Seedorf: "Dios estaba con nosotros"
El silencio en el vestuario era casi sepulcral. Nadie se atrev¨ªa a articular palabra. Durante 30 minutos, los jugadores del Real Madrid aguardaron en la caseta a que concluyera en Alicante el partido del Barcelona. Cuando el 2-1 qued¨® instalado definitivamente en el marcador del Rico P¨¦rez, Enrique Mart¨ªn, el jefe de prensa, entr¨® a comunicar la noticia. Entonces la fiesta estall¨®. Los jugadores se abrazaron. Se sent¨ªan casi campeones. S¨®lo les falta un punto para ganar la Liga. "Dios estaba hoy con nosotros", grit¨® el holand¨¦s Clarence Seedorf.Seedorf se sinti¨® ayer iluminado por Dios sobre todo despu¨¦s de marcar el segundo gol de su equipo: Fue un gol importante. Despu¨¦s de lo que hab¨ªamos pasado durante la ¨²ltima semana est¨¢bamos un poco tensos. Ese gol nos permiti¨® relajarnos".
A partir de ese momento, el Madrid recuper¨® la confianza y comenz¨® a jugar en dos frentes: "Era imposible no enterarnos de qu¨¦ estaba pasando con el Barcelona. La gente coreaba los goles del H¨¦rcules tanto o m¨¢s que los nuestros. De vez en cuando nosotros tambi¨¦n mir¨¢bamos al marcador para ver c¨®mo iba el partido. Era incre¨ªble".
La afici¨®n despidi¨® a su equipo al grito de "campeones, campeones". Pero los jugadores se refugiaron en el vestuario para esperar noticias. Su victoria ser¨ªa a¨²n m¨¢s valiosa si iba acompa?ada de una derrota de su rival.
Seedorf decidi¨® aislarse: "Yo no soy supersticioso. Me daba lo mismo escuchar el partido de Alicante que no. Pero como los compa?eros prefer¨ªan no hacerlo, yo me puse los cascos para o¨ªr m¨²sica".
En cambio, su compa?ero Ra¨²l decidi¨® marcharse del vestuario y buscar una televisi¨®n. La encontr¨® en un despacho cercano. "Estuve muy nervioso hasta que acab¨®", confes¨®. "Poco antes del descanso notamos que en la grada comenzaban los rumores y supimos que hab¨ªa mar cado el Barcelona. Luego con cada gol del H¨¦rcules, la explosi¨®n de alegr¨ªa de los aficionados nos empujaba y, al final, hay que reconocer que est¨¢bamos m¨¢s pendientes de lo que ocurr¨ªa en Alicante que en Madrid".
Escuchando un grupo de m¨²sica funki, Hot and Read, Seedorf supo que casi ya era campe¨®n de Liga. Los gritos, los abrazos que ve¨ªa entre sus compa?eros, le hicieron comprender que algo pasaba. Entonces se quit¨® los cascos y se uni¨® a la fiesta: "Todos cantaban pero yo no sab¨ªa ninguno de los himnos que entonaban, a s¨ª que cant¨¦ en holand¨¦s el o¨¦, o¨¦, o¨¦. A descansar y a pensar en el punto que nos falta"
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