Pena de toritos bravos

Unos toritos tan bravos... Daba pena verlos desperdiciados en el rejoneo. No es que uno tenga malquerencia al llamado arte de Marialva. Es que, para rejonearlos, primero los mutilan, luego los toman el pelo.Toros desmochados no son de recibo. El toro ha de criarse para el combate de la lidia, no para que unos luzcan su pericia ecuestre y su punter¨ªa clavando hierros, reserv¨¢ndose todas las ventajas.

Si en los espect¨¢culos de rejoneo el toro saliera ¨ªntegro ser¨ªa otro cantar. "Es que entonces", argumentan los partidarios del desmochado, "los caballos pasar¨ªan grave peligro y valen mucho dinero 1'. Bien, pues que no peligren los caballos: se les dedica a recorrer el cortijo o a pasear por el real de la feria, y asunto concluido.

Pese al desmochado, uno de los caballos de Andy Cartagena sufri¨® una cornada. A Miguel Garc¨ªa tambi¨¦n le alcanz¨® al caballo un derrote, sin calarlo. Se lamentan los percances. Ambos rejoneadores estuvieron bien. Garc¨ªa hizo la faena con eficacia y fundamento. Cartagena igual, s¨®lo que a?adi¨® vibraci¨®n a sus caballadas y el p¨²blico se divirti¨®.

Al p¨²blico de la llamada corrida de rejones que no le vengan con, tecnicismos ni an¨¢ lisis de la cuesti¨®n; con aquello de hacer de frente las suertes,reunir al estribo, llevar al toro toreado. Las cabriolas y las galopadas: eso es lo que le priva.

Ferm¨ªn Boh¨®rquez esper¨® a su toro a porta gayola, hubo de librar la arrancada larga y veloz a galope tendido y se gan¨® la ovaci¨®n de la tarde.

Conjug¨® Boh¨®rquez la espectacularidad con el arte, tore¨® de verdad, templ¨® las reuniones y ¨²nicamente err¨® en la clavaz¨®n de los hierros. No es que sea irrelevante. Lo menos que se les puede pedir a los rejoneadores despu¨¦s de tanta ventaja como se toman es que rejoneen en lo alto.

Buend¨ªa iba de sobrio y lo pag¨® con la general indiferencia. El rejoneo serio que ensayaba no suscit¨® entusiasmo alguno y, adem¨¢s, clavando tampoco estuvo fino. La sobria seriedad que emple¨® al torear se contradec¨ªa con su fr¨ªvolo empe?o en pedir aplausos. Se pas¨® la tarde saludando, y ni por ¨¦sas. Incluso sali¨® a saludar al concluir la tarea y no le hicieron ni caso.

La indiferencia de los p¨²blicos tampoco es que sea demasiado significativa. Por ejemplo, al p¨²blico pareci¨® que los toros le llamaban poco la atenci¨®n a pesar de la bravura que sacaron. Y eso que irrumpi¨® uno excepcional. El sexto reproduc¨ªa una de aquellas luminosas estampas de La Lidia. Berrendo, o quiz¨¢ ensabanao gir¨®n moteado, capirote, lucero y gargantillo, constitu¨ªa una muestra paradigm¨¢tica de los t¨ªpicos pelajes cobaleda, que son siempre negro sobre blanco con tales mezclas, gamas y formas que se dir¨ªan surgidas del genio creativo de Picasso.

Ese sexto toro de fant¨¢stica capa y una preciosa l¨¢mina que grosera mano arruin¨® al mutilarle la hermosa cornamenta, desarroll¨® una codicia y una nobleza extraordinarias; una fijeza impresionante. El toro acud¨ªa pronto y recrecido al cite, y cuando no lo citaban, se quedaba perfectamente cuadrado, sostenido el celo, pendiente de cualquier movimiento. Una vez que el ruedo qued¨® vac¨ªo y empez¨® a sonar un pasodoble, el toro gir¨® al instante,se encampan¨® y se qued¨® cuadrado con la mirada fija en la banda.

A ese toro lo rejonearon por colleras. Es decir, que le hicieron perrer¨ªas. Los colleros se le abalanzaban cada cual por un lado clav¨¢ndole todo el instrumental toricida y el toro no sab¨ªa por d¨®nde le ven¨ªan los palos. Un gran toro, acribillado y escarnecido. Le digo a usted...

Sustituci¨®n de Canales

Canales Rivera, herido de gravedad el pasado mi¨¦rcoles en Salamanca, no puede torear hoy en Guadalajara, donde esta anunciado y le sustituye Manuel Caballero. Completan el cartel V¨ªctor Mendes y El Tato con toros de Alcurruc¨¦n.

Jesul¨ªn de Ubrique, anunciado en la corrida del domingo, a¨²n no ha comunicado que no puede torear como consecuencia de la cogida que sufri¨® el pasado d¨ªa 13, y por este motivo a¨²n no ha sido sustituido.