Luis Fern¨¢ndez lleva al Athletic al precipicio
El t¨¦cnico rojiblanco cambi¨® su manual mientras Camacho fue fiel al suyo.
El partido dilucid¨® una cuesti¨®n de fidelidad. Luis Fern¨¢ndez fue infiel, se traicion¨® a s¨ª mismo y condujo al Athletic a un precipicio que los jugadores hab¨ªan elegido por voluntad propia. Camacho manej¨® su gui¨®n tradicional, tan previsible como viscoso y el gol le recompens¨® la fe en sus principios.Fiche usted cuanto le venga en gana, ensaye toda la pretemporada un par de sistemas y cuando llega el momento del estreno resulta que el programador decide interpretar una obra in¨¦dita. Luis Fern¨¢ndez cambi¨® el cartel para sorpresa de futbolistas y auditorio. De pronto lo cambi¨® todo: el decorado, las posiciones, el estilo, la dicci¨®n. S¨®lo le falt¨® cambiar el bal¨®n porque tiene car¨¢cter oficial.
A los 10 minutos el auditorio echaba pestes y los futbolistas chocaban entre s¨ª. El marcador hab¨ªa premiado la astucia de un jugador con personalidad, Esn¨¢ider, que con dos goles expresaba la podredumbre rojiblanca. San Mam¨¦s era un culto al caos futbol¨ªstico.
Luis Fern¨¢ndez ha confiado a Carlos Garc¨ªa la condici¨®n de defensa libre, ayer jug¨® de interior derecho. Alkorta es un defensa frontal, ayer marc¨® a un delantero escurridizo. Alkiza juega cuando mira a izquierda y derecha, ayer jug¨® de interior izquierdo. Etxeberria es la opci¨®n en la banda derecha, ayer fue delantero centro. Y as¨ª hasta 11, hasta el caos, hasta la desesperaci¨®n.
Camacho no investiga, aplica. Sus equipos son iguales pero cambian los futbolistas y ahora cuenta con dos que le valen media vida: Esn¨¢ider, que ridiculiz¨® el deb¨² de Alkorta y Galca que se meti¨® a San Mam¨¦s en el bolsillo. El argentino enchuf¨® dos goles que habilitan a cualquier goleador. En el primero encontr¨® agua en el desierto: desasistido, envi¨® un bal¨®n envenenado que Etxeberria se trag¨® con toda la inocencia de la que es capaz. El segundo fue un ejercicio de carterismo futbol¨ªstico: R¨ªos, Alkorta, Larrazabal y el guardameta se quedaron sin fondos ante la habilidad del argentino. Galca hizo el resto, es decir, controlar, convenir con los compa?eros, templar, mandar.
El Athletic se abon¨® al patetismo y al esp¨ªritu guerrillero, jug¨® sin normas, sin estilo, empe?ado en correr y chutar. Quiz¨¢ por ello su gol lleg¨® por decreto arbitral en un presunto agarr¨®n de Pochettino a R¨ªos. Fue una concesi¨®n a su derroche, pero el partido era de Camacho. El tercer gol desacredit¨® la multimillonaria inversi¨®n defensiva del Athletic. Los rojiblancos siguen buscando portero y defensas desesperadamente.
El Espanyol dio el visto bueno al encuentro tras el gol de Ouedec. El resto lo dedic¨® al solaz y la disciplina. No ten¨ªa rival y no quer¨ªa abusar de las circunstancias.
Luis Fern¨¢ndez tiene trabajo de sobra: recuperar la fidelidad perdida, cuadrar la defensa, convenir que los experimentos se hacen en la pretemporada y la improvisaci¨®n est¨¢ reservada a los futbolistas sobre el c¨¦sped. Camacho puede dormir tranquilo. Su manual no ha caducado. El resto se lo hacen Galca, Esn¨¢ider y Quique Mart¨ªn, sobre todo si el rival se conduce a trav¨¦s de la confusi¨®n y el desorden. Entonces el f¨²tbol es muy f¨¢cil... para el otro equipo.
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