La ex novia de Rold¨¢n dice que sus grandes ingresos se deb¨ªan al cobro de deudas
Elisa Rodr¨ªguez, ex novia de Luis Rold¨¢n, asegur¨® ayer, ante el tribunal que les juzga, que desconoc¨ªa el origen il¨ªcito del patrimonio, del procesado y que nunca sospech¨® de ¨¦l. "En aquel momento no me parec¨ªa ning¨²n delincuente y hoy a¨²n me cuesta creerlo" dijo. Rodr¨ªguez aleg¨® el cobro de pr¨¦stamos personales para explicar que se ingresaran en su cuenta cheques millonarios de la constructora Aspica, SA, beneficiada con obras de la Guardia Civil.
Vestida con un traje naranja y bronceada, Elisa Rodr¨ªguez, la ex compa?era sentimental de Luis Rold¨¢n, intent¨® salir airosa del interrogatorio al que le someti¨® el fiscal, Alejandro Luz¨®n, que le acusa de un presunto delito de cohecho y pide para ella tres a?os de c¨¢rcel. Como en el caso de otros procesados, el imborrable rastro del dinero la ha sentado en el banquillo. Los cheques de una constructora con cifras que corresponden exactamente a porcentajes de comisiones ilegales de varias obras aplastaron su defensa.En la cuenta conjunta que abrieron Rold¨¢n y ella en una sucursal madrile?a del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) se ingresaron varios talones emitidos por la empresa Aspica, equivalentes al 6% del importe de las obras que logr¨® en adjudicaciones directas de la Guardia Civil. Su intermediario ante Rold¨¢n fue precisamente Agust¨ªn Bl¨¢zquez, un ¨ªntimo amigo, de Elisa Rodr¨ªguez y que viv¨ªa desde hac¨ªa 20 a?os en el mismo inmueble que ella. La mitad de esas mordidas han aparecido en las cuentas del propio Bl¨¢zquez.
Bl¨¢zquez y Rodr¨ªguez, en defensas aparentemente coordinadas, declararon que el ingreso de esos talones de Aspica, efectuados por el primero en la cuenta de la segunda, respond¨ªa a pr¨¦stamos personales entre ambos. "Le prest¨¦ dinero para que se comprara un coche, hiciese obras en su casa cuando se iba a casar e incluso pagara las vacaciones de verano de sus hijos", asegur¨® la ex novia de Rold¨¢n.
A su vez, Bl¨¢zquez se contradijo con sus manifestaciones durante la instrucci¨®n del sumario, cuando dijo que esos talones pagados por Aspica, se los hab¨ªan repartido entre los dos. "?No se acordaba entonces de que se trataba, de la deuda que dice tener con Elisa?", le inquiri¨® el fiscal. "No, se?or; entonces no estaba muy inspirado", respondi¨®.
Rodr¨ªguez intent¨® explicar al tribunal c¨®mo con unos ingresos de s¨®lo 130.000 pesetas mensuales que le pasaba su ex marido, Santiago de la Rocha, ex jinete ol¨ªmpico y piloto de Iberia, pod¨ªa mantener a sus tres hijos y comprarse en un breve plazo de tiempo una parcela en la elitista urbanizaci¨®n madrile?a de La Florida, un chal¨¦ de 300 metros cuadrados en Pozuelo y un piso en Aravaca. Su respuesta fue siempre: "Los compr¨¦ con algo de dinero que yo ten¨ªa y el resto con lo que me daba Rold¨¢n".
A nombre de un hermano de Elisa figur¨® tambi¨¦n otro piso en la urbanizaci¨®n madrile?a de la Casa de Campo que mas tarde pas¨® a Europe Capital, SL, de Rold¨¢n.
La investigaci¨®n judicial sospecha que, en realidad, Rodr¨ªguez actu¨® de testaferro de Rold¨¢n.
Rodr¨ªguez dijo que vendi¨® la parcela a Jorge Esparza, otro testaferro de Rold¨¢n, y el piso de Aravaca al hijo de ¨¦ste. En la casa de Pozuelo convivi¨® con Rold¨¢n y, seg¨²n se acredit¨® ayer, tanto su compra como las obras que se hicieron se pagaron con talones de fondos reservados emitidos por el Banco de Espa?a. "?Conoc¨ªa el origen de esos fondos?", le pregunt¨® el fiscal. "Yo no sab¨ªa nada de fondos reservados ni de obras de la Guardia Civil", contest¨®.
La ex novia de Rold¨¢n y Bl¨¢zquez reconocieron que el primero les prest¨® m¨¢s de- 10 millones para que crearan Kiwi Computer, SL, una empresa de venta de ordenadores. Ambos mantuvieron que no han devuelto a Rold¨¢n ni una sola peseta de ese supuesto pr¨¦stamo. Sin embargo, es un dinero que ¨¦ste nunca ha reclamado. ?Por qu¨¦?
Bl¨¢zquez neg¨® haber cobrado comisiones de Aspica y dijo que esta firma le pag¨® por gestiones "globales" para su propietario, Jos¨¦ Herminio Lastra, el ¨²nico constructor procesado.
Precisamente, con la declaraci¨®n de Lastra concluir¨¢n hoy los interrogatorios a los acusados.
Visones y relojes
Jorge Esparza fue quien present¨® a Elisa Rodr¨ªguez a Luis Rold¨¢n, ya que ambos eran vecinos del mismo barrio madrile?o. La pareja se conoci¨® en 1987, cuando Rold¨¢n fue nombrado director de la Guardia Civil y atravesaba una fuerte crisis con su primera mujer, ?ngeles Cimorra. M¨¢s tarde, Rold¨¢n pidi¨® a su amigo Juli¨¢n Sancrist¨®bal, ex secretario de Estado para la Seguridad, que la contratara como secretaria en una de, sus empresas. Finalmente, se fue a vivir con ella a su chal¨¦ de Pozuelo, una casa en la que Rold¨¢n se hizo construir una gigantesca caja fuerte que precis¨® de ocho personas para su traslado al s¨®tano.Un abrigo de vis¨®n de la peletera Elena Benarroch y un reloj Cartier fueron algunos de los regalos con los que Rold¨¢n obsequi¨® a su novia. Esta relat¨® ayer que, entre sus planes, estaba el matrimonio, pero apareci¨® en escena Blanca Rodr¨ªguez-Porto, la esposa actual de Rold¨¢n, y su relaci¨®n se rompi¨®. Ambas mujeres, procesadas, volvieron a intercambiar algunas breves palabras en la sala.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.