"Con este Concierto somos, en lo fiscal, una especie de 16? Estado en Europa"
Jos¨¦ Antonio Ardanza da un repaso a la situaci¨®n pol¨ªtica y destaca el acuerdo sobre el Concierto y el Cupo vascos alcanzado con el Gobierno central, que convierte a Euskadi, dice, en una especie de 16? Estado de la UE a efectos tributarios. El "lehendakari" ha anunciado que no concurrir¨¢ para el cargo en la pr¨®xima legislatura.
La apariencia satisfecha de Jos¨¦ Antonio Ardanza, 56 a?os, no es nada fingida. Tanto en lo personal como en lo pol¨ªtico, tiene motivos suficientes. Ha iniciado una experiencia de relevo tranquilo como lehendakari que es in¨¦dita en su partido, el PNV, y acaba de ratificarse en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco el acuerdo con el Gobierno central sobre el Concierto Econ¨®mico y el Cupo vascos. Respecto al problema de la violencia de ETA, Ardanza afirma sentencioso que "lo que hay que hacer es hacer, utilizando la mano derecha y la izquierda". El lehendakari s¨®lo se muestra reservado a la hora de la autocr¨ªtica y para hablar de su posible sustituto.Pregunta. Desde la relativa calma que se vive estos d¨ªas en Euskadi, ?c¨®mo contempla el encrespamiento de la pol¨ªtica espa?ola?
Respuesta. Con bastante decepci¨®n. El origen de la situaci¨®n actual lo sit¨²o en el momento en que el PSOE empieza a tener sus primeros problemas internos y comienzan a salir muchos trapos sucios, y coge fuerza con la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta. Esto da lugar a una situaci¨®n muy descontrolada y muy crispada; pero no s¨®lo en la pol¨ªtica, sino tambi¨¦n en los tribunales. Hoy, en d¨ªa ha ocurrido que lo que es normal en una democracia, la confrontaci¨®n entre partidos, est¨¢ arrastrando a un alineamiento total de otras estructuras sociales, y fundamentalmente los medios de comunicaci¨®n, con el PP o el PSOE. Y es este alineamiento, al que se suma una judicatura muy tocada del ala, el que da lugar a la crispaci¨®n que vivimos.
P. ?Y qui¨¦n es el responsable?
R. A mi modo de ver, el que tiene inter¨¦s en crear crispaci¨®n es el PSOE. Al PP, como partido de Gobierno, lo que le interesa normalmente es proyectar una imagen de tranquilidad, de que las cosas marchan bien, y van bien. Si no lo puede hacer es porque el otro partido quiere impedir que se ponga medallas y porque la acumulaci¨®n de problemas internos y judiciales del PSOE le hacen estar un poco nervioso.
P. Seg¨²n usted, el Gobierno no ha buscado la crispaci¨®n al denunciar la supuesta amnist¨ªa fiscal de los socialistas e introducirse en otros senderos escabrosos.
R. S¨ª, es cierto. Ha habido tambi¨¦n actuaciones en las que el Gobierno ha dado pie para determinadas reacciones. Una ha podido ser ¨¦sa. Pero mi duda es a qui¨¦n interesa la crispaci¨®n. Los datos econ¨®micos son francamente buenos, estamos a, punto de superar la prueba de Maastricht. Igual puede suceder- que, ante los envites del PSOE, el PP ha decidido darles cara desde el poder, a ver qui¨¦n sale peor parado.
P. Se le ve, como a su partido, fuertemente alineado con el PP.
R. No, no. Se me ver¨¢ por lo general alineado con el deseo de serenidad y de normalidad, que es lo ¨²nico que te permite avanzar
P. ?Pecan de malicia quienes piensan que quiz¨¢ tambi¨¦n estar¨ªamos hablando de crispaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, si no se hubiera alcanzado el acuerdo sobre el Concierto Econ¨®mico y el Cupo entre su Gobierno y el del PP?
R. Si no se hubiera producido, tendr¨ªamos ciertamente un problema de confrontaci¨®n pol¨ªtica muy fuerte. En marzo. se evit¨® que se produjera, tras el intento serio que se realiz¨® con el presidente Aznar para que se cumplieran los compromisos asumidos hace un a?o.
P. ?C¨®mo describir¨ªa su estado de ¨¢nimo, una vez que ha decidido no volver a ser candidato a lehendakari?
R. En t¨¦rminos pol¨ªticos, ya comuniqu¨¦ a los miembros de mi Gobierno que esta circunstancia no iba a precipitar acontecimientos ni suponer ninguna alteraci¨®n o acortamiento de la legislatura. Una excepci¨®n ser¨ªa lo que observe en Madrid: no voy. a admitir nunca que coincidan unas elecciones generales con las auton¨®micas vascas. Y la otra puede venir dada por el comportamiento de los socios de Gobierno. Es decir, si empiezan a moverse demasiado y no son leales con el Gobierno, no voy a permitir que eso deteriore la imagen de un Ejecutivo que est¨¢ trabajando con seriedad y bien como equipo. Primero advertir¨¦, pero, si se contin¨²a, sacar¨¦ la tarjeta roja. En lo personal estoy muy tranquilo, con mucha calma, y con una profunda satisfacci¨®n. No porque me voy, sino porque he estado ya 12 a?os y he dado la parte m¨¢s importante de mi vida a mi pa¨ªs y al Gobierno.
P. Tiene usted una imagen p¨²blica m¨¢s que aceptable, dentro y fuera de Euskadi, pero en t¨¦rminos pol¨ªticos se le reprocha haber sido un lehendakari excesivamente c¨®modo para su partido.
R. ?se es un sambenito que se me cuelga ya desde que asum¨ª el cargo por parte de algunos sectores de mi propio partido. Algunos me calificaron de traidor y otros trataron de contraponerme a Garaikoetxea diciendo que yo era el hombre gris, mientras que ¨¦l se enfrent¨® a la direcci¨®n. Otras fuerzas pol¨ªticas han tratado tambi¨¦n de utilizar el clich¨¦, aunque tampoco les ha servido de mucho. Es del tipo de cosas que al principio molestan, pero luego aceptas que la pol¨ªtica es as¨ª.
P. Ahora que su marcha le da una cierta libertad, ?cree que es operativa la bicefalia, la separaci¨®n de cargos institucionales e internos que caracteriza al PNV?
R. La verdad es que hasta ahora ha sido funcional. Depende de que se sepa mantener el equilibrio que impone. Ser¨ªa negativo si, aceptando la bicefalia, se quisiera imponer de hecho un ¨²nico poder. Pero, si hay lealtad y cada cual, se atiene a sus responsabilidades, no tiene por qu¨¦ haber problemas.
P. ?Nunca ha envidiado en este aspecto, aunque sea por comodidad, a Jordi Pujol, a Aznar o a Felipe Gonz¨¢lez?
R. Pues no. No puedo decir qu¨¦ pensar¨ªa de gobernar con mayor¨ªa absoluta, pero, como siempre me ha tocado hacerlo en coalici¨®n, la bicefalia me ha sido ¨²til. Pi¨¦nsese lo que supondr¨ªa ser lehendakari de un Gobierno de coalici¨®n y al mismo tiempo, como presidente del PNV, hacer la oposici¨®n al PSE o a EA. No podr¨ªa hacerlo.
P. ?Sigue pensando que el Pacto de Ajuria Enea es el mejor diagn¨®stico para alcanzar la paz en Euskadi?
R. No hay ninguno mejor; y si lo hay, que me lo pongan encima de la mesa. Lo cual no quiere decir que sea el no va m¨¢s. Pero han transcurrido casi diez a?os de su aprobaci¨®n, y nadie ha sido capaz de formular un proyecto integral y completo como el Acuerdo de Ajuria Enea para la normalizaci¨®n y la pacificaci¨®n.
P. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la Mesa de Ajuria Enea se ha convertido en un problema en s¨ª mismo, antes que en un referente para los ciudadanos.
R. Eso es lo que yo dec¨ªa en un informe que present¨¦ a la Mesa en junio de 1995. La partitura sigue siendo, fant¨¢stica, pero los m¨²sicos han ido cambiando. Ahora bien, si la orquesta no la sabe interpretar, habr¨¢ que ver qu¨¦ es lo que pasa ahora con los instrumentistas. El acuerdo de 1988 incorporaba dos principios b¨¢sicos: discreci¨®n y consideraci¨®n de la violencia como un tema de Estado, que excluye su utilizaci¨®n partidista. Al principio, el ¨²nico que hablaba era el lehendakari, ?se recuerda?. Pero aquello no gustaba demasiado a los partidos de la oposici¨®n, aunque esto no me preocupa tanto como la quiebra absoluta de aquellos dos principios. Y hoy es el d¨ªa en que seguimos sufriendo las consecuencias de esa quiebra Me da pena, pero ¨¦sta tendr¨¢ que ser una reflexi¨®n conjunta de todos los pol¨ªticos.
P. Las culpas, en todo caso, est¨¢n muy repartidas. A partir de 1991, el PNV ha querido tener su propia voz, que muchas veces no ha coincidido con la de los otros miembros de la Mesa.
R. No. Bueno no s¨¦. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa, con m¨¢s distancia, podr¨¦ ser lo m¨¢s objetivo posible, pero la quiebra fundamental arranca del PP, cuando rechaza la reinserci¨®n y aboga por el cumplimiento ¨ªntegro de las penas. Ah¨ª se empiezan a romper pilares b¨¢sicos de Ajuria Enea.
P. ?Por qu¨¦ los partidos democr¨¢ticos consideran el apalancamiento del mundo de ETA en la violencia como si fuera una culpa suya y plantean movimientos arriesgados cuando los violentos no se mueven un ¨¢pice?
R. Tampoco se puede, perder la perspectiva. Nunca le voy a dar el pan y la sal a ETA, pero hay que recordar que ETA es hija de la dictadura. S¨ª, s¨ª, de acuerdo en que han pasado 18 a?os desde la aprobaci¨®n del Estatuto, pero ah¨ª hay un problema en este momento. Se ha ido planteando en estos ¨²ltimos a?os una cierta frustraci¨®n en sectores importantes del nacionalismo democr¨¢tico al ver que el desarrollo de una ley b¨¢sica como el Estatuto est¨¢ en una especie de zoco argelino, como si fuera un objeto de intercambio. De ah¨ª vienen, en parte, movimientos dentro de mi propio partido o el acuerdo entre los sindicatos ELA y LAB. Y tampoco podemos olvidamos que con el caso GAL se ha producido un profund¨ªsimo agujero en el Estado de Derecho. Dicho esto, hay que aceptar que ETA sigue siendo nuestra gran quiebra. Pero, cuando tienes un problema, hay que hacer por resolverlo. Y no se trata de que los partidos nos culpabilicemos; es que la sociedad nos est¨¢ demandando la soluci¨®n. En la enfermedad que sufrimos, naturalmente que tengo muy claro lo que hay que hacer.
P. D¨ªgalo, si lo tiene tan claro.
R. En estas cosas, lo que hay que hacer es hacer, y utilizando las dos manos: la derecha, para llevar a los delincuentes ante los tribunales, eso est¨¢ claro; lo m¨¢ximo de eficacia policial y lo m¨¢ximo de conciencia social para tener las ideas claras. Y la izquierda, para ver c¨®mo se puede facilitar la resoluci¨®n de los problemas y buscar al final la reconciliaci¨®n.
. P. ?Pero no cree que ser¨ªa necesario un gesto previo y claro por parte de ETA?
R. Gestos tiene que haber por parte de todos, ?eh?
P. Con la ratificaci¨®n el martes pasado del acuerdo con el Gobierno central sobre el Concierto y el Cupo, el autogobierno vasco ha dado un gran paso. ?Qu¨¦ uso van a hacer las haciendas forales de la capacidad normativa plena en IRPF que asumir¨¢n?
R. Quiero decir que ¨¦ste es un acuerdo que nos sit¨²a para el siglo XXI en un elemento central para nosotros, como es nuestro r¨¦gimen tributario. No se trata s¨®lo de una frase. Quiz¨¢ molestar¨¢, pero con este Concierto somos, a efectos tributarios, una especie de 16? Estado en Europa. Que no se escandalice nadie; es as¨ª. A partir de aqu¨ª, las haciendas forales har¨¢n el uso que consideren m¨¢s positivo para el progreso de este pa¨ªs; y luego Madrid recurrir¨¢, si considera que tiene que recurrir. Pero nunca van a hacer una tonter¨ªa irresponsable, porque el Concierto Econ¨®mico es una operaci¨®n a riesgo total. Si recaudamos mejor, tendremos m¨¢s recursos, y si lo hacemos peor, tendremos menos. No es ning¨²n chollo. Nosotros gastamos de lo nuestro; nadie nos pagar¨¢, como a otros, los agujeros que tengamos en sanidad. Y no hay ning¨²n tipo de limitaci¨®n o pacto secreto sobre horquillas arriba y abajo en el IRPF. Ahora bien, no habi¨¦ndolo, ser¨ªa suicida que nos permiti¨¦ramos el lujo de alterar nuestra fiscalidad. m¨¢s all¨¢ del 20%, arriba o abajo.
P. Estos d¨ªas ha destacado usted el enorme cambio a favor que se ha registrado en la vida econ¨®mica y social vasca. Sin embargo, su partido, y a veces usted mismo, acostumbran a destacar m¨¢s lo que falta por completar el Estatuto que lo mucho alcanzado ya.
R. Lo que ocurre es que si admites que la botella est¨¢ medio llena es que est¨¢s acabado, es que no se cumple la ley. Entonces, tienes que estar continuamente tensionando. Si el PNV no tensiona, ?se habr¨ªa llegado a este acuerdo? No. Esto doler¨¢ a muchos, pero si tenemos un autogobierno como el que tenemos es b¨¢sicamente porque ha habido un PNV qu¨¦ ha estado tirando del carro. Tenemos un Gobierno de coalici¨®n, pero el PSE no est¨¢ tirando de este carro. Y quiero decir que los socios de Gobierno han estado informados permanentemente de las negociaciones. Todas esas excusas de los socialistas son falsas.
P. Si los socialistas se abstienen en la ratificaci¨®n por las Cortes del Concierto y el Cupo, ?habr¨¢ consecuencias en el Gobierno vasco?
R. Quiero pensar que van a votar a favor. Como esto no suceder¨¢ hasta finales de junio, seguiremos ayud¨¢ndoles para que tomen una decisi¨®n. Aqu¨ª s¨ª que no quiero hacer ninguna demagogia. El Concierto es muy importante, y como lehendakari me interesa tener comprometidos con este acuerdo a los dos partidos mayoritarios en Espa?a.
P. Xabier Arzalluz manifest¨® recientemente que ya ten¨ªa en la cabeza el nombre del sustituto de Ardanza, y parece que es el vicelehendakari Ibarretxe. ?Es ¨¦ste tambi¨¦n su candidato?
R. Cuando se haya resuelto esta cuesti¨®n, podremos hablar. De momento, no har¨ªa m¨¢s que revolver un proceso interno de mi partido que hay que llevar con prudencia y calma.
"Nunca le voy a dar el pan y la sal a ETA, pero hay que recordar que es hija de la dictadura"
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