G¨®mez Ces, d¨¦cimo preso de ETA que critica a la banda y le pide un "alto el fuego sin condiciones"

ETA no logra parar el aluvi¨®n de cr¨ªticas desatado en su seno tras el asesinato, el 12 de julio, de Miguel ?ngel Blanco, concejal del PP en Ermua (Vizcaya). Un nuevo preso, Pablo G¨®mez Ces, que cumple en Soto del Real (Madrid) 61 a?os de condena por asesinar a un polic¨ªa, se sum¨® ayer a los nueve compa?eros que desde entonces han arremetido contra la banda. G¨®mez Ces le pide que comprenda que "la lucha armada hoy en d¨ªa es un anacronismo", que "escuche al pueblo que dice defender" y que "entregue las armas y proclame un alto el fuego unilateral, sin condiciones e indefinido". Otros reclusos se est¨¢n planteando dejar la disciplina de ETA, seg¨²n fuentes penitenciarias, que reconocen que les resulta muy dif¨ªcil dar este paso".

Las dificultades de este proceso, seg¨²n las mismas fuentes, viene determinado fundamentalmente por la presi¨®n a la que los medios cercanos a la banda terrorista someten al colectivo de presos. Uno de ¨¦stos, Jos¨¦ Miguel Latasa Guetaria, Ferm¨ªn, ha acusado a las Gestoras Pro Amnist¨ªa de "controlar" a los reclusos y de "prostituir" el fin para el que fue creada esta asociaci¨®n.G¨®mez Ces, de 35 a?os, que se encuentra clasificado en segundo grado penitenciario, ha difundido un escrito en el que critica a ETA por seguir usando la violencia en una sociedad democr¨¢tica como la de Euskadi y le pide que escuche al pueblo vasco al que dice defender y que deponga las armas.

El preso etarra est¨¢ condenado por asesinato, lesiones, detenci¨®n ilegal, asesinato frustrado y tenencia il¨ªcita de armas. Ingres¨® en prisi¨®n en agosto de 1989, tras ser localizado el 6 de octubre de 1987 en un instituto religioso de V¨ªa Achile Mauri, en el barrio de Monte Mario, de Roma. El etarra hab¨ªa llegado tres meses antes a este centro, en el que se present¨® como profesor de lenguas, y se inscribi¨® en un curso sobre historia de las religiones.

G¨®mez Ces, que perteneci¨® al comando Bianditz, particip¨® en el atentado perpetrado el 15 de diciembre de 1983 en San Sebasti¨¢n contra dos polic¨ªas nacionales. El grupo terrorista, disfrazado con los uniformes de los agentes municipales a los que previamente hab¨ªa secuestrado en el monte Ul¨ªa, mat¨® a tiros a Eduardo Navarro Ca?adas e hiri¨® a su compa?ero Clemente Medina.

El recluso precisa en su carta que rechaza la reciente escalada de violencia que est¨¢ protagonizando una minor¨ªa extremista de la organizaci¨®n, que no conecta con el sentir mayoritario del pueblo vasco. "Las impresionantes im¨¢genes de la m¨²ltiples movilizaciones por la paz" que han tenido lugar en Espa?a tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco demuestran que "los violentos pasan por sus horas m¨¢s bajas y deben reconocer que su proyecto est¨¢ agotado y no tiene salida".

Minor¨ªa violenta

"Pido a la organizaci¨®n ETA que escuche al pueblo al que dice defender, entregue las armas y proclame un alto el fuego unilateral, sin condiciones e indefinido; s¨®lo as¨ª se avanzar¨¢ por el camino de la paz, tan deseada por todos menos por una minor¨ªa cada vez m¨¢s radical y violenta", afirma.G¨®mez Ces reconoce que el camino hacia el final de la violencia en Euskadi es "largo", aunque insiste en que la sociedad debe tener claro que, al final, el "extremismo fracasara inevitablemente porque excluye y niega la realidad vital". Advierte a sus ex compa?eros que la violencia no tiene sentido en "una Euskadi de 1997, que cuenta con instituciones democr¨¢ticas a trav¨¦s de las cuales debe encauzarse cualquier reivindicaci¨®n.

El preso etarra subraya que ETA "debe darse cuenta de la inutilidad de la estrategia de la tensi¨®n, ya que a ¨¦sta se opone cada vez con mayor resoluci¨®n la mayor¨ªa del pueblo vasco".

G¨®mez Ces es el d¨¦cimo preso etarra que arremete contra la banda terrorista y el primero que lo hace tras el suicidio de Juan Carlos Hernando, Peli, que fue hallado ahorcado en su celda de la prisi¨®n de Albacete el pasado 20 de julio. Antes que ¨¦l han mantenido similar actitud Juan Carlos Carrasco Alba, Luis Gast¨®n Arrieta, Luis Gorriti Pagola, Juan Manuel Soares Gamboa, Jos¨¦ Miguel Latasa Guetaria, Vicente Sagredo Rivas, Pedro Garmendia Alberdi, Sabino Alava y el ex ertzaina Mikel Sueskuri. Este ¨²ltimo ya disfruta de libertad por estar clasificado en tercer grado penitenciario.

El diario Egin public¨® ayer un articulo de Latasa en el que censura con dureza a las Gestoras Pro Amnist¨ªa: "Vosotros exist¨ªs para controlar y dirigir a todos [los presos] en su conjunto; para presionar al colectivo a que siga unas directrices marcadas por alg¨²n iluminado desde la mesa de su despacho, donde ¨¦l vive tranquilo con su mujer, su piso, su coche, su perro y sus vacaciones; mientras el resto, los presos, se ven privados, a?o s¨ª y a?o tambi¨¦n, de todo ello".

G¨®mez Ces, en declaraciones a Efe, expres¨® su "apoyo incondicional" a la postura de Latasa y coincidi¨® con ¨¦l en que "la Mesa Nacional de Herri Batasuna deber¨ªa dimitir en bloque".

El socialista Enrique M¨²gica, ex ministro de Justicia, considera que el reagrupamiento de presos en las c¨¢rceles vascas o pr¨®ximas a Euskadi podr¨ªa ser interpretado como un gesto de debilidad del Gobierno. Mugica declar¨® a Efe que, si el Gobierno adoptara esta medida en las actuales circunstancias, los terroristas lo interpretar¨ªan como "una debilidad, una concesi¨®n que se ha arrebatado por la fuerza y no que se hace por motivos humanos o por generosidad".

El ex ministro, que en su d¨ªa fue el impulsor de la pol¨ªtica de dispersi¨®n de los presos de ETA, dice estar a favor de la reinserci¨®n, pero puntualiza que ese deseo tiene que ser expresado individualizadamente por cada etarra.

"Tienen que aceptar que asumir la reinserci¨®n", dijo M¨²gica, "es asumir que sus acciones han sido perversas y que ahora quieren volver a la vida en sus pueblos".