La frontera con Gibraltar

En respuesta a la carta, firmada por Fernando S¨¢ez Aldana en ese diario (EL PA?S, 10 de agosto de 1997) sobre los procedimientos del lado espa?ol en la frontera con Gibraltar, me gustar¨ªa realizar algunos comentarios. ?Sabe el se?or S¨¢ez el volumen de narcotr¨¢fico diario que entra y sale por esa frontera? ?Sabe acaso el que circula diariamente por v¨ªa mar¨ªtima entre el Pe?¨®n y La L¨ªnea de la Concepci¨®n? ?Por qu¨¦ el se?or S¨¢ez cree que el funcionamiento de las autoridades de una frontera debe ser el que interese a las comodidades de ¨¦l y su familia? Llevo 18 a?os viviendo en el Campo de Gibraltar y he visitado el Pe?¨®n en muchas ocasiones por tierra (en coche, en moto, en bicicleta) y por mar. El comportamiento de las autoridades espa?olas conmigo y con mi familia siempre ha sido respetuoso, cordial y responsable, y no tengo ninguna queja sobre el mismo. Como yo veo el tema, los comportamientos en la frontera tienen relaci¨®n con actividades que se desarrollan dentro del Pe?¨®n que no dependen ni son responsabilidad de las autoridades espa?olas. La consolidaci¨®n democr¨¢tica en Espa?a est¨¢ fuera de toda duda, independientemente de la opini¨®n del se?or S¨¢ez sobre el funcionamiento de un determinado puesto fronterizo. Interpretar que ese funcionamiento, al no resultarle c¨®modo, es vestigio de la dictadura, forma parte m¨¢s de una ficci¨®n personal que de la reafldad.-