La Junta y las cajas de Castilla y Le¨®n bloquean la fusi¨®n Ebro-Azucarera

La proyectada fusi¨®n entre las dos primeras empresas azucareras espa?olas, Ebro y General Azucarera, se encuentra paralizada y sin que los consejos de las dos sociedades avancen en el calendario previsto, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a las empresas. El motivo es la tensi¨®n generada por las primeras valoraciones de ambas compa?¨ªas, que otorgan una participaci¨®n mayoritaria en la futura sociedad a accionistas extranjeros (24% para el grupo Torras-KIO y 21% para la francesa G¨¦n¨¦rale Sucri¨¨re).Este hecho, para la Junta de Castilla y Le¨®n y para las cajas castellanas, es inaceptable. Adem¨¢s de esas participaciones, durante los ¨²ltimos d¨ªas han circulado intensos rumores apuntando que G¨¦n¨¦rale Sucri¨¨re est¨¢ comprando acciones de Ebro en la Bolsa. El otro accionista extranjero presente en la operaci¨®n es el grupo brit¨¢nico Tate and Life, que posee un 6% de Azucarera, si bien tras la fusi¨®n ese paquete quedar¨ªa reducido a poco m¨¢s del 2%.

Portavoces del consejero de Agricultura de la Junta de Castilla y Le¨®n, Jos¨¦ Val¨ªn, confirmaron ayer su oposici¨®n "a cualquier fusi¨®n que no asegure la mayor¨ªa de capital espa?ol de la futura empresa". La postura de la Administraci¨®n castellanoleonesa obedece al temor a un posible pacto de G¨¦n¨¦rale Sucri¨¨re para la compra del paquete de KIO, lo que le otorgar¨ªa la mayor¨ªa del capital. A pesar de ello, KIO anunci¨® en enero pasado su deseo de no vender su paquete y continuar como accionista de referencia en la empresa resultante.

Las reticencias de la Junta, que preside Juan Jos¨¦ Lucas, del PP, son compartidas por la Caja de Salamanca -propietaria del 24% del capital de Azucarera, y, junto con Caja Espa?a, del 5% de Ebro- y algunos gestores de Azucarera, que se apoyan en la sensibilidad de m¨¢s de 25.000 familias que dependen en la regi¨®n del cultivo de remolacha.

El acuerdo de fusi¨®n fue aprobado por las dos empresas el 20 de diciembre pasado, pero apenas 15 d¨ªas despu¨¦s el Banco Santander vendi¨® su paquete en General Azucarera (14%) a G¨¦n¨¦rale Sucri¨¦re, que alcanzaba as¨ª el 20,7% del capital de la empresa.

Como respuesta a ese movimiento, los representantes de las dos entidades financieras castellanas consiguieron, con el apoyo de consejeros de la empresa, que el consejo de Azucarera aprobara una resoluci¨®n defendiendo su "car¨¢cter nacional".

Tambi¨¦n intentaron lo propio en la junta que Ebro celebr¨® en Barcelona, ante la perplejidad de varios centenares de peque?os accionistas presentes en la sala. En la capital catalana los inversores conviven desde hace a?os con el hecho de que el principal accionista de Ebro es el grupo ¨¢rabe KIO, con un 34%, sin que esto haya generado pol¨¦mica alguna.

Lucha por la sede

La siguiente batalla se centr¨® en la elecci¨®n de la sede social de la futura empresa fusionada, Barcelona, Madrid o Valladolid. El debate sobre este tema, que seg¨²n algunas fuentes se activ¨® por motivaciones pol¨ªticas, llev¨® al presidente de Ebro, Manuel Guasch, y a los sindicatos, a pedir la intervenci¨®n del ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, y del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.?ste ¨²ltimo apoya la permanencia de la actual sede de Ebro en Barcelona y, a instancias del sindicato mayoritario en Ebro, CC OO, ha dirigido una carta en ese sentido al ministro de Econom¨ªa.

Mientras tanto, los ejecutivos de Ebro lanzaron una propuesta que intentaba ser de consenso, pero que no dejaba de levantar suspicacias: sede social en Barcelona, sede fiscal en Valladolid. Este debate ha quedado superado por la par¨¢lisis de la fusi¨®n.