A?o de mala cosecha en los banquillos

Fabio Capello. Ni el t¨ªtulo le liber¨®. Su fuga y el inoportuno momento en el que la anunci¨® pusieron al madridismo en su contra. Su f¨²tbol, pr¨¢ctico y s¨®lido pero aburrido y poco ambicioso, coleccion¨® cr¨ªticas y reproches. Lo mismo que algunas de sus costumbres, como la de sustituir invariablemente a Mijatovic y Suker.Bobby Robson. La Recopa, la posibilidad de la Copa del Rey y opciones casi hasta el final en la Liga. Pero la sensaci¨®n, desde el primer d¨ªa hasta el ¨²ltimo, fue que el Barcelona le vino grande. Manej¨® la mejor plantilla del campeonato, y probablemente del mundo, y no supo sacarla todo el provecho. Muchas de sus decisiones pasar¨¢n al libro de inexplicables de la temporada: su empe?o en colocar a Popescu junto a Guardiola, la extra?a rotaci¨®n de los centrales, su obsesi¨®n por Amunike para pasarse media campa?a de suplente...

John Toshack. Tuvo peleas con la plantilla, con el presidente y con la afici¨®n. Conden¨® a galeras a las estrellas del Deportivo m¨¢s caracter¨ªsticas, como Fran, y limit¨® el talento de los nuevos valores, caso Rivaldo. Reuni¨® buenos resultados, pero el juego no convenci¨® a nadie.

Radornir Antic. El mismo equipo que reconstruy¨® el curso anterior lo desarm¨® en ¨¦ste. En todos los retoques sali¨® perdiendo el Atl¨¦tico. Sobre todo en el de Bejbl por Vizca¨ªno, que dej¨® a los rojiblancos sin su equilibrio ofensivo-defensivo, y en el de Prodan por Soloz¨¢bal, por el cual se perdi¨® orden t¨¢ctico, sincronizaci¨®n y criterio a la hora de la circulaci¨®n del bal¨®n en la salida. Adem¨¢s, junt¨® tantos conflictos con el vestuario que termin¨® por perder su cr¨¦dito entre la plantilla.

Jos¨¦ Antonio Camacho. Tuvo en sus manos un equipo que se gast¨® 4.000 millones de pesetas en fichajes. Y nunca dio con la f¨®rmula para ponerlo en funcionamiento. Siempre ech¨® balones fuera para justificar los malos resultados. Cuando fue despedido, el Sevilla ya se hab¨ªa metido en la senda del descenso.

Jorge Valdano. Su mensaje no ha calado en el Valencia. No ha cre¨ªdo en los jugadores que tuvo que manejar. Y los futbolistas nunca han cre¨ªdo en su mensaje. Su labor en el banquillo de Mestalla no ha producido resultados [no entrar en Europa tiene dif¨ªcil justificaci¨®n] ni buen juego.

Benito Floro. Tercer fracaso consecutivo en una carrera que promet¨ªa. En el Sporting, un equipo acostumbrado a ser llevado por la gente joven, recurri¨® a la veteran¨ªa. Su sofisticado modelo no cal¨® en un club tan particular que s¨®lo parece funcionar con gente de la casa.