Sin atenci¨®n, ni percepci¨®n ni coordinaci¨®n, ni reflejos
Con una alcoholemia de 1,7 gramos por litro de sangre, la conducci¨®n se hace pr¨¢cticamente imposible. Los s¨ªntomas de intoxicaci¨®n son claros y aparecen trastornos del equilibrio y de la marcha. Si esta persona intoxicada se sienta al volante, aunque est¨¦ muy acostumbrada a conducir ebria, tiene deterioradas su atenci¨®n, vigilancia, percepci¨®n, coordinaci¨®n y reflejos, facultades imprescindibles para la conducci¨®n.A partir de 0,5 gramos por litro ya existe dificultad para percibir el color rojo de los sem¨¢foros y de las se?alizaciones de obras, y aumenta la distancia de frenado, as¨ª como disminuye el campo visual. En esas condiciones, la apreciaci¨®n de las distancias es inexacta, los adelantamientos son inseguros, las entradas en curva arriesgadas... en, resumen, aumenta el tiempo de reacci¨®n. Con una alcoholemia de 1,7 gramos por litro, como la que se atribuye al conductor del Mercedes en que viajaban Diana y sus acompa?antes, esos problemas de agravan radicalmente y la conducci¨®n se hace imposible.
El riesgo de sufrir un accidente aumenta en elevad¨ªsima proporci¨®n con el consumo de alcohol. Si con una alcoholemia nula tenemos la posibilidad de sufrir un accidente, tal posibilidad ser¨¢ 60 veces mayor para una alcoholemia de 1,7 gramos.
Ocho o nueve copas
No es posible establecer una relaci¨®n exacta entre la alcoholemia y la cantidad de alcohol ingerido porque influyen, entre otras variables, el sexo, el peso, el tiempo empleado en beber, que el est¨®mago est¨¦ o no lleno, etc¨¦tera. Pero de una forma aproximada podemos afirmar que una alcoholemia de 1,7 gramos en un var¨®n traduce la ingesta de 8-9 unidades alcoh¨®licas, lo que vulgarmente se entiende por copas, (11 gramos de alcohol corresponden a una unidad)
A todos estos d¨¦ficits tenemos que a?adir que el intoxicado no aprecia esta disminuci¨®n de sus facultades y, llevado por la euforia que le da el alcohol, arriesga en exceso cuando sus condiciones son pr¨¢cticamente nulas para hacer frente a cualquier contingencia: el accidente est¨¢ garantizado dado que se subestima el riesgo y se tiene un sentimiento de invulnerabilidad.
Resumiendo: con una alcoholemia de 1,7 gramos por litro de sangre corre peligro la vida de una persona, aun sin sentarse al volante. Si decide sentarse, la posibilidad de que tenga un accidente es muy alta.
Carlos Dulanto es un m¨¦dico especialista en tratamientos de drogadicci¨®n y alcoholismo.
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