El testimonio del cabo contra el general

"Si he estado callado tanto tiempo ha sido por una mal entendida lealtad al general Galindo. [ ... ] Galindo no ha tenido fidelidad suficiente con sus subordinados, sino con sus superiores, y no puede consentirse que dos pringaos sean los chivos expiatorios de este asunto. Todas las evidencias apuntan a que Galindo est¨¢ protegiendo a alguien por encima de ¨¦l en la c¨²pula de Interior".Ya en su primera comparecencia ante G¨®mez de Lia?o, el pasado 12 de agosto, el ex cabo Felipe Bayo dej¨® claro que el objetivo de su nueva versi¨®n sobre el caso Lasa y Zabala era su antiguo jefe. "Lo que el declarante quiere", agreg¨® ante el juez nueve d¨ªas despu¨¦s, "es que el general Galindo cuente la verdad hacia arriba y no entiende c¨®mo Galindo puede permitir que todos los delitos relacionados con la guerra sucia se hayan atribuido a hombres de su cuartel de Intxaurrondo7. El general debe hablar, concluy¨® Bayo el 26 de agosto, ya que ¨¦l "no puede llegar m¨¢s que a Galindo y [Julen] Elgorriaga", ex gobernador civil de Guip¨²zcoa.

Bayo declar¨® ante el juez que, junto a su compa?ero Enrique Dorado Villalobos, interrog¨® durante tres d¨ªas, entre el 15 y el 17 de octubre de 1983, a Lasa y Zabala. Seg¨²n su versi¨®n, fueron avisados por el teniente Fidel del Hoyo para que acudieran al Palacio de La Cumbre (San Sebasti¨¢n), donde Lasa y Zabala estaban esposados y narcotizados. All¨ª se encontraban Galindo, Elgorriaga y el capit¨¢n ?ngel Vaquero, quienes "les dijeron que eran dos refugiados de Francia, que les ten¨ªan que interrogar sin que supieran quienes eran, ni que estaban en Espa?a, que pensaran que eran gente del Mosad", servicio secreto israel¨ª.Una o dos noches despu¨¦s, seg¨²n Bayo, Galindo regres¨® a La Cumbre y coment¨® "euf¨®rico" que ven¨ªa de cenar con Rafael Vera y ¨¦ste hab¨ªa dado "luz verde para actuar en Francia". Bayo admiti¨® que "era consciente de que [Lasa y Zabala] estaban detenidos ilegalmente", pero atribuy¨® su secuestro y asesinato a mercenarios supuestamente contratados por Galindo y neg¨® que fuesen torturados en La Cumbre.

Bayo asegur¨® que "Lasa y Zabala siempre estuvieron con las capuchas puestas porque era una garant¨ªa de que no les iba a pasar nada", al no poder reconocer a sus interrogadores. No explic¨®, sin embargo, c¨®mo pudieron, en esas condiciones, ver las fotos de supuestos simpatizantes de ETA que les mostraron por "si reconoc¨ªan a alguien". Y eso que, seg¨²n Bayo, "ellos mismos pasaban las hojas de los ¨¢lbumes de fotos".