El arte y la generaci¨®n del 98 se unen en una exposici¨®n en v¨ªsperas del centenario

Las conmemoraciones del centenario de la generaci¨®n del 98, como suceso hist¨®rico y cultural, comenzaron ayer con la exposici¨®n Paisaje y figura del 98, abierta hasta el 13 de julio en la Fundaci¨®n Central Hispano, de Madrid (Marqu¨¦s de Villamagna, 3). El montaje re¨²ne un centenar de pinturas, dibujos, grabados, esculturas y documentos literarios para demostrar el paralelismo entre la literatura y las artes pl¨¢sticas en la generaci¨®n de artistas y escritores marcados por el A?o del Desastre. En la muestra figuran los artistas que tuvieron una relaci¨®n directa con los escritores en aspectos de la Espa?a negra y el paisaje.

En v¨ªsperas del centenario, he aqu¨ª una muy ambiciosa muestra art¨ªstica sobre el 98, la que con el t¨ªtulo de Paisaje y figura del 98 se exhibe en la sede de la Fundaci¨®n Central Hispano, de Madrid. Que los responsables de la misma sean Javier Tusell y ?lvaro Mart¨ªnez Novillo, respectivamente uno de nuestros m¨¢s notables historiadores de la Espa?a contempor¨¢nea y cuyas vinculaciones con el mundo del arte no hay que ponderar siendo p¨²blicas y notorias, y un director de museos, hoy principal encargado del Centro Cultural del Conde Duque, garantizan de entrada la calidad del proyecto.En este sentido, las expectativas se cumplen, ya que se han reunido para la ocasi¨®n casi un centenar de cuadros, m¨¢s una serie de dibujos y documentos y hasta una peque?a representaci¨®n escult¨®rica, entre cuyos autores se cuentan los m¨¢ximos protagonistas del arte noventayochista, como Beruete, Regoyos, Zuloaga, Sorolla, Guti¨¦rrez Solana, Echeverr¨ªa, Maeztu, Ricardo Baroja, Iturrino, Rusi?ol, Valent¨ªn de Zubiaurre, Uranga, Arteta y otros.

Por otra parte, hay que se?alar que, con buen criterio, se ha adjuntado una representaci¨®n del arte belga contempor¨¢neo -Meunier, Van Rysselberghe, Degouve de Nuncques-, ya que no s¨®lo visitaron Espa?a de la mano de Regoyos, sino que, con Verhaeren, contribuyeron a formalizar la imagen de la Espa?a negra.

Conflicto

Por lo dem¨¢s, quien conozca el arte espa?ol de finales del siglo XIX, sus relaciones con la generaci¨®n de 1998 y, en general, con la cultura de ese conflictivo momento hist¨®rico en nuestro pa¨ªs y fuera de ¨¦l, sabr¨¢ que el tema no es, ni mucho menos, f¨¢cil, sobre todo cuando se plantea en el acotado terreno de una exposici¨®n.Por un lado, hay muchos mimbres, de muy diversa naturaleza, conceptual, estil¨ªstica y geogr¨¢fica, pero tambi¨¦n, por otro, hay que ilustrar cada uno de ellos mediante personalidades y obras espec¨ªficas.

Desde esta perspectiva, uno de los aciertos de esta iniciativa es la de su ambici¨®n, pues pr¨¢cticamente se ha tratado de que hubiera un cauce para todas las vertientes posibles en relaci¨®n con el tema.

As¨ª, se ha dado cabida al fundamental asunto de la nueva visi¨®n del paisaje, a la dial¨¦ctica entre lo negro y lo blanco, a los principales centros de renovaci¨®n art¨ªstica -Madrid, Barcelona, Bilbao-, a los momentos hist¨®ricos ¨¢lgidos -1880 y 1920-, a la conexi¨®n internacional, al desarrollo del emergente regionalismo, a la contraposici¨®n cultural entre campo y ciudad y, en fin, al fundamental de las se?as de identidad art¨ªstica nacional, o, si se quiere, a lo espa?ol en el arte espa?ol contempor¨¢neo.

Evidentemente, con estos horizontes tan amplios, no pueden estar todos los artistas posibles, ni tampoco todas las obras deseables, lo que no significa que lo que se haya conseguido para la ocasi¨®n no resulte muy estimulante, a veces por la importancia en s¨ª de las obras y otras, no pocas, por la presentaci¨®n de pinturas poco conocidas.

En definitiva, se trata de una muestra art¨ªsticamente muy atrayente y, desde luego, id¨®nea para quien se quiera informar acerca de este apasionante y actual¨ªsimo asunto de las artes pl¨¢sticas y el mundo de la generaci¨®n del 98.