La Vaca se moja
La experiencia y la lluvia marcan el inicio del II Doctor Music Festival
Este a?o nadie se va a quejar en el Doctor Music Festival -conocido como La Vaca- por la falta de duchas. No s¨®lo porque hay m¨¢s: el cielo amenaza con riegos generales a esta zona del Pirineo leridano, y el d¨ªa de ayer, el de la apertura, ya se caracteriz¨® por repetidas lluvias y un tiempo m¨¢s bien gris, asquerosillo y desapacible. La climatolog¨ªa, adversa, marc¨® pues el bautizo de esta segunda edici¨®n del festival, en la que se advierte la experiencia ganada el a?o pasado no s¨®lo por la organizaci¨®n, sino tambi¨¦n por el p¨²blico, una parte importante del cual repite. Cerca de 10.000 personas, muchas atra¨ªdas por la actuaci¨®n de Rage Against The Machine, hab¨ªan llegado anoche. Se hab¨ªan vendido ya casi 22.000 abonos, por lo que, seg¨²n la organizaci¨®n, se superar¨¢ el n¨²mero de espectadores del a?o pasado, que fue de alrededor de 25.000. El parte meteorol¨®gico facilitado por el festival indica que hoy cambiar¨¢ el tiempo en el Pirineo y lucir¨¢ el sol. En fin, cosas m¨¢s raras se han visto.Un joven seguidor de Extremoduro lamentaba que Jordi Pujol no inaugure el festival, como hab¨ªa o¨ªdo decir. Aseguraba que hubiera estado dispuesto a quitarse el tampax que llevaba colgando de la oreja. "Por respeto".
La jovencita del tel¨¦fono p¨²blico expres¨® el sentir generalizado: "Ya hemos llegado. Ning¨²n problema. Un viaje muy largo. Mal tiempo, pero al menos no hace calor". Y a?adi¨®: "Claro que me portar¨¦ bien. Ilesos. Ver¨®nica te env¨ªa recuerdos". Ver¨®nica es Ver¨®nico. Va mal afeitado, tiene los dientes largos y amarillos, est¨¢ descalzo y luce una camiseta con la leyenda "Megadeath-Youthanasia". Tiembla papi.
Las puertas del recinto de acampada se abrieron ayer a las 13.00 horas y empez¨® el lento goteo de p¨²blico. Sin apreturas y sin colas. Las abigarradas columnas invadieron ordenadamente los prados para atomizarse en una ca¨®tica policrom¨ªa de tiendas y enseres. Desde el equipo minimalista -shorts y porro- hasta el modelo comodidad king size: carretilla de v¨ªveres, colch¨®n y radiocasete tama?o Pathsinder incluidos. Cada uno planta el campamento a su manera. Un grupo de t¨ªos ha desplegado una tienda militar digna de un remake grandilocuente de Patton. Cinco heavies que parecen no haberse lavado desde la anterior edici¨®n se amontonan en un peque?o igl¨² amarillo componiendo todo un canto a los espacios libres. Una chica ataviada de ce?ido y corto negro que permite avizorar una vertiginosa topograf¨ªa patea con sa?a de Jezabel su equipo de acampada. Hay que ayudarla y voluntarios no faltan, pero irrumpe entonces su compa?ero con una camiseta de El d¨ªa de la bestia que es todo un pleonasmo. Pasan dos tipos de la organizaci¨®n con tel¨¦fonos port¨¢tiles, corriendo
Con cara de urgencia. Se impone seguirlos. Van a los lavabos. Qu¨¦ alivio. El barrac¨®n de duchas est¨¢ a¨²n desierto. Emocionante reencuentro con las instalaciones. Cu¨¢ntos recuerdos: las jovencitas duch¨¢ndose, las colas con la toallita a la cintura, aquel punki que se lavaba los pies con el cepillo de dientes. Por todas partes puede o¨ªrse a gente que rememora con nostalgia emotivos momentos de la pasada edici¨®n de La Vaca. "Nos fumamos el peta ¨¦se que nos dio el t¨ªo alucinado de la Carpa Dance y soltamos toda la comida china, jua, ?record¨¢is, t¨ªos?". El tipo mueve la cabeza con melancol¨ªa, mira hacia afuera de la tienda de bocadillos y lanza un sentido esputo. Cae la lluvia. Pasado el l¨ªrico momento, apunta: "Tengo un vodka que no sabe a nada, pero pega una hostia...".
Smolensk tras los 'panzers'
Los prados se ven bien. Lo cual prueba que la capacidad regenerativa de la madre naturaleza es casi infinita. En alg¨²n punto ha brotado incluso una exuberancia vegetal con aspecto de lechuga silvestre. El suelo est¨¢ blando. Hay barro. Si se desploma la lluvia en serio esto puede ser como Smolensk tras el paso de los panzers de Guderian. La gente no parece muy preparada para la eventualidad pluviosa. Mucho top, vestido vaporoso, sandalias, incluso alg¨²n valiente luce el torso al aire libre. Ya se oyen algunos estornudos.
Estampas de festival: una chica lleva un hornillo sobre el pecho. Otra unas botas de monta?a colgando del cuello y balance¨¢ndose sobre su ombligo. Un grupo se ha extendido en el suelo h¨²medo alrededor de una olla llena de macarrones. Bajo un frutal ha instalado sus lares un grupito de veteranos no ya del festival, sino de la vida misma. Uno es igual que Bob Dylan, sombrero con pluma y chaleco incluidos. Otro, clavado a Frank Zappa. Ri?en a medida que montan su canadiense. Les faltan piezas. Zappa las busca y cae por un terrapl¨¦n. Maldice. Bob avanza en direcci¨®n a los gritos y como lleva gafas negras, cae tambi¨¦n. Un grupo de adolescentes han dejado de montar su tienda y les observan. "Vaya hostia".
Babelia
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