Los Rolling Stones refrescan su sonido cl¨¢sico en "Bridges to Babylon"

Un le¨®n rampante de Mesopotamia ilustra la portada de Bridges to Babylon, nuevo disco de los Rolling Stones que se pone a la venta internacionalmente el pr¨®ximo 29 de septiembre. Seis d¨ªas antes, el grupo brit¨¢nico inicia la gira de presentaci¨®n en un estadio de Chicago; para 1998, la Bridges to Babylon Tour llegar¨¢ a Europa. En esta ocasi¨®n, los Stones cuentan con el generoso patrocinio de Sprint, potente empresa de telecomunicaciones que incluso proporciona al grupo su ¨²ltima tecnolog¨ªa.

Uno de los peque?os secretos referentes a los Rolling Stones es que ya no son grandes vendedores de discos. Por ejemplo, ninguno de sus dos trabajos anteriores -Voodoo lounge y Stripped- ha llegado a superar en Espa?a la cifra de 100.000 ejemplares despachados. Sin embargo, los Stones constituyen uno de los term¨®metros an¨ªmicos del rock y se sent¨ªa cierta inquietud purista por los rumores previos, que aseguraban que Mick Jagger y compa?¨ªa se hab¨ªan lanzado a abrazar el techno y la m¨²sica digital.?Una exageraci¨®n! Cierto que han contado en la producci¨®n, entre otros, con el d¨²o californiano The Dust Brothers y el brit¨¢nico Danny Saber, pero todos ellos se han puesto al servicio de la f¨®rmula rollingstoniana, que no pasa de aceptar alguna base programada, sampleados y peque?os detalles en las mezclas. "Una renovaci¨®n de texturas sonoras", seg¨²n Mick Jagger.

En realidad, la mayor¨ªa de los 13 temas de Bridges to Babylon han sido producidos por su colaborador habitual, el gran Don Was, y The Glimmer Twins, seud¨®nimo de Mick Jagger y Keith Richard. Como m¨²sicos de acompa?amiento figuran veteranos mercenarios de Los ?ngeles como Waddy Watchel, Jim KeItner, Benmont Tench o Kenny Aronoff, aparte de su viejo conocido Billy Preston. Como estrellas invitadas, la bajista Me'Shell Ndeg¨¦ocello y el saxofonista Wayne Shorter.

Traici¨®n femenina

De los colaboradores anunciados, solamente se ha prescindido de la versi¨®n de Already over me que produjo el ¨²ltimo rey Midas de la m¨²sica pop negra, Babyface. Nada sorprendente, ya que la est¨¦tica as¨¦ptica de Babyface no encaja con el mundo sombr¨ªo de los Stones. En Bridges to Babylon no hay canciones felices, pero s¨ª atormentadas historias de amor cargadas de met¨¢foras que hablan de la pena de muerte, el sadomasoquismo, el robo. En Gunface, Jagger incluso amenaza con disparar al tipo que le quit¨® a su chica. Una circunstancia -la de la traici¨®n o la inconstancia femeninas- que se repite como leit motiv en todo el disco.

Tres piezas de Bridges to Babylon est¨¢n cantadas por Keith Richard; el guitarrista agoniza ante el micr¨®fono, pero su autenticidad emocional est¨¢ garantizada.

Por su parte, Jagger declara que la intenci¨®n de Bridges to Babylon era inyectar algo de variedad mediante el uso de diferentes productores. Sin demasiadas ambiciones: "escribes una canci¨®n y el grupo se hace cargo enseguida: 'ah, ya s¨¦, repertorio Rolling Stones tipo 8-B'. Y en sus mentes y en la m¨ªa pasa a una categor¨ªa en la que sabes que va a funcionar. Es muy dif¨ªcil salir de eso. Miles Davis lo evitaba cambiando totalmente de banda, pero ¨¦sa no es una opci¨®n para nosotros".

Y Jagger concluye resignado: "hemos grabado tantos discos que es dif¨ªcil hacer algo nuevo. As¨ª que yo sab¨ªa que Bridges to Babylon no iba a ser cien por cien diferente de lo anterior. Pero tampoco lo deseaba".