La opci¨®n de ayudar a los pobres
Una voluntaria espa?ola que trabaja con las Misioneras de la Caridad recuerda a 'la madre'
Una pancarta de dos metros de largo cuelga en el patio de la Casa Madre. El centro de la pancarta es un dibujo de la cara de la madre Teresa y debajo est¨¢n estampadas las firmas de los miembros de una asociaci¨®n cristiana de trabajadores. Es una felicitaci¨®n para su ¨²ltimo cumplea?os, el 27 de agosto pasado. El hermano al que han dejado encargado de la puerta me dice que la voluntaria Izaskun, es la ¨²nica que habla espa?ol y que est¨¢ en la capilla del segundo piso.La misa privada ya ha comenzado y una hermana me se?ala a Izaskun sentada en el suelo, entre dos chicos de barba y pelo largo. La mayor¨ªa de los presentes, unos 150, son hermanas de la Caridad que est¨¢n llegando desde por la ma?ana de todas partes de la India. Est¨¢n sentadas ordenadamente en el suelo alrededor del cuerpo de la madre Teresa y cantan los salmos cuyos n¨²meros est¨¢n indicados en una pizarra.
Izaskun Andonegi, 30 a?os, es de San Sebasti¨¢n y lleva nueve meses trabajando como voluntaria en varios centros de la congregaci¨®n. En San Sebasti¨¢n ha dejado un trabajo fijo como profesora del colegio La Salle y ha tomado "la opci¨®n de ayudar a los pobres". La ¨²ltima vez que vio a la madre fue el mi¨¦rcoles pasado en la misa de la tarde, "y nos bendijo como siempre". Le sorprendi¨® enterarse de su muerte cuando se lo dijo otro voluntario.
"La semana pasada incluso se levant¨® de su silla de ruedas para comulgar", dice. La madre a secas, como la llaman aqu¨ª, nunca se perd¨ªa las dos misas del d¨ªa, la primera a las seis de la ma?ana y la de la Adoraci¨®n a las seis de la tarde. "Si faltaba es que no estaba bien de salud", dice Izaskun.
Cuando acaba el funeral de cuerpo presente los visitantes empezamos a ser molestos. La capilla es peque?a y el calor h¨²medo de Calcula se une al olor penetrante de los jazmines. Hay coronas blancas por los pasillos y por las escaleras. Salimos a tomar un refresco fuera.
Izaskun trabaja con los enfermos de lepra. Una de sus funciones es recoger gente en la calle y en las estaciones de trenes: "Algunos con los pies comidos por las ratas". Le gusta lo que hace y me habla de la madre Teresa con admiraci¨®n: "Imag¨ªnate, hace 50 a?os una mujer sola y blanca lo que fue capaz de hacer". Pero asegura que lo que m¨¢s le ha cautivado es el trabajo que se hace "sin protagonismos".
"La madre Teresa era muy accesible, te la pod¨ªas encontrar en el pasillo y siempre ten¨ªa unas palabras para ti". Izaskun recuerda que en las navidades pasadas. poco despu¨¦s de sufrir una delicada intervenci¨®n quir¨²rgica, los ni?os del hospicio organizaron una obra de teatro para la religiosa. "A¨²n estaba convaleciente pero cuando acab¨® la funci¨®n se puso a cantar el Cumplea?os feliz al Ni?o Jes¨²s".
Las dos veces que he visto a la madre Teresa ha sido rodeada de turistas espa?oles que estaban m¨¢s interesados en sacar la instant¨¢nea que en hablar con ella. Siempre me ha parecido que era muy condescendiente con esos peque?os ego¨ªsmos. Cog¨ªa a todo el mundo de la mano y le daba una medalla de la Virgen. Izaskun, sin embargo, ha podido hablar con ella m¨¢s de una vez, "pero con ella no hac¨ªan falta las palabras, la comunicaci¨®n flu¨ªa".
Izaskun no parece triste. La verdad es que tampoco nadie ha llorado en la misa. "Todo ha sido muy r¨¢pido y muy bonito, su muerte transmit¨ªa paz como cuando hablabas con ella", dice. Cuando volvemos a la casa le se?alo una pizarra que hay en la entrada en la que alguna hermana ha escrito en ingl¨¦s: "Nuestra amada madre se ha ido a la casa de Jes¨²s, el 5 de septiembre a las 21.30".
Toda la calle est¨¢ acordonada. A la Casa Madre (residencia de la congregaci¨®n de las hermanas de la Caridad) s¨®lo pueden entrar personalidades del mundo de la pol¨ªtica bengal¨ª y las propias hermanas de la congregaci¨®n. Cristianos y no cristianos de Calcuta esperan que les llegue su turno para poder ver por ¨²ltima vez a la madre Teresa.
Al parecer, cuando la madre Teresa se enter¨® de la muerte de la princesa Diana, pidi¨® hace una semana asistir al funeral pero "su m¨¦dico" no le dej¨®.
Izaskun piensa seguir "aprendiendo" en alg¨²n centro de la madre Teresa hasta que se concrete alg¨²n proyecto de "alguna instituci¨®n u organizaci¨®n" que pueda sufragarle los gastos. Ahora mismo tiene el apoyo de la delegaci¨®n de misioneros de San Sebasti¨¢n. "Aqu¨ª no se puede ir por libre, hay que trabajar en equipo", dice.
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