En un duro banco de madera

Ca?ellas tiene un asiento inc¨®modo. Permanecer¨¢ dos semanas como acusado frente al Tribunal Superior de Baleares en un austero y duro banquillo corrido de madera, como los de las iglesias, sin almohadones ni brazos. Est¨¢ acompa?ado por los ex consejeros de Obras P¨²blicas y Funci¨®n P¨²blica, Saiz y Berastain, dos de sus colaboradores m¨¢s importantes en los 12 a?os de ejercicio del poder. Berastain, ex gerente y ex secretario general del PP, no habla con Ca?ellas, quien si cuchichea con Saiz, su escudero desde los a?os escolares.M¨¢s distante de todo se muestra Antonio Cuart, supuesto pagador de las comisiones. Se ha enfundado la toga de letrado y ha esquivado el banco de madera para no sufrir "la pena de banquillo". No quiso ni alinearse al principio de la vista junto a los pol¨ªticos a los que presuntamente pag¨® favores. Cuando declar¨® como acusado, evit¨® ponerse frente al estrado.

"Muchos nos conocemos en Mallorca", dijo Cuart a ra¨ªz de su relaci¨®n amistosa y societaria con el ex presidente Ca?ellas. En otro momento, ante la catarata de preguntas del fiscal, Juan Carrau -a la mayor¨ªa de las cuales replicaba "no me acuerdo"-, defini¨® al juicio como "este show". Antes hab¨ªa dicho al fiscal para explicar el funcionamiento de la empresa: "Si usted es mi socio, yo me f¨ªo". Carrau afirm¨® que la quebrada empresa del t¨²nel pag¨® un informe a seis millones de pesetas el folio.

Cuart, un hombre altivo, de 73 a?os, se mostr¨® vehemente y desafiante hacia el no menos combativo y dial¨¦ctico fiscal Carrau, un profesional t¨ªmido que pedalea en bici por el Caribe; al mediod¨ªa comparti¨® comida ligera con el jefe de la Fiscal¨ªa Especial Anticorrupci¨®n, Carlos Jim¨¦nez Villarejo. "Estoy c¨®modo con este Gobierno [del PP] porque la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n no es patrimonio de ning¨²n gobierno, es patrimonio de la demoracia", explic¨® Carrau.