Bajo la sombra de don Luis
Esta 45 edici¨®n del festival donostiarra est¨¢ entera, perennemente recorrida por la sombra de don Luis Bu?uel, numen tutelar que Diego Gal¨¢n y su equipo han elegido como segura recomendaci¨®n cin¨¦fila. En el espl¨¦ndido cartel que anuncia el festival, la mitad del luminoso rostro de ?ngela Molina, la coprotagonista de Ese oscuro objeto del deseo, presenta su ojo izquierdo para que una amenazante navaja barbera, empu?ada por la mano a?eja de Paco Rabal, uno de los actores fetiches de don Luis, repita en nuestra imaginaci¨®n el ya casi ancestral gesto del propio Bu?uel, ocasional actor en Un perro andaluz, a punto de sacar un ojo y estremecer a media humanidad desde ese "manifiesto desesperado contra la desesperaci¨®n" que fue la pel¨ªcula m¨¢s famosa de toda la vanguardia en la historia del cine.Si agregamos a ello la presencia, el d¨ªa de la inauguraci¨®n, de Serge Silberman, el productor de Bu?uel desde los primeros sesenta y responsable de su lanzamiento internacional; de Juan Luis, el hijo cineasta del aragon¨¦s, y hasta del homenaje a Jeanne Moreau, la actriz francesa m¨¢s respetada por don Luis y protagonista de Diario de una camarera, que hoy mismo se proyecta en sesi¨®n de homenaje a una de las tres receptoras del Premio Donostia de este a?o, tendremos redondeado algo m¨¢s que un tributo.
Paradojas
Es una pena que el necesario complemento cinematogr¨¢fico de tanta referencia bu?ueliana sea s¨®lo un modesto, discreto documental, Les paradoxes de Bu?uel, de Jorge Amat, una producci¨®n del propio Silberman, en cuyas im¨¢genes comparecen, algunos de los nombres se?eros en la trayectoria profesional del de Calanda: el guionista Jean-Claude Carri¨¨re, los actores Michel Piccoli, Paco Rabal, el difunto Fernando Rey y el espl¨¦ndido Julien Bertheau; Juan Luis Bu?uel y Silberman, adem¨¢s de amigos personales del cineasta o directores influidos por ¨¦l, como Carlos Saura.
Como material de conocimiento de los m¨¦todos de trabajo, de las contradicciones y del apasionante periplo vital bu?ueliano, Les paradoxes aporta testimonios de primera mano, ahonda en aspectos problem¨¢ticos y ayuda, en parad¨®jico contrapunto, a trazar una imagen m¨¢s humana y a la vez mas mitificada de aquel que afirmara que un buen hombre es aquel que mata a su padre, viola a su madre y traiciona a su patria; de este surrealista irreductible pero discreto, visceral y comedido, educado e iconoclasta. Pero es s¨®lo una visi¨®n posible del personaje; una visi¨®n que, adem¨¢s, hurta al conocimiento del cineasta m¨¢s universal jam¨¢s nacido en suelo espa?ol toda una parte de su trayectoria, su periplo mexicano, sin el cual tampoco se tiene la necesaria visi¨®n de conjunto.
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