Un estallido hist¨®rico
CC OO conmemora las movilizaciones de 1972 en Vigo como referente del r¨¦gimen democr¨¢tico
En Citro?n quer¨ªan descansar los s¨¢bados por la tarde, reducir la jornada semanal de 48 a 44 horas. La empresa no lo acept¨®, un s¨¢bado por turno de tarde hizo huelga y cinco sindicalistas fueron directamente expulsados de la factor¨ªa, mientras que a otros 13 se les entreg¨® la carta de despido. Las dos semanas siguientes fueron de agitaci¨®n y huelgas, un estallido hist¨®rico del movimiento obrero gallego. Memoria viva ha titulado CC OO el programa organizado por cumplirse el 25? aniversario de aquel episodio que sirvi¨® para afirmar el sindicalismo de clase en las industrias viguesas y orientar un frente de lucha contra el franquismo.En los medios laborales gallegos, el ambiente ya estaba caldeado desde meses antes. El campo de batalla eran los convenios colectivos en las empresas. El 10 de marzo, Daniel Niebla y Amador Rey, dos trabajadores de la Baz¨¢n, hab¨ªan muerto en Ferrol por disparos de la polic¨ªa. No fueron disparos de intimidaci¨®n, hubo numerosos heridos de bala. La polic¨ªa tuvo que replegarse, los obreros tomaron la ciudad, entonces del Caudillo, y la Armada fue puesta en alerta m¨¢xima. La fecha ha quedado grabada como D¨ªa da Clase Obreira Galega.
CC OO ya hab¨ªa empezado en la anterior d¨¦cada a introducirse en el sindicato vertical. Los panfletos sindicales de la exposici¨®n montada ahora -con fotograf¨ªas, recortes de prensa, documentos judiciales, carteles, maquetas y otros efectos de la ¨¦poca- reclaman un salario m¨ªnimo de 500 pesetas, gritan contra los impuestos abusivos, la carest¨ªa de vida, el negocio de la educaci¨®n, para acabar en algunos casos con un revolucionario "?Viva la democracia!".
En Citro?n quer¨ªan descansar el s¨¢bado por la tarde. Expulsaron de la f¨¢brica a cinco sindicalistas que lo ped¨ªan y accionaron as¨ª el m¨¢s explosivo motor de arranque de la factor¨ªa. Los trabajadores pararon la f¨¢brica el lunes siguiente, d¨ªa 11, se echaron a la calle y arrastraron tras si a 10.000 personas en manifestaci¨®n espont¨¢nea que la Polic¨ªa Armada, los grises, disolvi¨® al uso, con porrazos y detenciones.
Un acto espont¨¢neo
"Fue un acto espont¨¢neo del movimiento obrero", afirma Jovito Rivas, delegado de UGT en la factor¨ªa automovil¨ªstica, que vivi¨® aquellos episodios. "La inmensa mayor¨ªa de la gente no ten¨ªamos ideolog¨ªa, ¨¦ramos movimiento obrero desorganizado. Eso s¨ª, las movilizaciones fueron dirigidas desde el primer momento por CC OO y el PCE". Las huelgas, de hasta 30.000 trabajadores, duraron dos semanas, y las detenciones de sindicalistas, hasta fin de a?o.
Comisiones Obreras hab¨ªa convocado el mismo lunes a una huelga general de 48 horas para el viernes y s¨¢bado siguientes. Pero faltaba paciencia para esperar: los astilleros, el puerto, los talleres, los transportes, se fueron sumando a la huelga; la ciudad era tomada espor¨¢dicamente por los obreros, que repet¨ªan a diario manifestaciones, saltos y escaramuzas con la polic¨ªa, para acabar, muchos, detenidos y despedidos "porque te encerraban 72 horas, y al no acudir al trabajo...".
La amenaza de despido lleg¨® a extenderse sobre 5.000 trabajadores, aunque al final se quedaron en 318. La polic¨ªa buscaba sindicalistas, m¨¢s de cien fueron detenidos, y de ¨¦stos, la mitad encarcelados y procesados "por propaganda ilegal, asociaci¨®n il¨ªcita y des¨®rdenes p¨²blicos".
"El proceso fue complejo y el conflicto dej¨® secuelas", se?ala Manel Fern¨¢ndez, secretario comarcal de CC OO. "Hab¨ªa amplios sectores sindicales que se decantaban claramente por las posiciones de la patronal, como correspond¨ªa a aquel sistema d¨¦ jurados de empresa y enlaces sindicales, y fue un conflicto muy duro. A muchos los dejaron en el paro sin ning¨²n tipo de pruebas contra ellos, a otros los torturaron, comenzaron a circular las listas negras...
La Brigada Pol¨ªtico-Social era la que interrogaba y custodiaba a los detenidos. "Uno te escup¨ªa en la cara, otro te pisaba la mano cuando hac¨ªas flexiones... No s¨¦ si vale la pena recordarlo", dice Jos¨¦ Iglesias, Pepi?o, actual presidente del comit¨¦ de empresa de Hijos de J. Barreras.
Los objetivos ¨²ltimos eran "conquistar las libertades democr¨¢ticas y sindicales, mejorar las condiciones de vida y trabajo y conseguir una sociedad inspirada en la solidaridad", proclama ahora CC OO. Algo se ha conseguido en estos 25 a?os, sin duda. En Citro?n, por ejemplo, la jornada semanal es hoy de 40 horas, de lunes a viernes.
Antonio Guti¨¦rrez, secretario general de CC OO, no quiso faltar a los actos inaugurales del programa organizado por su sindicato para conmemorar "25 a?os de impulso democr¨¢tico, social y nacional", pero la jornada inaugural, el jueves 11, no fue demasiado complaciente con Guti¨¦rrez.
El l¨ªder de Com¨²siones iba a pronunciar una charla-coloquio en el Club Financiero sobre la situaci¨®n econ¨®mica, industrial y social de Espa?a, organizada por la propia direcci¨®n del club, con m¨¢s de 300 socios. S¨®lo comparecieron al acto media docena, y tampoco dejaron pasar a otra docena de personas interesadas en la conferencia "porque es un club privado". Guti¨¦rrez, visiblemente contrariado, silenci¨®, no obstante, su malestar y acept¨® la alternativa que le brindaron de visitar las instalaciones del club, modernas, ostentosas, de dif¨ªcil sinton¨ªa, ciertamente, con el motivo sindical de la efem¨¦ride.
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