Chirac reivindica la ampliaci¨®n de su poder presidencial en la cohabitaci¨®n
El presidente Chirac expuso ayer en Lille, en su primera aparici¨®n p¨²blica tras la derrota electoral de la coalici¨®n liberal-conservadora en la que se apoy¨® para llegar al poder, "sus deberes" como "guardi¨¢n de las instituciones". Ante una asamblea de mutualistas, es decir, de personas interesadas por cuestiones relativas a la protecci¨®n social, Jacques Chirac ampli¨® los tradicionales "dominios reservados" de la presidencia de la Rep¨²blica que, seg¨²n ¨¦l, no deben circunscribirse a las ¨¢reas de Defensa y Exteriores.Exist¨ªa mucha curiosidad. por ver c¨®mo se desarrollaba el. acto y la actitud adoptada por Chirac. En su nuevo papel de presidente de cohabitaci¨®n Chirac dijo haberse autoimpuesto la obligaci¨®n de "preservar las conquistas europeas logradas tras 40 a?os de paciencia y esfuerzos", "garantizar el equilibrio de nuestra sociedad y, en particular, la solidaridad, la cohesi¨®n y, por consiguiente, la protecci¨®n social", as¨ª. como "vigilar que Francia entre en la era de las tecnolog¨ªas de punta". Tambi¨¦n hizo una breve referencia a su papel como "primer vendedor del pa¨ªs" al decir que su deber para que Francia "conserve su rango es luchar en todo el mundo para garantizar su seguridad, confirmar su influencia y aumentar su cuota en los mercados".
Como es obvio, el presidente tambi¨¦n se puso como ¨²ltimo garante de los valores republicanos: "La igualdad de oportunidades, la moral c¨ªvica y la virtud republicana".
Esta reaparici¨®n f¨ªsica de Chirac es tambi¨¦n la reaparici¨®n del Chirac "social'', el que gan¨® las presidenciales afirmando que "la n¨®mina salarial no es enemiga del empleo". El problema, puede estar en el momento de este nuevo cambio presidencial. Resulta dif¨ªcil creer que los franceses hayan olvidado que Chirac disolvi¨® la Asamblea Nacional cuando esta discut¨ªa, precisamente, una modesta ley de lucha contra la exclusi¨®n, contra la famosa "fractura social" tan denunciada por Chirac cuando buscaba votos para su elecci¨®n.
En Lille, ante los 4000 congresistas de la Mutualit¨¦, fianqueado de dos ministros del nuevo Gobierno, que no tuvieron derecho a la palabra -Martine Aubry (Empleo y Solidaridad) y Bernard Kouchner (Sanidad)- Chirac habl¨® de esas "entre 100.000 y 300.000 personas que viven sin ninguna protecci¨®n, una situaci¨®n profundamente chocante que, estoy convencido, encontrar¨¢ pronto una soluci¨®n legislativa".
En cualquier caso, aunque Chirac quiso dar de si mismo y de su funci¨®n una imagen agigantada, la realidad fue la de un presidente dedicado a cortar cintas en inauguraciones: la de una maternidad, la de los locales de la nueva Facultad de Medicina de Lille, y la del remodelado museo de Bellas Artes.
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