Gran tarde de toros
La plaza llena y los toreros dispuestos. Tarde de fiesta, ?fiesta de qu¨¦?: fiesta de toros con toros. Casi inaudito, pero hermoso. La corrida de Mart¨ªn Lorca no alcanz¨® las cotas de la lidiada el pasado 17 pero tuvo autenticidad- haci¨¦ndose presente la casta brava.Queda dicho que los toros distaron de la perfecci¨®n, que blandearon que el tercero fue manso y el sexto sin fuerza, pero hay que resaltar que derramaron bravura en la muleta, galopaban con fijeza y terminaron vini¨¦ndose arriba.
Los toros son magia y rito, funci¨®n de ceremonia. Sin embargo, cuando la naturaleza se transform¨® en canon, se encorsetaron las formas y surgi¨® el manierismo. Javier Conde debe distinguir entre el ceremonial y el vac¨ªo y no tratar de abrigar ¨¦ste con aqu¨¦l. El toro es el elemento a vencer. Lance¨® a su primero con m¨¢s hechuras que profundidad. A lo largo de la fan, la est¨¦tica le hizo olvidar el domio y se dej¨® ir un cami¨®n de bravura. El cuarto present¨® m¨¢s problemas y el torero mejor aptitud para solucionarlos. La faena se bas¨® en la derecha y Javier Conde mostr¨® lo mejor de su toreo, esta vez desprovisto de oropeles, con sabor aut¨¦ntico y satisfacci¨®n de la necesidad de dominio.
Lorca / Conde, Rivera, Tom¨¢s
Seis toros de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnLorca, terciados y blandos, manso el 3?, y excepcionalmente bravos los dem¨¢s. Javier Conde:estocada honda contraria (oreja); pinchazo, estocada honda trasera y atravesada y un descabello -aviso- (oreja). Francisco Rivera Ord¨®?ez: estocada atravesada trasera (oreja); estocada tendida (dos orejas). Jos¨¦ Tom¨¢s: estocada trasera desprendida (oreja); pinchazo y estocada (oreja). Plaza de la Malagueta, 21 de agosto. 8? de feria. M¨¢s de tres cuartos de entrada
Profundidad
Rivera Ord¨®?ez lance¨® a su primero por ver¨®nicas algo despegadas y present¨® batalla a la bravura. No lleg¨® a dominarlas, lo que aprovech¨® la res para ganar terreno. Justo entonces cobr¨® las dos mejores series, pero tambi¨¦n acab¨® y¨¦ndose el tren de la bravura. Mucho m¨¢s reposado en el quinto, al que recibi¨® con tres largas cambiadas y despu¨¦s tore¨® con profundidad y longitud consiguiendo que el toro entregase lo mucho que llevaba dentro. Y no era la tonta del bote.
La faena del tercero no pudo ser. Ten¨ªa querencia a tablas y Jos¨¦ Tom¨¢s no lleg¨® a sujetarlo en los medios. ?Es suficiente la labor con el capote para ganar una oreja? S¨ª. Cuando el capote se llama Jos¨¦ Tom¨¢s puede llegar el milagro. Pint¨® ver¨®nicas, chicuelinas y delantales en sus dos enemigos. El sombrero le fue esquivo y tuvo que superar la poca fuerza del sexto, a pesar, de lo cual cristalizaron excelentes series de naturales a media altura. Huele a torero.
Los tres toreros, el ganadero y el mayoral salieron a hombros. Toda la plaza se qued¨® de pie aplaudiendo.
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