Ofensiva diplom¨¢tica de Mosc¨² para evitar su aislamiento
El temor de Rusia a verse aislada tanto en el plano econ¨®mico como militar ha impulsado al Kremlin a emprender una ofensiva en todas las organizaciones internacionales: desde el Club de Par¨ªs hasta el G-7 -hoy G-8-, pasando naturalmente por la Uni¨®n Europea. La raz¨®n es muy sencilla: el proyecto ruso poscomunista es sin lugar a dudas un proyecto europeo y occidental.El peligro de verse aislada de Europa viene, ante todo, (le la ampliaci¨®n de la OTAN, que qued¨® consumada en la reciente cumbre celebrada en Madrid. El Gobierno de Rusia trat¨® de impedir esta ampliaci¨®n hacia el Este y, ante la imposibilidad de conseguir su objetivo, firm¨® un acuerdo con la Alianza Atl¨¢ntica a fines de mayo en una cumbre extraordianria en Par¨ªs con el prop¨®sito de, seg¨²n, dijeron los dirigentes rusos, "minimizar las consecuencias negativas" de este paso.
La idea de ingresar en la Uni¨®n Europea, con todos los problemas que eso significa econ¨®micamente para Rusia, no es nueva. Este deseo lo declar¨® abiertamente por primera vez el presidente Bor¨ªs Yeltsin en la cumbre ruso-norteamericaria celebrada en marzo pasado, en Helsinki.
En aquella ocasi¨®n, Yuri Baturin, asesor de Yeltsin y secretario del Consejo de Defensa ruso, hablando de la Alianza Noratl¨¢ntica dijo textualmente: "No queremos ingresar en la Alianza, pero es que adem¨¢s no nos han invitado". Tras este "no nos han invitado" se esconde el deseo ¨ªntimo de, si fuera posible, ingresar tambi¨¦n en esa organizaci¨®n, porque Rusia comprende que su futuro est¨¢ en la m¨¢xima integraci¨®n en todas las estructuras internacionales occidentales. De ah¨ª la ofensiva que ha emprendido ¨²ltimamente.
Ahora que tambi¨¦n la Uni¨®n Europea se est¨¢ ampliando hacia el Este, Mosc¨² se ha propuesto plantearse seriamente el objetivo de ingresar en ella para integrar su econom¨ªa a Europa.
Las relaciones de Rusia con la Uni¨®n Europea se oficializaron en junio de 1994 en la isla griega de Corf¨², cuando se firm¨® el acuerdo de cooperaci¨®n y asociaci¨®n. Sin embargo, a principios de 1995 el documento se vio congelado debido a la guerra con Chechenia y fue desbloqueado seis meses m¨¢s tarde, despu¨¦s del primer tratado de paz firmado entre la rep¨²blica norcauc¨¢sica rebelde y el Kremlin.
El 18 de julio de 1995 en Bruselas el entonces ministro de Exteriores ruso, Andr¨¦i K¨®zirev, firm¨® un acuerdo comercial provisional -mientras el documento firmado en Corf¨² era ratificado por los Quince- que reduc¨ªa aranceles y eliminaba ciertas restricciones cuantitativas de las exportaciones rusas hacia la Uni¨®n Europea.
La Uni¨®n Europea es, en conjunto, el primer socio comercial de Rusia, por delante de Estados Unidos y de Jap¨®n, con una balanza a favor de Mosc¨². A pesar de ello, las relaciones entre Bruselas y Mosc¨² son bastante problem¨¢ticas: los rusos se sienten discriminados y consideran injustas las medidas antidumping y los otros instrumentos de defensa comercial que aplica la UE. Tambi¨¦n la actual ampliaci¨®n significa p¨¦rdidas para Rusia, por lo cual ¨¦sta desear¨ªa algunas compensaciones por parte de Bruselas.
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