El altruismo de la fantas¨ªa
Jim¨¦nez, arrastr¨¢ndose toda la etapa, lanza un brindis a la afici¨®n atacando como un superclase
"Estoy fastidiado, fastidiado". Faltan 80 kil¨®metros para la meta, falta lo m¨¢s duro, y nadie da ni un duro por la suerte de Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez. El Chaba es el del d¨ªa anterior, el de la gran p¨¢jara. Lleva haciendo toda la etapa entre los coches, arrastr¨¢ndose, qued¨¢ndose en los repechos, viviendo una aut¨¦ntica miseria. Su director, Eusebio Unzue, anuncia p¨²blicamente que probablemente engrosar¨¢ la lista de bajas del Banesto con Olano y Orlando Rodrigues. "Va a intentar seguir pero veo casi imposible que ni siquiera llegue". Una cruz m¨¢s para el equipo que hab¨ªa llegado a la Vuelta m¨¢s ilusionado que nunca: su escalador nato, el hombre del tir¨®n popular, el bander¨ªn de enganche del equipo, deber¨ªa abandonar.Pero Jim¨¦nez es un genio. Es imprevisible. Es el Pantani espa?ol, con sus limitaciones. Al igual que el italiano, en tantas etapas hecho polvo de salida y luego un rayo acerc¨¢ndose a la meta empinada, as¨ª El Chaba. Fue llegar a Granada y su alma cambi¨®. "Se inspir¨® en el aire", dice Unzue. Fue ponerse cuesta arriba la carretera, acercarse a los 2.520 metros de la cima, fue purificarse m¨¢s a¨²n el aire, y El Chaba transformarse m¨¢s y m¨¢s. Despu¨¦s de ayudar a un Casero descolgado, Jim¨¦nez tom¨® la decisi¨®n. "Fue un homenaje a la afici¨®n", dice. Un decirle que a¨²n estaba vivo, que no se ir¨ªa de la Vuelta sin que vieran al campe¨®n de Espa?a en todo su esplendor.
Faltaban a¨²n 15 kil¨®metros. El viento soplaba y el peque?o grupo de resistentes resoplaba bajo el ritmo de Jeker. Las peores condiciones para una escapada, para una arrancada de genio. Pero el altruismo de la fantas¨ªa no entiende de t¨¢cticas; la generosidad pura, el regalo de un escalador atacando, no tiene sentido si no es tambi¨¦n loca. Alocada como El Chaba.
Mikel Zarrabeitia intent¨® saltarle a la rueda y qued¨® reventado. Poco despu¨¦s se descolgaba. Un Kelme, otro bejarano que sube, Roberto Heras, y un mulo franc¨¦s, Ledanois, saltaron a capturarle. Heras desisti¨®; Ledanois persisti¨®. Unzue iba pegado a su corredor -ya no entre los coches, ya no arrastr¨¢ndose, sino volando libre- cuando ve¨ªa acercarse al b¨®lido franc¨¦s. "Te va a pasar, Chaba", le dijo. "Pero no importa. Has hecho lo que deb¨ªas hacer. Lo importante era saltar".
Al Chaba le pas¨® el franc¨¦s. Tampoco pudo ser segundo, porque a 25 metros le alcanzaron tambi¨¦n las furias desatadas por Escart¨ªn. Se vio envuelto en el sprint y acab¨® cuarto. Pero no importaba. Acababa de hacerle un regalo a la afici¨®n. Y para chulo, ¨¦l. "Z¨¹lle es el mejor, es un corredor acojonante, es el que m¨¢s clase tiene del pelot¨®n... despu¨¦s de m¨ª". Y se r¨ªe a carcajadas. Es un genio.
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