El Tribunal Superior declara nula una oposici¨®n municipal de 1994.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha anulado por irregulares las pruebas orales del concurso-oposici¨®n convocado por el Ayuntamiento el 11 de marzo de 1993 -y celebrado un a?o despu¨¦s- para cubrir 19 plazas de personal de oficios-cometidos especiales (visitadores sanitarios y celadores de educaci¨®n especial a disminuidos).Los magistrados argumentan en su sentencia, comunicada el mes pasado a las partes, que las notas dadas por el Tribunal Calificador (integrado por el concejal de Personal, entonces Antonio Moreno, del PP, y vocales designados por el Ayuntamiento) a los concursantes no son v¨¢lidas dado que algunos miembros de ese Tribunal Calificador no estuvieron presentes durante la celebraci¨®n de la prueba oral.
Al concurso-oposici¨®n para cubrir las 19 plazas del grupo E, con un sueldo que ronda las 130.000 pesetas mensuales, se presentaron m¨¢s de 300 personas, seg¨²n indicaron a este peri¨®dico algunos de los concursantes.
Tras la prueba oral, varios opositores suspendidos presentaron recurso por supuestas irregularidades en el proceso de selecci¨®n e incluso se quejaron al Defensor del Pueblo, cuyas gestiones permitieron a los afectados conocer con precisi¨®n las notas que les hab¨ªa otorgado el Tribunal Calificador.
Los magistrados consideran probado que en las pruebas orales no estuvieron presentes varios miembros del Tribunal Calificador: "Es claro que el presidente y el secretario no pudieron estar presentes en la actuaci¨®n de todos los aspirantes, sino a lo sumo en [el examen de aquellos] que lo hicieran ante una de las dos secciones [en que se dividi¨® el tribunal], sin que su intervenci¨®n pudiera sustituirse por la de sus suplentes, que s¨®lo podr¨ªan actuar en caso de ausencia del titular".
El Ayuntamiento despedir¨¢ a las 19 personas que ganaron su plaza y repetir¨¢ el examen.
Aunque las bases de la convocatoria de aquel concurso (apartado sexto, punto tercero) exig¨ªan para la correcta constituci¨®n del tribunal calificador la presencia del presidente, el secretario y tres vocales, en aquellas pruebas se decidi¨® dividir el tribunal en dos secciones para agilizar el proceso, con lo que no se cumpli¨® el requisito legal.El secretario de aquel tribunal advirti¨® de esta anomal¨ªa el 14 de marzo de 1994, pero las pruebas siguieron adelante, "consum¨¢ndose, en definitiva, una irregularidad que vicia de nulidad el proceso selectivo, no s¨®lo por apartarse de la convocatoria, sino tambi¨¦n, y sobre todo, por la propia naturaleza del examen oral, en el que es b¨¢sica la impresi¨®n percibida por los miembros del tribunal acerca de la actuaci¨®n del aspirante, impresi¨®n que, obviamente, s¨®lo puede producirse a trav¨¦s de la inmediaci¨®n, de la presencia real del examinador", seg¨²n estima en su punto tercero la sentencia.
Sigfrido Herr¨¢ez, concejal de Personal, asegur¨® ayer que la decisi¨®n de dividir el tribunal calificador en dos secciones se tom¨® por unanimidad de todos los grupos. "Est¨¢ claro que no hubo intenci¨®n de perjudicar a nadie, s¨®lo un defecto de forma, pues se saltaron las bases de la convocatoria", explic¨® Herr¨¢ez. La sentencia del tribunal superior obliga a repetir la prueba oral.
El concejal de Personal acatar¨¢ esta resoluci¨®n judicial. "Estamos estudiando c¨®mo hacerlo. Primero habr¨¢ que notificar la sentencia a las 19 personas que consiguieron la plaza municipal", explica Herr¨¢ez. Estas personas ser¨¢n despedidas y tendr¨¢n que someterse, junto a las que superaron la primera prueba de las oposiciones, a un nuevo examen oral. "Los funcionarios afectados por esta sentencia tambi¨¦n podr¨ªan presentar recurso en funci¨®n de los derechos adquiridos durante todo este tiempo", explica Herr¨¢ez.
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