La ecuaci¨®n de Horcajo
La aritm¨¦tica electoral bloquea la actividad pol¨ªtica de un pueblo
En Horcajo de la Sierra (128 habitantes) tienen un grave problema: uno de los cinco concejales de la corporaci¨®n ha dimitido y nadie puede sustituirlo por una cuesti¨®n legal. El PP (dos ediles de la oposici¨®n) se niega a asistir a los plenos, con lo que impide que haya qu¨®rum suficiente (tres concejales como m¨ªnimo, seg¨²n la ley) para nombrar sustituto. El edil que espera su nombramiento es un afiliado del PSOE sobre el que recaer¨ªa el cargo de tesorero. Sin concejal y sin tesorero, el alcalde, Ra¨²l Andr¨¦s, independiente de izquierdas, carece de mayor¨ªa absoluta para gobernar de manera desahogada y, encima, no tiene un edil con firma convalidada de tesorero. La situaci¨®n es tan cr¨ªtica, que las fiestas locales fueron suspendidas ante la falta de firma autorizada para pagar. La indignaci¨®n vecinal oblig¨® al alcalde a hacer un apa?o para que el pueblo no se sublevase. Y en el ¨²ltimo pleno de agosto, tuvo que pedir a la Guardia Civil que mantuviese el orden p¨²blico.Esta situaci¨®n se origin¨® cuando, en septiembre de 1996, el alcalde y la concejal tesorera, Margarita Uceda, que hab¨ªan sido elegidos en las filas del PP, se pasaron al PSOE. Hasta ese momento, el consistorio estaba compuesto por cuatro ediles del PP y uno del PSOE. Pero a causa del transfugismo: el PP pasa a dos concejales, y el PSOE a tres.
Cuando el PP regional se da cuenta de que ha perdido un Ayuntamiento a causa del transfugismo, pone el grito en el cielo. El PSOE decide no afiliar al alcalde para no abrir hostilidades. Andr¨¦s y Uceda se hacen entonces independientes, pero pactan con el ¨²nico concejal socialista. En mayo, Uceda presenta la dimisi¨®n como edil y tesorera. El edil que la debe sustituir, seg¨²n la ley, debe ser el sexto m¨¢s votado en las ¨²ltimas elecciones: uno del PSOE. El PP se da cuenta entonces de que la alcald¨ªa est¨¢ perdida: dos ediles populares, dos del PSOE, y el alcalde independiente y pr¨®ximo a los socialistas.
La ¨²nica manera de impedir esta situaci¨®n es no dejar que Luis Manuel Villalvilla, el nuevo concejal socialista -al que la Junta Electoral Central le lleg¨® a firmar su credencial-, tome posesi¨®n de su cargo. Por eso, los concejales del PP no han asistido a ninguno de los ¨²ltimos cinco plenos extraordinarios convocados para nombrar a Villalvilla.
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