Cr¨ªticas al PP por convertir el homenaje a Miguel ?ngel Blanco en un "concierto partidista"

Unidos por la paz y la libertad, ese acto fundamentalmente musical organizado por RTVE para homenajear al edil del PP de Ermua, Miguel ?ngel Blanco, cruelmente asesinado por ETA hace dos meses, ha enfrentado de nuevo a los principales partidos democr¨¢ticos. PSOE e IU reprochan a los populares haber monopolizado el concierto para obtener en su beneficio una "rentabilidad pol¨ªtica". Los socialistas perciben tras esa "capitalizaci¨®n" un indicio m¨¢s de divisi¨®n sobre el denominado esp¨ªritu de Ermua. El PP no ha encajado nada bien esos ataques que considera infundados. Distintos portavoces populares han descalificado a sus detractores por fomentar un debate "hip¨®crita, mezquino, rid¨ªculo, pat¨¦tico y est¨¦ril".

Juan Manuel Eguiagaray, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, admiti¨® que anteanoche lo pas¨® mal: "Fui para que nadie pensara que los socialistas no somos solidarios; lo somos con todos los muertos, los que eran de un partido y con los que no". Eguiagaray acus¨® al Gobierno de "utilizar partidistamente la muerte" y as¨ª se lo transmiti¨® al secretario de Estado de Relaciones con as Cortes, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, y al portavoz del grupo popular, Luis de Grandes, informa . Rosa Conde, la portavoz socialista de la comisi¨®n de RTVE, consider¨® criticable Ia utilizaci¨®n que el Gobierno y el PP han hecho en RTVE del dolor que produce el terror de ETA. Un medio p¨²blico no debe prestarse a algo as¨ª, pero es obvio que eligieron a Fernando L¨®pez-Amor para que trabajara al dictado del Gobierno".El secretario general del PSE-EE, Ram¨®n J¨¢uregui, presente en el espect¨¢culo, acept¨® las buenas intenciones de los organizadores, pero lament¨® el resultado porque falt¨® sensibilidad y sobr¨® partidismo". J¨¢uregui cuestion¨® la escasa presencia de artistas vascos y la numerosa de "se?oras acompa?adas de ministros y bolsos de Loewe". Y reproch¨® al PP no "tener altura de miras" al fomentar este tipo de actos que "no mantienen vivo el esp¨ªritu de Ermua".

El secretario de Cultura del PSOE, Joaqu¨ªn Leguina, profundiz¨® en esa cr¨ªtica: "Lo peor que se puede hacer ha sido hecho, y lo que no se debe hacer es, precisamente, capitalizar pro domo sua partidista una muerte a manos de los asesinos de ETA". Y a?adi¨®: "Desgraciadamente, el festival de Las Ventas, por la manera que se ha desarrollado, y no por las buenas intenciones que lo animaban, ha sido percibido como la expresi¨®n de una divisi¨®n".

Por parte de IU, el presidente del Pasoc y diputado Pablo Castellano, que estuvo en el espect¨¢culo, como el propio Julio Anguita, reconoci¨®: "El acto no me gust¨® en absoluto porque parec¨ªa que de un hecho tan desgraciado alguien quer¨ªa sacar rentabilidad pol¨ªtica". Y apostill¨®: "Se pod¨ªa haber hecho un acto l¨²dico que fuera m¨¢s serio y menos folcl¨®rico". El diputado auton¨®mico vasco de IU Jos¨¦ Navas atac¨® duramente al Gobierno: "Siguen rentabilizando partidistamente una voluntad que es de todos".

El PP no interpreta su papel en este homenaje de la misma manera. Sus dirigentes niegan cualquier deseo de "capitalizar" protagonismos y achacan toda la responsabilidad de la organizaci¨®n a algo que entienden totalmente a ajeno, la direcci¨®n de RTVE, ostentada por el ex diputado popular Fernando L¨®pez-Amor.

El presidente del PP del Pa¨ªs Vasco, Carlos Iturgaiz, con toda probabilidad la personalidad que acudi¨® el mi¨¦rcoles a Las Ventas m¨¢s arropado de escoltas, fue el designado por el partido para responder a los ataques y esta vez tampoco se amilan¨®. Iturgaiz tach¨® de "hipocres¨ªa" las acusaciones que les lanzaron desde el PSOE por capitalizar el acto y se defendi¨® asegurando que en el mismo estaban representados todos los partidos, sindicatos, fuerzas sociales y hasta la Casa Real. El dirigente popular se mostr¨® convencido de que estas divisiones no quebrar¨¢n el esp¨ªritu de Ermua, aunque algunos pol¨ªticos pongan las cosas muy dif¨ªciles".

Rafael Hernando, coordinador de comisiones del PP en el Congreso, fue a¨²n m¨¢s duro con los socialistas. Tild¨® sus cr¨ªticas como "nada razonables y chorradas", el debate como "est¨¦ril y rid¨ªculo", y reacci¨®n socialista como "un intento mezquino y pat¨¦tico de manipular y ver extra?as maniobras donde no las hay". Hernando recuerda que nadie se quej¨® de, que as mismas normas protocolarias situaran a tantos cargos del PSOE en primera fila durante la Expo de 1992.