Qu¨¦ esp¨ªan los esp¨ªas

CON ESTE titular abre su pr¨®xima edici¨®n El Pa¨ªs Semanal. Lo que no esper¨¢bamos es que cobrase tan plena actualidad, no ya por el caso del alem¨¢n Markus Wolf, sino por el descubrimiento, ayer, de un micr¨®fono en el despacho que Jes¨²s de Polanco, presidente del Grupo PRISA y de EL PA?S, tiene en la sede de la Gran V¨ªa madrile?a. Es otro escal¨®n en la campa?a de acoso que sufre el Grupo PRISA. El hecho ha sido denunciado en el Ministerio del Interior y en el juzgado de guardia y es urgente que se aclare la autor¨ªa. Las caracter¨ªsticas del micr¨®fono, que permit¨ªa registrar no s¨®lo las conversaciones telef¨®nicas, sino tambi¨¦n las ambientales, permiten deducir que su instalaci¨®n fue obra de profesionales. Las escuchas ilegales constituyen una plaga de nuestro tiempo, pero son particularmente graves cuando afectan a una empresa de comunicaci¨®n. Incluso en una democracia tan perfectible como la de Per¨², Fujimori ha tenido que afrontar su mas grave crisis al descubrirse que los Servicios de Informaci¨®n Nacional espiaban al propietario de una cadena independiente de televisi¨®n y a otros periodistas.