨ªcil, por otra parte, que el Gobierno acceda a reconocer un d¨¦ficit oculto en sanidad, porque comprometer¨ªa la imagen de Espa?a ante el examen de Maastricht. De modo que la ¨²nica salida ser¨ªa acordar para los pr¨®ximos a?os un incremento del presupuesto sanitario por encima del PIB. ?Cu¨¢nto? Esa es la gran cuesti¨®n. Cada punto que el presupuesto sanitario espa?ol crezca por encima del PIB representa un aumento de 35.000 millones a repartir entre todos.

Sea como sea, la Generalitat seguir¨¢ teniendo un problema. El modelo sanitario catal¨¢n es v¨ªctima de financiaci¨®n insuficiente, como el resto de Espa?a, pero todas las fuentes coinciden en que es m¨¢s caro y acumula un d¨¦ficit adicional que la Generalitat deber¨¢ afrontar con sus propios medios.