La presi¨®n popular obliga a la Reina a ampliar el recorrido del cortejo f¨²nebre en Londres

La colosal presi¨®n de un pueblo desconsolado oblig¨® ayer a la corona brit¨¢nica a ampliar sustancialmente el recorrido de la procesi¨®n f¨²nebre con la que el Reino Unido despedir¨¢ el s¨¢bado a Diana, princesa de Gales. La revisi¨®n del plan por parte del palacio de Buckingham se produjo en el cuarto d¨ªa de la extraordinaria movilizaci¨®n de dolientes que promete transformar el adi¨®s a la princesa del pueblo en el acontecimiento m¨¢s concurrido en la historia de Londres. Seg¨²n las previsiones, m¨¢s de dos millones y medio de personas saldr¨¢n a las calles para ver el cortejo f¨²nebre.

La carroza f¨²nebre, tirada por seis caballos del Regimiento de Artilleros del Rey, transportar¨¢ los restos de Diana hasta la abad¨ªa de Westminster. Esa ser¨¢ la pen¨²ltima etapa en el viaje de la princesa a su tumba en la pintoresca capilla de Santa Mar¨ªa la Virgen, cerca de la finca de los Spencer, en Northamptonshire, y hay quienes piensan que ser¨¢n hasta tres millones de personas, el doble de la concurrencia registrada durante la boda de Diana y Carlos en 1981, quienes tomen las calles. El anuncio de la ampliaci¨®n de la ruta de la procesi¨®n fue recibido con alivio, por las autoridades y satisfacci¨®n por los millares y millares de brit¨¢nicos que acud¨ªan a los palacios de Buckingham y Kensington para depositar flores. "Era lo m¨ªnimo que pod¨ªa hacer la reina", dijo con reservado resentimiento una joven ama de casa.

El nuevo plan responde tanto al clamor del pueblo como a las consideraciones de seguridad planteadas por la polic¨ªa, que ha movilizado a 10.000 hombres para la ocasi¨®n. La idea original, de transportar el ata¨²d desde la capilla del palacio de St. James hasta Westminster, amenazaba con aglomeraciones de proporciones jam¨¢s vistas.

El nuevo programa prev¨¦ el traslado en privado de los restos desde St. James a Kensington, la residencia de la princesa muerta, el viernes por la noche, despu¨¦s de la visita de los pr¨ªncipes Guillermo y Enrique. Desde all¨ª partir¨¢ el cortejo la ma?ana siguiente para el funeral en la abad¨ªa de Westminster, pasando por el Royal Albert Hall, Hyde Park y bordeando el palacio de Buckingham. Ello triplicar¨¢ la extensi¨®n del primer recorrido previsto, lo que facilitar¨¢ el acceso de los dolientes a arterias con mucha mayor capacidad para acomodarles.

A fin de descongestionar las calles y avenidas, se instalar¨¢n dos gigantescas pantallas de televisi¨®n (de 40 metros cuadrados cada una) en Hyde Park. "Estamos complacidos por estos nuevos arreglos", declar¨® un portavoz del Gobierno de Tony Blair, que, seg¨²n fuentes pol¨ªticas, realiz¨® intensas gestiones para vencer la renuencia de Buckingham a modificar el plan original.

?se no fue el ¨²nico indicio de que la Familia Real, que alej¨® de su seno a Diana tras su divorcio de Carlos hace un a?o, se est¨¢ viendo forzada a cambiar de tono. La reina Isabel quiere evitar la consolidaci¨®n de la imagen de frialdad de los Windsor en momentos pol¨ªticamente cruciales para el futuro de la Monarqu¨ªa.

Otra indicaci¨®n de giro fue la difusi¨®n de la segunda expresi¨®n de sentimientos de Buckingham desde la muerte de Diana en Par¨ªs, el domingo. La Familia Real declar¨® estar "profundamente conmovida y agradecida" por las multitudinarias manifestaciones de congoja en todo el pa¨ªs. ?stas, dijo, dotan de fuerzas al pr¨ªncipe Carlos y a sus hijos, los pr¨ªncipes Guillermo, de 15 a?os, y Enrique, de 12, en momentos tan dif¨ªciles.

Resuelto el problema de la procesi¨®n f¨²nebre, ahora el gran enigma se centra precisamente en los tres pr¨ªncipes y en la participaci¨®n de otros miembros de la regia familia en el funeral. Palacio se absten¨ªa hasta anoche de confirmar si la reina Isabel asistir¨ªa a la ceremonia de Westminster.

El diario popular The Sun, que en su edici¨®n de ayer critic¨® a la Familia Real, exhort¨¢ndola a que demuestre "d¨®nde est¨¢ el coraz¨®n de los Windsor", sostuvo que Guillermo insiste en encabezar la procesi¨®n. "No ha salido una sola palabra de los labios reales, no se ha derramado una sola l¨¢grima en p¨²blico... Es como si nadie en la Familia Real tuviera alma", editorializaba.

Tambi¨¦n se debat¨ªa ayer, entre muchas otras cosas, si Elton John, el amigo de Diana a quien la princesa consol¨® cuando llor¨® durante el funeral de Gianni Versace, deber¨ªa o no entonar un himno en el funeral.