Puntualizaci¨®n

Referente a la carta publicada en EL PA?S el 25 de julio por Ram¨®n Cacabelos (y cinco firmas m¨¢s), deseo hacer las siguientes puntualizaciones a cada uno de los apartados de dicha carta.1. A pesar del esfuerzo de muchos investigadores en todo el mundo, a¨²n no se conocen las causas de la enfermedad de Alzheimer, ni hay curaci¨®n para ella. Es dif¨ªcil prevenir lo desconocido.

2. De todos los enfermos de Alzheimer, s¨®lo un n¨²mero muy reducido (entre el 1% y el 5%) tienen una causa gen¨¦tica conocida. El an¨¢lisis gen¨¦tico que proponen en la carta "como alternativa posible de diagn¨®stico" ser¨¢ por tanto in¨²til en el 95%-99% de los pacientes y en un porcentaje a¨²n m¨¢s elevado si se incluye a sus familiares sin demencia. Dicho an¨¢lisis gen¨¦tico en personas sin demencia ha sido totalmente desaconsejado y considerado ¨¦ticamente inaceptable por varios comit¨¦s cient¨ªficos internacionales, como aparece publicado el 12 de marzo del presente a?o en el volumen 277 de la revista Jama (Journal of the American Medical Association).

3. Las descalificaciones vertidas en dicha carta contra mi compa?era de la Universidad Aut¨®noma de Madrid la doctora Mor¨¢n, me parecen fruto del despecho y carentes de argumentos cient¨ªficos. He compartido con ella muchos a?os de trabajo, callado, duro y honesto, reflejados en numerosos trabajos sobres aspectos b¨¢sicos de la enfermedad de Alzheimer, publicados en revistas cient¨ªficas de Europa y EE UU. Creo que su opini¨®n es altamente cualificada y est¨¢ perfectamente informada de los avances m¨¢s recientes en esta enfermedad.

4. En la ciencia, como en la vida, hay verdades y mentiras. Las mentiras, si se utilizan datos cient¨ªficos sesgados y van dirigidas al gran n¨²mero de familias que padecen esta enfermedad, son particularmente da?inas. Hay numerosos datos publicados en iodo el mundo de individuos homizigotos para el alelo cuatro de la Apolipoprote¨ªna E que han vivido hasta los 90 a?os sin ning¨²n s¨ªntoma de demencia. Tambi¨¦n hay publicado el caso de una persona con el gen de la Presenilina 2 mutado, que muri¨® a los 89 a?os sin padecer la enfermedad de Alzheimer, por presentar penetraci¨®n incompleta. Por tanto, parece absurdo pagar cantidades elevadas por una informaci¨®n que no puede asegurar si se va a padecer o no la enfermedad de Alzheimer.

5. Lo que los enfermos de Alzheinier y sus familias necesitan no son, por tanto, cl¨ªnicas privadas donde utilizando tecnolog¨ªas sofisticadas se realicen an¨¢lisis gen¨¦ticos. En mi opini¨®n, ellos necesitan que los poderes p¨²blicos destinen fondos para crear una red de apoyo domiciliario, con ayuda diaria que haga m¨¢s llevadera su vida, hasta que se encuentre una curaci¨®n, o al menos una forma efectiva de paliar tanto sufrimiento.- Profesora titular de la Facultad de Medicina de la UNAM.