90 fanegas para ver a Richard Gere
Campo Real asume sus escasas posibilidades de acoger un aeropuerto
El cielo de Campo Real nunca llega a ser del todo azul por despejado que est¨¦ el d¨ªa. Cada vez que levanta la vista alguno de los labradores que destripan los terrones de las 90 fanegas (30 kil¨®metros cuadrados) reservadas por la Comunidad para, en un futuro, hacer posible un segundo aeropuerto, puede leer las divisas de un avi¨®n o seguir su estela de espuma a¨¦rea. El cielo del pueblo sirve de sala de espera a los aviones que van a Barajas y desde all¨ª enfilan las pistas buena parte de las aeronaves.Los 2.500 habitantes del pueblo no apoyan como una sola alma las ocho pistas del hipot¨¦tico aeropuerto. Ni mucho menos. Unos defienden la tranquilidad buc¨®lica s¨®lo rota por los turistas el fin de semana. Otros prefieren puestos de trabajo y "vida para el pueblo".
Un grupo de hombres entrados en a?os se lanza puyas bajo los ¨¢rboles de la plaza. A Ignacio, de 78 a?os, le parece muy bien no tener que desplazarse hasta Barajas para tomar un avi¨®n. "Pero si t¨² no vas a ir a ning¨²n lado", le ningunea Luis, cuatro a?os mayor. "?Y t¨² qu¨¦ sabes?", se exalta el otro. "Si alg¨²n d¨ªa viene el aeropuerto, se acab¨® el pueblo", zanja otro contertulio. Justa Santos, en cambio, piensa que ser¨ªa muv bueno un aer¨®dromo para Campo Real. Ella lleva sus 58 a?os "fregando para todo el mundo" y cree que habr¨ªa muchos nuevos puestos de trabajo. Ella y todos los habitantes preguntados se?alan a los herederos de Mariano Bus¨® como los mayores propietarios del suelo que se expropiar¨ªa para el posible aeropuerto.
El alcalde, el independiente Mariano Alonso, matiza que la propiedad est¨¢ muy dividida. No le sorprende que Fomento descarte, de momento, la opci¨®n de Campo Real. "Nunca nos han dicho nada oficialmente". De momento, todos los terrenos reservados son agr¨ªcolas y no se pagan a m¨¢s de 200 pesetas el metro cuadrado. Jes¨²s Delgado, de 46 a?os, dice que a medio mill¨®n la fanega (3.333 metros cuadrados) para plantar cebada o girasol.
"La fama ya la tenemos", dice la concejala Mar¨ªa Isabel Berab¨¦, de 38 a?os, en su puesto de venta de aceitunas y encurtidos. Las olivas que dan nombre al pueblo vienen de C¨¢ceres, porque se va abandonando el cultivo. Cree que un aeropuerto traer¨ªa m¨¢s ruidos, pero encuentra un jocoso argumento en su favor. Las mujeres de Campo Real podr¨ªan sacarle un buen rendimiento visual: "Nos iremos all¨ª a ver a Richard Gere".
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